Inicio Empresas y Negocios Entrevistas: revelan cuándo conviene “cerrar la boca” al competir por un cargo

Entrevistas: revelan cuándo conviene “cerrar la boca” al competir por un cargo

¿Alguna vez se retiró de una entrevista laboral con la sensación, e incluso la certeza, de haber hablado de más? Si la respuesta es “sí” y nunca más volvió a tener noticias del reclutador, seguramente esta conducta lo dejó afuera de la carrera por el puesto.

Sobre todo en el actual mercado de trabajo, en el que ante una mayor demanda por parte de las empresas, la competencia por lograr una contratación es más reñida, es fundamental realizar una óptima entrevista laboral y dejar una buena imagen en el selector o headhunter (cazador de talentos).

Anoticiados de la reactivación económica, los interesados en cambiar de trabajo no dudaron en actualizar sus Curriculum Vitae (CV) y salir al mercado, en busca de aquellas ofertas más tentadoras.

Los datos recientes confirman la tendencia. En la consultora de Recursos Humanos HuCap, las postulaciones a los avisos publicados y las presentaciones espontáneas crecieron un 39% entre enero y mayo de este año, en comparación con el mismo período de 2009.

Pero, ¿cómo lograr salir airoso de un “cara a cara” con el reclutador? De acuerdo al académico mexicano Pedro García, la clave para el postulante está en entrenarse para saber qué información debe dar al momento y en forma acertada, y cuál debe reservarse.

“Aunque el entrevistador genere un ambiente de confianza que haga sentir al candidato casi en la empresa, tiene que saber que el puesto no le pertenece hasta que se firma el contrato”, afirma García en declaraciones publicadas por CNNExpansión.com.

“Es común que muchos ejecutivos y profesionales no sepan cómo responder cuando se les pregunta por funciones que desconocen y, en lugar de poner énfasis en su capacidad de aprendizaje, dejan entrever que su capacidad de aportar nuevos proyectos a la organización dependerá de qué haga ésta por capacitarlos”, añade el académico.

En base a su experiencia como selector, Cristian Kuklis, director de Centras RH, cuenta que algunos candidatos llegan a las entrevistas sin el entrenamiento que dicha situación requiere. En muchos casos -explica- no han realizado una mínima preparación previa al encuentro, lo cual provoca que el discurso no siempre sea sólido o creíble, incluso siendo verdadero.

“Suele suceder que el candidato debe explicar una situación compleja del pasado y pierde el foco del objetivo de la entrevista, y se demora explicando temas secundarios que pueden llevarlo a nuevas preguntas por parte del selector, que desvían el objetivo de la entrevista”, expresa Kuklis.

La falta de una preparación de argumentos sólidos en base al CV (que en definitiva es diseñado por el postulante) lleva al fracaso en muchas citas laborales.

De acuerdo al director de Centras RH, cuando el interesado en la posición no analizó qué decir y qué responder ante preguntas lógicas que surgirán de su CV, o respecto de sus expectativas y las funciones a desarrollar en el nuevo puesto, sólo contará con su intuición para culminar la entrevista de madera exitosa y no todos tienen tan desarrollada dicha cualidad.

La improvisación, una enemiga
Según sugiere la Guía de entrevistas exitosas de Adecco Professional, el primer elemento que debe descartarse en un encuentro pre-laboral de este tipo, es la improvisación.

Al respecto y en línea con lo expresado por Kuklis, García explica a CNNExpansión.com que cuando falta información para contestar a un indicador imprevisto, la persona tiende a hablar más de la cuenta y eso, en vez de ayudar, denota inseguridad. En su opinión, “la exageración es una característica que puede ocasionar problemas al postulante”.

En tanto, para Robin Ryan, asesor de carrera y autor del libro “60 Seconds & You Are Hired”, un error frecuente es que el entrevistado no está preparado para hablar de sus habilidades emocionales.

En su obra, el experto asegura que el postulante se concentra en lo profesional, y aunque eso es valioso, si se le plantea un escenario donde pueda influir su personalidad y no sabe responder, le restará puntos.

La ansiedad juega en contra
Movidos por la ansiedad, muchas veces los candidatos se anticipan demasiado. En este sentido, Daniel Iriarte, Manager Executive de Michael Page Argentina, manifiesta que “sobre todo en los casos en los que el ejecutivo está buscando un cambio, si está muy interesado en por poder lograrlo, suele anteponer solamente las prioridades que él considera”.

Y ejemplifica: “Si al candidato le interesa el puesto, de inmediato quiere empezar a hablar del paquete compensatorio y de las condiciones, cuando el proceso recién se está iniciando y todavía hay que evaluarlo y presentarlo al cliente. Lo recomendable es no hacer demasiado hincapié en las expectativas económicas, sino sólo mencionar alguna pretensión”.

Al respecto, desde Adecco, la directora de Selección Eugenia Besler sugiere que no sea el entrevistado el primero en abordar el tema del salario, sino más bien esperar a que el entrevistador lo saque a la mesa.

“Cuando el selector pregunte por el sueldo pretendido, el candidato debe tratar de evitar mencionar una cifra específica para no devaluar sus tareas o revalorizarlas excesivamente. siempre lo recomendable es mencionar bandas salariales, entre una mínima y una máxima y tener en cuenta que siempre se habla del salario bruto”, destaca.

Lo que se debe evitar
Los responsables de selección de la consultora Ranstad y la guía “El Arte de Buscar Empleo”, editada en España por Infoempleo.com con el patrocinio de La Caixa, ponen de manifiesto los errores más desafortunados a la hora de enfrentarse a una entrevista de trabajo:

* Ser negativo. Es necesario dejar a un lado las actitudes extremadamente críticas o derrotistas y pensar y expresar todo lo bueno que se pueda aportar.

* Dar excesiva importancia al salario. Dejar que el entrevistador saque el tema del sueldo. Manifestar que la motivación por el puesto de trabajo es económica es un error.

* Criticar a anteriores empresas o compañeros. Si se habla mal de experiencias anteriores, el reclutador pensará que el candidato tiene un perfil conflictivo o que no sabe trabajar en equipo.

* Eludir preguntas. Es importante contestar a todas las preguntas, como así también preparar las respuestas a cuestionamientos tipo, permanecer atento y tener claros los argumentos.

* Interrumpir. Esperar a que el entrevistador finalice su pregunta. Caso contrario, creerá que el candidato no sabe escuchar o que es impaciente.

* Hablar más de la cuenta. Hay que ser directo, claro y conciso, evitando entrar al detalle en los temas que se traten, aunque el postulante sea un experto.

* Mentir. Contar aspectos inventados sobre el CV termina siendo contraproducente, pues crea falsas expectativas.

* Utilizar palabras vulgares o una mala postura. No menos importante es cuidar el lenguaje y los modales, ya que estas actitudes también denotan educación y profesionalidad. En este sentido, es fundamental no comer chicle, ni caramelos, ni fumar antes y durante la entrevista.

Consultado al respecto, el director de Psicología Laboral Consultores, Gabriel Schwartz, resume en diez puntos cuáles son, en orden de importancia, las falencias que al entrevistador hacen dejar de lado a un candidato:

1. Que haya mentido en su CV respecto a períodos o lugares trabajados.
2. Que haya mentido o sea muy confuso sobre los motivos por los cuales se desvinculó de los trabajos anteriores.
3. Que no sea transparente en informar la última remuneración percibida.
4. Que no sepa nada de la compañía a la que se está postulando cuando tiene un sitio web y lo podría haber averiguado.
5. Que no diga cuánto quiere ganar.
6. Que sea demasiado confianzudo.
7. Que sea descuidado en su presencia.
8. Que sea impuntual (más de 20 minutos tarde).
9. Que no se lo pueda ubicar fácilmente, después de la primera entrevista.
10. Que a todo (horarios, sueldo, funciones, lugar de trabajo) diga que sí y no pregunte nada.

Un caso típico en el que los postulantes flaquean es cuando justifican el motivo de salida de su trabajo anterior. En estos casos, Iriarte recomienda dejar de lado las inseguridades y ser sincero: “Si fue una reestructuración o por causa de desempeño puntual, lo tienen que decir porque, al chequear referencias, la realidad siempre termina saliendo a la luz”.

Pero el headhunter advierte que los ejecutivos deben tener cuidado con lo que dicen sobre los empleos en los que se desempeñó anteriormente y no romper la confidencialidad.

“Sugiero a los entrevistados que sean lo más neutral posible, sinceros pero no agresivos, y que eviten criticar por demás a la compañía en la que quizá trabajaron durante muchos años”, concluye el número uno de Michael Page en el país.