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Fiat compra planta de Chrysler en Brasil

Fiat Powertrain Technologies (FTP) llegó a un acuerdo con Chrysler para adquirir la fábrica de Tritec Motors, en Brasil, ubicada en Campo Largo, en el Estado de Paraná. En esta planta se producirá una nueva gama de motores de tamaño medio para las versiones gasolina y “flex fuel”, con una inversión total de unos U$S128 millones. La firma italiana ya poseía tres fábricas en Sud América, una ubicada en Argentina y otras dos en Brasil, y con la nueva adquisición continúa ampliando su presencia en la región.
Los objetivos estratégicos de comprar la planta, que nació de una alianza entre BMW y Chrysler en 1997, son ampliar la cuota de clientes y ofrecer una nueva gama de motores. Al mismo tiempo, ésta permitirá crear alrededor de 500 nuevos puestos de trabajo directo y 1.500 indirectos.
Franco Ciranni, representante de FTP para el Mercosur, señaló que las inversiones en la fabrica de Campo Largo “podrán transformarla en el mayor centro de producción e motores de tamaño medio en América Latina, para satisfacer las exigencias tanto del mercado local como de la exportación”.
La empresa posee actualmente tres fábricas, una ubicada en la provincia de Córdoba (Argentina), otra en Betim (Brasil) y una tercera en Sete Lagoas (Brasil). Además, es dueña de un centro de investigación para la región, en Betim, que se dedica a desarrollar tecnologías para motores con combustibles alternativos.
Chrysler paralizará operaciones dos semanas
La automotriz estadounidense, por otra parte, planea paralizar este verano boreal todas sus operaciones durante dos semanas como una medida para reducir costos que busca “acelerar la recuperación y transformación de Chrysler”, dijo el jueves en un comunicado enviado a los empleados el presidente ejecutivo, Robert Nardelli.
Nardelli dijo a los empleados que deberán tomar vacaciones durante las semanas del 7 y 14 de julio “con el fin de crear un mejor ajuste y eficiencia en las líneas organizacionales y aumentar la productividad”, según el comunicado, al que The Wall Street Journal tuvo acceso.
La automotriz se encuentra en un proceso de reestructuración, que incluye recortar algunas líneas de vehículos y ofertas de retiro para sus 44.000 empleados estadounidenses que trabajan por hora.
Se estima que sus pérdidas bordearon los US$ 1.600 millones en el 2007.