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Gestionar desde la nube, la nueva tendencia

La tecnología avanza de manera constante, y en su andar va modificando las costumbres laborales, armando una nueva cultura de trabajo. Esto es algo claro cuando se analiza el fenómeno del Cloud Computing o la Nube, una tendencia que empezó en los proveedores de servicios de Internet a gran escala.

Este cambio trajo numerosas ventajas, como el origen de una arquitectura de sistemas de recursos distribuidos de manera horizontal, que son gestionados mancomunadamente y que pueden ser aplicados desde cualquier equipo, sin importar la localización del usuario.

En este sentido, el software como servicio está en el estrato más alto pues caracteriza a una aplicación completa, más todavía en aquellas que corren en la infraestructura del proveedor y sirve a múltiples organizaciones de clientes. Así, el cloud computing es el nuevo modelo de prestación de estos servicios, permitiéndole al usuario acceder a sus aplicaciones y la información en todo lugar.

Con esta metodología cada usuario tiene online un catálogo de servicios estandarizados que responden a sus necesidades laborales, y que se adaptan fácilmente a las características de los distintos rubros. Además, permiten que se puede amoldar rápidamente a los picos de trabajo, tanto el software como las facilidades de los trabajadores.

Uno de los cambios más grandes de esta solución es que, con el tiempo, se van ampliando las aplicaciones basadas en la red, generando beneficios para proveedores y clientes. Los primeros son capaces de agrandar sus respuestas de negocio y los segundos ven con alegría como se vuelven cada vez menos dependientes de lugares físicos.

Dinamismo, eso es lo que caracteriza a esta tendencia que posee un alto grado de automatización, una rápida circulación de los recursos y los datos, un precio flexible y más accesible, una virtualización de los espacios de trabajo, se adapta a las demandas más exigentes y evita el uso de software pirateado.

Por todo lo dicho, es bueno destacar los beneficios de este tipo de plataformas:

• Las actualizaciones son automáticas y se evita la pérdida de tiempo de los programas clásicos que pedían pasar todo el proceso y reiniciar la máquina. Además, van guardando el trabajo de manera automática, incluso durante la actualización.
• Son óptimas para los trabajos en red, ya que por su origen se integran con mucha facilidad al resto de las aplicaciones y mantienen los datos en la nube, permitiendo que todos los usuarios habilitados accedan a ellos sin requerir que el equipo esté conectado.
• Se reducen los tiempos de inactividad, ofrecen una completa recuperación de datos y tienen una gran capacidad de adaptación a los distintos mercados, empresas y demandas.
• Es un modelo simple, que no requiere grandes inversiones para comenzar el negocio. Incluso, algunos proveedores aportan lo mínimo que se requiere de hardware.
• La implementación es rápida, sin tantos riesgos y con una mayor respuesta para adaptarse a los conflictos que pueden ir apareciendo. Las aplicaciones, al estar online, están disponibles en cuestión de horas o días, y no tardan semanas o meses como pasaba anteriormente.
• Por último, usan eficientemente la energía y se reduce notablemente el desperdicio pues ya no son requeridos los servidores que consumen mucho más que los dispositivos personales.