Una de las nuevas tendencias que se afirman en el mercado laboral argentino es la contratación de profesionales para cubrir posiciones eventuales, de acuerdo a necesidades puntuales y por proyecto.
Se trata de profesionales que por situaciones personales o debido a la necesidad de conocer nuevos enfoques profesionales, o lograr mayor expertise en el que ya tienen, eligen el trabajo temporario como una opción de desarrollo.
Desde el punto de vista de las empresas, como parte de las demandas de sus clientes, tanto nacionales como multinacionales, los sectores que han optado por esta alternativa son preferentemente Finanzas con un 34 %; Recursos Humanos con un 29 %; Supply Chain (Cadena de Distribución) con un 20% y por último Ventas & Marketing con un 17 %.
Algunas de las razones por las cuales se define este tipo de contratación eventual son:
• Períodos de ausencia prolongada o de licencia por maternidad.
• Proyectos específicos: Fusiones, Adquisiciones, etc.
• Recursos complementarios durante períodos de alta demanda.
• Start-up de compañías.
• Demandas puntuales para implementaciones, evaluaciones y diagnósticos.
Históricamente en nuestro mercado la contratación de servicios eventuales estuvo ligada con la base operativa de la pirámide. Hoy, ese paradigma ha mutado hacia posiciones de segmentos profesionales que impactan directamente en el negocio. Con esta modalidad las compañías multinacionales no requieren aumentar su nómina ante casa matriz y pueden responder a la demanda de trabajo con los recursos necesarios a nivel local.
A partir de su experiencia de trabajo, Page Interim destaca como indicador del impacto en el ámbito laboral de esta nueva tendencia, al mercado de candidatos, quienes cada vez más requieren trabajar bajo esta modalidad. Según su relevamiento, de la base de candidatos entrevistados en PageGroup en 2012, un 73% estaría dispuesto a aceptar propuestas de estas características.
Como marco ilustrativo de este análisis podemos afirmar que; entre los profesionales de un cierto seniority, encontramos trayectorias de 20 años que no superan los 4 o 5 años de permanencia en cada compañía y les resulta atractivo poder aportar valor en una empresa sin comprometer un vínculo a largo plazo. Siguiendo en esta línea, con perfiles que se corresponden en la generación Y (Profesionales nacidos en la década del 80 en adelante) el promedio de permanencia en cada experiencia se encuentra entre los 6 meses y el año, por lo cual una alternativa de este tipo les permite conocer diversas industrias con una mayor exposición a los diferentes estilos de gestión, clientes, culturas, entre otros factores, proporcionándoles un enfoque claro para orientar su carrera y ampliar sus conocimientos, adquiriendo nuevas habilidades.
Hoy es altamente valorada la experiencia adquirida en varias empresas, con diferentes culturas, idiosincrasias y mecanismos de respuesta ante diversos momentos del mercado. En relación a estos escenarios surge como primordial el valor de las competencias como capacidad de adaptación y flexibilidad para atravesar este tipo de situaciones.
