Inicio Empresas y Negocios Fiat y Chrysler se erigen como el sexto productor mundial de autos

Fiat y Chrysler se erigen como el sexto productor mundial de autos

Como estaba previsto, Fiat tomó el jueves la dirección de sus operaciones y Chrysler comenzó una etapa que podría relanzarla nuevamente al terreno de la innovación y la vanguardia.

Los propietarios de la nueva empresa, que se llamará Chrysler Group, se dividen entre los fondos que manejan los seguros de salud del sindicato de obreros de la industria automotriz de EE.UU. (que tendrá un 55% de sus acciones); Fiat (que compró 20%); los gobiernos de EE.UU. y de Canadá (8 y 2%) y el resto de inversionistas que tendrán un 35%. Fiat aspira a eventualmente aumentar su participación.

La operación fue objetada por los acreedores de Chrysler. Hubo demandas que recorrieron todas las instancias del sistema judicial estadounidense hasta que ayer la Corte Suprema falló a favor del nuevo esquema y dio luz verde a que Chrysler sea participada por Fiat que tendrá la posibilidad de alcanzar el control en un plazo a determinar.

Chrysler confirmó que su nuevo presidente es Sergio Marchionne, que es también el presidente de Fiat.

En una carta a los empleados de Chrysler, Marchionne intentó imponer optimismo. “La nueva compañía avanzará con ventajas estratégicas importantes, incluyendo un balance saludable, una estructura de costos competitiva, una red mucho más pequeña pero más eficiente”.

Robert Kidder, el director independiente de Morgan Stanley, será el presidente del nuevo directorio de Chrysler y el actual vice presidente, Jim Press, mantendrá su puesto.

El directorio estará compuesto por tres directores designados por Fiat, cuatro directores nombrados por el Tesoro, uno por el gobierno canadiense y otro por el seguro médico del sindicato de automotores.

Falta saber, sin embargo, qué piensan los consumidores. Ningún analista se atrevía el miércoles a predecir si los consumidores confiarán o no de ahora en más en los autos producidos por la nueva compañía. Pero hay algunos indicadores que sin duda favorecerán el restablecimiento de la confianza de los consumidores.

La nueva empresa se concentrará en la producción de vehículos compactos y sub compactos, es decir, al contrario del estilo grandilocuente que las gigantes de Detroit vinieron imponiendo en el mercado.

“Se trabaja ya en el desarrollo de nuevos vehículos más beneficiosos para el medio ambiente, más eficientes en el consumo de combustibles y de mejor calidad, que serán el emblema de Chrysler de ahora en adelante”, dijo la nueva empresa en una declaración.

De acuerdo a un matutino porteño, Fiat no puso un sólo dólar por la compra de los activos de la vieja empresa, pero dará a Chrysler tecnología para producir vehículos más pequeños por miles de millones de dólares.

“Pensamos utilizar la cultura de innovación de Chrysler y la tecnología y la experiencia de Fiat para ampliar el portafolio de productos de Chrysler, tanto en América del Norte como en ultramar”, dijo Marchionne en la carta que envió a los empleados.

Gigante
Fusionadas operativamente, Fiat y Chrysler pasan a ser el sexto productor de autos del mundo. Las ventas de ambas compañías combinadas será de 4,5 millones de vehículos.

El ranking de los seis mayores fabricantes del planeta presenta la siguiente nómina:

1. Toyota.
2. General Motors.
3. Volkswagen.
4. Nissan-Renault.
5. Ford Motor.
6. Fiat-Chrysler.

La operación entre ambas compañías es una victoria para Fiat, que de un tamaño intermedio en la industria global puede lograr un gran crecimiento con este salto. También se trata de un paso adelante para las políticas de Casa Blanca.

“El acuerdo de esta mañana representa un momento de verdadero orgullo en la rica historia de Chrysler”, dijo el Departamento del Tesoro en una declaración escrita. “La alianza Chrysler-Fiat ha salido ahora del proceso de bancarrota y está a punto de reaparecer como una empresa automotriz viable y competitiva”.

El gobierno prestará a la nueva empresa u$s4.700 millones. El Tesoro ya le dio a Chrysler u$s3.300 millones en financiación de deudor fiduciario para respaldar a la empresa durante el proceso de bancarrota.

Fiat vuelve así al mercado norteamericano, el cual abandonó en 1983, aunque su otra marca, Alfa Romeo, se mantuvo hasta 1995.