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Golf a orillas del mar

La zona atlántica colombiana es dueña de unos lugares donde se respira naturaleza pura y también de algunos de los mejores campos de golf de Sudamérica. Entre ellos se destacan los clubes Country y Caujaral en Barranquilla, y Campestre en Cartagena. Para los turistas que además de ir a jugar al golf quieran disfrutar de un maravilloso fin de semana, en Cartagena encontrarán una gran variedad de restaurantes, vida nocturna, eventos culturales y la posibilidad de encontrarse a Gabriel García Márquez caminando por sus calles.

El Club Campestre Cartagena está diseñado por Rafael y Jaime Villegas a cinco metros sobre el nivel del mar, donde pueden verse atardeceres increíbles. Su clima varía en dos épocas del año, a las cuales el jugador debe adaptarse. De diciembre a abril el clima calido y seco hace que jugar sea muy duro, ya que la bola rueda mucho, el rough pierde la grama y se agrieta. De mayo a noviembre no hace tanto calor, entonces el campo se ablanda y la bola rueda menos. Este espacio encantador tiene tres lagos que cruzan cinco hoyos, donde se pueden encontrar patos silvestres, canarios, garzas, e iguanas, entre otros animales.

El renovado Club Lagos de Caujaral, ubicado a las afueras de Barranquilla, debe su nombre al “Caujaro”, un árbol silvestre típico de la zona, cuyas hojas cubren el terreno. En este paraíso deportivo todos los años desde 1972 se celebra el Abierto de Golf del Caribe, con la participación de destacados jugadores nacionales e internacionales. La época ideal para visitarlo es de mayo a octubre, ya que la abundante lluvia y poca brisa permiten controlar mejor la bola. Lo contrario sucede de noviembre a abril, cuando el campo se pone duro, la bola rebota más y el viento interfiere en su vuelo. El campo fue diseñado por el renombrado arquitecto de golf Joseph L. Lee para jugadores que disfrutan de los retos.

El Country Club Barranquilla también cuenta con dos temporadas muy distintas. Entre mayo y noviembre es un campo pesado, la bola rueda poco, los roughs son altos, sus greens francos, hay abundantes lluvias y poco viento. Y de diciembre a abril, el clima es seco, los fairways son duros y los roughs son áridos. Los fuertes vientos pueden alcanzar los 80 Km por hora y desviar la bola hasta 40 yardas. Este campo construido al nivel del mar, diseñado por North Rop, está rodeado de paisajes incomparables que hacen del juego una experiencia relajante y al mismo tiempo desafiante.

Estos son solo ejemplos de las más de 55 canchas de golf que hay en Colombia, que perfilan al país como un destino internacional para los amantes de este deporte que se dejen llevar por el encanto de su tierra.

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