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Fraudes digitales: cómo proteger la banca móvil

Fraudes digitales: cómo proteger la banca móvil

La banca digital en México enfrenta un momento decisivo. Mientras el canal móvil creció 40% entre 2021 y 2024, las amenazas cibernéticas se sofisticaron exponencialmente. El país se posicionó como el segundo más atacado en ciberseguridad en 2023, solo detrás de Brasil.

Las instituciones financieras buscan un equilibrio crítico entre seguridad y experiencia de usuario. El reto es proteger a los clientes sin interferir en una interacción digital fluida y sin fricciones.

El panorama actual de amenazas digitales

En 2023, México reportó más de 5.8 millones de quejas por fraudes digitales, un aumento del 20% respecto al año anterior. Aunque el 70% de los casos se resolvió a favor de los usuarios, solo se recuperó el 24% del dinero perdido.

«La tecnología es un medio, pero la ingeniería social es el entendimiento de cómo engañar a los usuarios. Proteger al usuario no es solo técnico; requiere inteligencia, anticipación, contexto y entendimiento del comportamiento», indica César Castillo, Digital Business Expert in Fraud Prevention de Topaz.

Principales amenazas en México

El auge de herramientas basadas en inteligencia artificial sofisticó las amenazas digitales. Los principales ataques reportados incluyen:

  • Phishing y smishing, con un crecimiento de más de 220%, utilizando IA y diseño profesional
  • Account takeover, a través de la suplantación de identidad que aumenta más del 61% trimestre tras trimestre
  • Deepfake, malware móvil, troyanos bancarios y SIM swap
  • Ingeniería social avanzada, manipulación psicológica para obtener accesos privilegiados

El costo del abandono digital

Más del 60% de los clientes desiste de una operación si el proceso de autenticación o navegación es engorroso. En un entorno donde la confianza es clave, cada clic perdido representa una oportunidad desperdiciada para fidelizar.

«La banca digital vive un momento clave, los clientes quieren velocidad, personalización y confianza, pero con este crecimiento de canales digitales viene una nueva ola de amenazas, donde la ciberseguridad será un habilitador clave de esta experiencia con un enfoque claro; no entorpecer los procesos», mencionó Jesús Tavera, Digital Growth Business Manager de Stefanini Cyber.

Cuatro pilares para la experiencia bancaria del futuro

Para construir experiencias bancarias seguras, fluidas y personalizadas, las instituciones deben atender cuatro grandes expectativas:

1. Accesibilidad omnicanal

Iniciar un proceso en un canal (como una app móvil) y terminarlo en otro (como una sucursal digital), sin requerir múltiples contraseñas o tokens.

2. Seguridad invisible

Validaciones en tiempo real que no interrumpan la experiencia del usuario, con autenticación transparente y no invasiva.

3. Personalización inteligente

Anticipación a las necesidades del cliente basada en patrones de comportamiento y análisis predictivo.

4. Transparencia con trazabilidad

Control total sobre datos y transacciones, acompañado de alertas claras y la posibilidad de actuar ante anomalías.

La arquitectura de seguridad integrada

Los especialistas hacen un llamado al sector financiero para adoptar una visión holística de la transformación digital, donde la seguridad no sea un obstáculo, sino una ventaja competitiva.

«Superponer capas de seguridad sin estrategia simplemente frustra a los clientes. Lo que se necesita es una arquitectura pensada para acompañar al usuario sin interrumpirlo», explican los expertos.

Esto implica reemplazar soluciones aisladas por estrategias unificadas que conecten seguridad, inteligencia artificial, análisis de comportamiento y experiencia de usuario.

Hacia una ciberseguridad invisible

El futuro de la banca digital radica en desarrollar sistemas de seguridad que protejan sin ser percibidos. La mejor ciberseguridad es aquella que el usuario no nota, pero que sí lo protege efectivamente.

Las instituciones financieras que logren este equilibrio tendrán una ventaja competitiva significativa en un mercado cada vez más digital y exigente.