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El protagonismo de los recursos humanos en las empresas

Existe una revolución en recursos humanos que se condensa en la creatividad personal y se fundamenta en la idea de las personas como una “fuerza infinita”. A un nuevo orden económico, le corresponde un nuevo humanismo en el que las personas han de ser el centro de las decisiones de las compañías.

El futuro se encamina hacia dos ejes claros: la importancia del factor humano y la tendencia a la satisfacción del cliente como camino hacia el negocio posible.

El verdadero desafío de un plan de marketing es conseguir el éxito en la implantación de la estrategia escogida. Este objetivo sólo se puede conseguir con el apoyo del equipo humano directamente involucrado en el proceso.

Antes, la dirección de personal se centraba en la contratación, la gestión de nóminas, y la negociación de convenios. Hoy, la gestión de recursos humanos se apoya en las capacidades de todos los integrantes. Los empleados deben ser tenidos en cuenta por la organización en la misma medida que los clientes y los accionistas.

Muchas empresas tuvieron que pagar un precio muy alto para descubrir lo que muchas otras siempre han tenido muy claro: los recursos humanos son el motor de cualquier compañía.

Características actuales

• Las personas demandan estima personal, participación en las acciones que les afectan, reciclaje y sensación de utilidad.
• Los empleados no son “sujetos pacientes” como en las organizaciones jerárquicas, sino “sujetos activos” de la actividad empresarial.
• Muchas empresas multinacionales han introducido en su cultura empresarial el “creemos en las personas” ofreciendo además el “compartir” con ellas las recompensas, las responsabilidades y los éxitos.
• El escenario para el trabajador actual es el que otorga iniciativa, confianza, aprendizaje, compromiso, capacidad de ejecución y colaboración.
• Es necesario incentivar no solamente los valores relacionados de una manera directa con la productividad, sino también los valores relacionados con la cultura de la empresa, la integración, el sentido de pertenencia a una organización.
• Cualquier técnica de gestión de recursos humanos que se implante ha de contar necesariamente con una cultura organizativa. Sin una cultura de participación, un sistema de gestión abierto, es difícil su implantación y puede presentar más problemas que soluciones.

El progreso de las compañías

• El verdadero motor de las organizaciones está en el factor humano a través de la formación. Y el factor humano está al servicio de la mejora de la calidad de los productos.
• Los planteamientos básicos de las empresas han de ser de tal forma que orienten a las organizaciones a mejorar constantemente para poder adecuarse a las necesidades del cliente.
• Así, el equipo humano asume la responsabilidad por el nivel de satisfacción del cliente. Adquiere nuevas competencias y se entusiasma por las soluciones.
• Una de las herramientas más poderosas para orientar el comportamiento humano es el sistema de incentivos vinculado a los objetivos del plan, combinando el desempeño individual con los resultados por unidad de negocio para medir la contribución de cada persona.

Dificultades en la implantación

• La desconfianza que el departamento de recursos humanos sigue despertando entre los empleados.
• Ha sido, y en algunas empresas lo sigue siendo, un departamento de control de personal.
• En épocas de crisis, este departamento es el brazo ejecutor de las reestructuraciones, reconversiones y despidos.
• No es fácil cambiar su imagen en estas circunstancias. Y podrá llevarse a cabo cuando los recursos humanos se inserten en una concepción diferente de organización: un tipo de empresa preocupada por atender las llamadas de los clientes internos y externos, y volcada a la mejora de la calidad de los servicios, desde el necesario impulso del director general hasta el último de los empleados.

La contribución de los soportes informáticos

La informática ha llegado a los departamentos de recursos humanos aportando agilidad e importantes soluciones. Este recurso, ágil y dinámico, favorece con toda claridad a la empresa y a sus empleados:

– Permite la información ascendente y descendente con eficacia y productividad, y con la substancial reducción en los costes de gestión.
– La dirección de la empresa dispone en todo momento de la información necesaria sobre cualquier aspecto referente a la plantilla, lo que le ayudará a tomar decisiones acertadas.
– Los posibles cambios del mercado o de la empresa se pueden registrar en la computadora y elegir la mejor medida por el responsable de un área de negocio o el propio director general.
– Los sistemas informáticos permiten gestionar los recursos mundiales de una multinacional, adaptándose a los requerimientos de cada país.
– También, estos sistemas permiten establecer planes de formación desde la casa matriz, seleccionar al personal, conocer el perfil de cada trabajador, y circunstancias como la disponibilidad, historial profesional y laboral.
– Se reduce el papeleo y el número de personas dedicadas a tareas burocráticas. Así, los trabajadores pueden concentrarse en funciones mucho más estratégicas y decisivas para el devenir del negocio.
– Los empleados, por ejemplo, no necesitan ir al departamento de recursos humanos para preguntar cuántos días de vacaciones le quedan, sino que pueden consultarlo directamente en la computadora.

Sin duda, el talento de las personas que conforman una empresa es el valor primario en el nuevo escenario.

La concepción actual de los recursos humanos no puede reducirse a una mera función administrativa. Es fundamental que la empresa cuente con un responsable de recursos humanos que aporte, a las distintas áreas operativas, los parámetros de acción que posibiliten lograr una gestión más eficiente del personal a su cargo.

Es necesario comprometer a los directivos de la organización, apostando a constituir liderazgos participativos. Cada responsable debe ser capaz de convertirse en un líder para sus subordinados. Para ello deberá potenciar habilidades relacionadas a la confianza, delegación, coherencia, reconocimiento y visiones compartidas.

Los empleados trabajan mejor y más satisfechos cuando cuentan con directivas claras, factores motivacionales de crecimiento y un buen clima laboral. El desafío de los responsables de recursos humanos es motivar a la alta dirección para aplicar una estrategia orientada en tal sentido.