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Francia y Alemania, visiones contrapuestas sobre el futuro de la eurozona

En la víspera del Día de Europa (9 de mayo), una nueva investigación del International Business Report (IBR) de Grant Thornton revela que las empresas en Francia y Alemania – las dos economías más grandes de la eurozona- son un mundo aparte en lo que respecta a sus puntos de vista sobre el futuro del bloque. Esto pone de relieve la preocupación sobre la falta de claridad en la visión del rumbo de la eurozona, que podría llevar a una incertidumbre paralizante de los negocios y, en última instancia, dañar las perspectivas de crecimiento.

El IBR indica que las empresas en Alemania se muestran mucho más abiertas a una mayor integración en comparación con sus homólogas francesas, haciendo eco del pedido realizado por la canciller alemana Angela Merkel por una unión más profunda entre ambas economías. Las empresas alemanas apoyan en un 61% una mayor integración política y en un 76% una mayor integración económica, mientras que Francia lo hace en 35 y 69 puntos porcentuales, respectivamente.

La investigación también consultó a las empresas qué pensaban de la adopción del euro hasta el momento. En Alemania, el 85% sostiene que esto es algo positivo, por encima del 79% registrado el año pasado. Por el contrario, la proporción en Francia que describió la adhesión al euro como un rasgo positivo se redujo de 71 a sólo 64 puntos porcentuales -el nivel más bajo en todo el grupo de la eurozona. Por otra parte, uno de cada cinco empresarios franceses (20%) describe la adopción del euro como algo negativo (esta fue la proporción más alta de la eurozona y muy por encima del resultado Alemania, que tuvo sólo 7%).

Arnaldo Hasenclever, Managing Partner de Grant Thornton Argentina, comentó: “Francia y Alemania han ido, históricamente, a la vanguardia de los esfuerzos por la integración europea, desde la creación de un mercado único, a la introducción de una moneda única. Por desgracia, en la víspera de la declaración de que en última instancia condujo a la creación de la Unión Europea, estamos viendo que la opinión de las dos mayores economías de la eurozona es divergente.

“La preocupación de las empresas es por la falta de claridad de la visión. La región ha pasado por, tal vez, su momento más difícil desde que la UE se creó, y las elecciones italianas y el rescate de Chipre nos indican que la crisis está lejos de terminar. Es necesario un liderazgo fuerte y unido para poner fin a la incertidumbre actual y animar a los líderes de negocios a realizar las inversiones que conduzcan al crecimiento y el empleo”.

Con Alemania en camino a un superávit presupuestario en 2013 y con Francia próxima a no cumplir su objetivo de un déficit del 3%, los líderes de negocios en estas dos economías tienen comprensiblemente diferentes puntos de vista sobre la perspectiva de compartir la deuda. Sólo un 32% de las empresas en Alemania apoyaría la introducción de los llamados eurobonos en el mercado, aproximadamente la mitad de la proporción que la apoyaría en Francia (60%).

Arnaldo Hasenclever añadió: “La cuestión en torno a los eurobonos actúa como un indicador de confianza de los empresarios en la capacidad que tiene la economía de pagar la deuda. Los niveles de deuda pública total de las dos economías no son demasiado diferentes, pero la comunidad empresarial alemana posee claramente más confianza que la comunidad de negocios francesa”.

Los negocios fuera de la Unión Europea apoyan aún menos una mayor integración europea, lo que aumenta los temores de una “Europa en dos velocidades”. Sólo el 14% de otras empresas de la UE apoya una mayor integración política, y sólo el 32% la integración económica (cifras que sólo alcanzan un 6% y 20% en el Reino Unido). Otro 29% de estas economías no quiere ningún tipo de integración, comparado con un 9% en la eurozona. Mientras tanto, el atractivo de la UE se está desvaneciendo entre los líderes de negocios fuera de la unión: el 51% cree que una mayor integración sería una ventaja, frente al 62% consultado el año anterior.