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Finca Don Diego innovó con el Castaño

El Syrah Castaño 2005 es un vino tinto único porque tuvo crianza en barricas de castaño.

El Syrah Castaño 2005 de Finca Don Diego es una original propuesta para aquellos que buscan nuevas sensaciones.
Solo 1.000 botellas numeradas han sido producidas y ya se están comercializando. Con esta propuesta la bodega presenta un nuevo concepto en la elaboración de vinos.

Un poco de historia
El castaño ya tenía antecedentes en Europa, sobre todo en Hungría.
La gran porosidad de esta madera hacía que se desperdicie mucho vino y sea difícil de manejar. Frente a ello la familia Centurión obtuvo una solución, utilizando el ingenio y los recursos de la naturaleza. Con un tostado medio bajo, a 160 grados, estas barricas dieron notas muy particulares.
Los pequeños bosques de castaño, dispersos sólo en tres zonas del país aportaron maderas estacionadas de más de 18 meses, y con gran aptitud, para este nuevo desafío.
Cabe destacar que como los bosques son chicos, sólo se pueden hacer algo más de 10 barricas al año.

Cosecha
Este Syrah, proveniente de la mejor selección de los añejos parrales de su finca, fue cosechado en febrero 2005, criado en tanques de acero durante 12 meses, para luego pasar a las exclusivas barricas de madera de Castaño, donde se crió por otros 6 meses, poniéndose en botella en septiembre de 2006.
Con 6 meses de estiba en cava subterránea a 17° de temperatura, este Syrah diferente es un vino para guardar, con una evolución favorable durante los próximos 36 meses.

Características del vino
Tiene un color violáceo. Los aromas son especiados y frutados Con una particular nota a café y dulce de leche, pocas veces visto.
Es un vino ideal para acompañar guisos de cordero, y pastas con salsas mediterráneas a base de aceitunas, panceta o alcaparras.

Nota de cata:
Color violeta intenso, con reflejos, brillantes de tonos rojos. La tipicidad notable de este varietal Syrah se refuerza con una incomparable nota a café torrado pocas veces tan bien reconocido tanto en el aroma como en el gusto.
En el post gusto, se reconocen nuevamente frutas rojas muy maduras, siendo un vino de complejidad abierta. El castaño, aporta en un breve lapso de tiempo, un bouquet rústico, que en vinos, sin mucho cuerpo, y estructura, no se apreciaría tanto como en estos tintos tan estructurados, y tánicos. La gran porosidad, de esta madera, provoca una microxigenación más elevada, dándole al vino, un equilibrio pocas veces visto en tan poco tiempo de uso.

Para mayor información: www.fincadondiego.com