Inicio Clickeando ¿Estas nervioso? ¿Es realmente posible “oprimir” los nervios?

¿Estas nervioso? ¿Es realmente posible “oprimir” los nervios?

Oprimir cualquier parte del cuerpo nos causa dolor y mucho más si se trata de los nervios!

El dolor es agudo e intenso, un malestar agobiante que no nos deja en paz, que persiste y nos aqueja sin cesar…. Esta molestia puede darse en cualquier parte de la espina dorsal; en la nuca (la zona cervical), en la parte baja de la espalda (la región lumbar), o en la parte media de la espalda (la zona torácica). Puede causar dolores que afectan cualquier parte del cuerpo: brazos, dedos, muñecas, hombros, cabeza, piernas, rodillas, tobillos, pies los dedos de los pies – puede además afectar nuestro estado de ánimo y hacernos la vida miserable.

Pero ¿Que es realmente posible “oprimir” los nervios?

Este es un tema ciertamente controversial. La mayoría de las autoridades en la materia opinan que la expresión “nervios oprimidos “es imprecisa y más bien de uso popular o común, y no una expresión propiamente científica. Proponen, en cambio, el uso de términos más adecuados para describir el fenómeno:”obstrucción de los nervios”, irritación de los nervios “, compresión de los orificios vertebrales, “tensión meníngeo nerviosa”, “presión de la espina dorsal”, “o acaso una “neurolipsis” (término que por cierto, perece un trabalenguas). Sin embargo la gente usa la expresión más popular porque ésta describe la sensación de opresión. En efecto, hasta algunos profesionales de la salud siguen utilizándola. Es común que los pacientes se presenten en la sala de espera del quiropráctico y digan que algún médico o prestador de servicios de salud les ha dicho que tienen “algún nervio oprimido “y que necesitan consultar a un Quiropráctico.

Un trauma, una caída o un accidente, aún uno muy leve puede ser suficiente para “desalinear” la espina dorsal. Puede ser debido a agacharse o torcerse de cierta manera. Puede ocurrir como resultado de dormir mal o una mala postura, o la combinación de ambos factores. Puede ocurrir después de semanas de tensión constante, ya sea de origen físico o emotivo (usualmente es la combinación de ambos). El término “oprimir” no es de lo más preciso porque los nervios no quedan realmente oprimidos sino que pueden estar comprimidos junto con otros tejidos de los forámenes. Se puede hacer referencia a esto como a “obstaculización de los nervios”, “intrusión de los nervios” o “neurolipsis”. Sin embargo, los quiroprácticos tienen una expresión para describir todo el proceso de las vértebras que se mueven y quedan fuera de su lugar, alterando los orificios de los forámenes, ejerciendo presión sobre los nervios y estructuras afines y causando toda clase de problemas. Esa expresión es subluxación vertebral.

¿Qué hacen las subluxaciones?

Muchísimas cosas. Cuando se comprimen los nervios pueden alterarse sus impulsos y esto afecta todo el cuerpo. Los órganos internos pueden recibir un abastecimiento inapropiado de los nervios, lo cual afecta la comunicación correcta. El malestar puede acabar por dar lugar a una enfermedad. Se ha establecido la relación entre estados físicos y emotivos de muchas clases y el funcionamiento inapropiado del sistema nervioso. Por ejemplo, la obstaculización de los nervios que van al estómago o a los intestinos puede hacer que la persona sufra úlceras o estreñimiento, diarrea u otros malestares gastrointestinales. Esto puede sucederles asimismo a otros nervios.

Además cuando se desalinea la columna vertebral, todo el sistema esqueleto se desequilibra. Esto puede causar fatiga y agotamiento. En efecto, el cansancio, la fatiga y el agotamiento son una de las primeras señales de subluxaciones vertebrales. La mayoría de los “nervios oprimidos” no duelen. La mayoría de la gente que padece de “nervios oprimidos” no se queja de dolor. El dolor es solo un síntoma de la subluxación vertebral y no es muy común.