Desde que estalló la crisis financiera mundial, en Brasil ya son 100.000 los clientes que -por no poder hacer frente a sus préstamos- debieron devolver sus autos, que próximamente será rematados.
Una investigación realizada por un diario de Brasil señala que esas 100.000 unidades serían la punta del iceberg y que los bancos tendrían que “rescatar” uno de cada cuatro autos por falta de pago de sus dueños.
Para las instituciones sin embargo es una carga pesada que quieren evitar a toda costa. Cuando ven que el deudor tiene posibilidades de retomar los pagos, prefieren renegociar las condiciones: eliminan parte de las multas y extienden los plazos.
En épocas normales, la morosidad no supera el 3% de los clientes que acceden a créditos para comprar su cero kilómetro. Pero enero de este año mostró un rostro más dramático: el índice de morosos trepó a 4,3 por ciento.
Según los expertos la crisis externa no produjo un colapso bancario ni tampoco un deterioro de las cuentas públicas, pero impactó muy fuerte en la economía real. Se puede pensar que esta crisis no es como las anteriores.
Ahora, el temor de los concesionarios es que esa cifra suba en febrero y en marzo, sin clientes a la vista a quienes venderles los autos recuperados por los bancos según informa el diario Clarín en su edición de hoy.
Frente a esas cifras, a los bancos no les interesa quedarse con la propiedad de centenas de unidades. Afirman que antes de llegar a ese extremo buscan negociar con el deudor.
