Veinte años atrás, muchos pensaban que sería una locura para el mendocino promedio –siempre anclado en la ciudad–trasladarse hasta Guaymallén para hacer sus compras o entretenerse. El Mendoza Plaza Shopping fue una gran apuesta en su momento y no faltó quien dudara de la continuidad del emprendimiento. Entonces, cerca de allí se había instalado uno de los primeros grandes hipermercados que tuvo Mendoza, Carrefour.
Los primeros pasos dados en aquellos años tal vez presagiaban lo que, en la actualidad, sucede en el departamento más populoso de Mendoza que -el año próximo- contará con el récord de centros comerciales, malls o shoppings y tendrá cinco de estos sitios de compras y servicios en pleno funcionamiento. Hoy por hoy, existen dos abiertos, un tercero a punto de inaugurar y un par más en obras avanzadas.
Al histórico Mendoza Plaza, el año pasado se sumó -a metros de allí- el llamado Blas Shopping, que -aunque pequeño- lucha por posicionarse entre los denominados centros comerciales “de cercanía”. En breve, en tanto, abrirá sus puertas Alto Dorrego Mall, un emprendimiento ubicado al lado del hipermercado Walmart, mientras que, a la altura de éste pero del otro lado del Acceso Sur, La Barraca Mall toma forma y se adivina importante. En tanto -fuera de los más urbanos distritos de Dorrego, Las Cañas y Villa Nueva- el centro comercial del bautizado Pueblo Nuevo en Kilómetro 11 está a punto de comenzar con la segunda etapa.
La incógnita que se develará más adelante es el modo en que se repartirá la torta del mercado entre estas cinco propuestas en un mismo departamento, así como las características que -finalmente- los usos y propuestas irán imponiendo.
La nutrida oferta de sitios para hacer compras se enmarca no sólo en el crecimiento del consumo como estrategia económica nacional -más allá de cierto estancamiento actual-, sino también en el proyecto de una provincia que busca acrecentar su perfil turístico.
Empresarios y especialistas coinciden en que Guaymallén tiene accesos inmejorables, así como uno de los crecimientos poblacionales más importantes del Gran Mendoza, con una buena cantidad de nuevos barrios privados y complejos de clase media alta en algunas zonas.
Cerca pero diferentes
“Algunos destacarán el servicio y otros la proximidad. Nosotros mantendremos el alto nivel de marcas como distinción principal”, observó el gerente del Mendoza Plaza Shopping, Diego Lago, quien prefiere no arriesgar el modo en que podría repartirse la torta en el futuro. Para él, habrá que ver en qué hará foco cada uno de los emprendimientos.
De hecho, y más allá de que los economistas no son muy optimistas sobre el futuro de la economía del país, lo cierto es que -al menos hasta ahora- cada propuesta se diferencia entre sí a pesar de estar a muy pocos kilómetros una de otra. A la apuesta por las marcas y la exclusividad, el centro que dirige Lago y que en diciembre celebra los 20 años también tiene a su favor la trayectoria, que le sirve no sólo para, entre otras cosas, realizar convenios con bancos y brindar más servicios, sino sobre todo para ser uno de los paseos tradicionales del fin de semana mendocino.
A pocas cuadras de allí, en la esquina de Lincoln y Froebel, Blas Shopping -un sitio más pequeño que los demás- apuesta a combinar calidad con precios accesibles. A poco de cumplir un año de vida (15 de setiembre), el proyecto continúa la tarea de sumar servicios, como un gimnasio oficial de spining así como opciones de gastronomía, con una heladería y una franquicia de empanadas recientemente inauguradas.
A no más de cuatro kilómetros, Alto Dorrego Mall está a punto de ver la luz. Ubicado en el predio del Walmart de Guaymallén, no sólo tiene a su favor un tráfico de gente que ya frecuenta el espacio, sino que se diferenciará de los otros porque contará con un importante y moderno centro médico. “Apuntamos a lograr una sinergia entre el hipermercado, el patio de comidas existente, el servicio para autos y los consultorios con 25 especialidades”, confió Walter Aleman, responsable de este “shopping de proximidad”.
Como uno de los sitios más alejados dentro de la zona urbana del departamento pero, al mismo tiempo, con ágiles conexiones, Giménez Rilli Desarrollos Inmobiliarios acaba de comenzar la obra de la segunda etapa de un centro de servicios y comercios abierto al público que estará al lado del barrio Las Cortaderas, en Kilómetro 11, un lugar al que ellos han bautizado como “Pueblo Nuevo”.
“No apuntamos tanto a tener locales de ropa sino más bien a brindar todo tipo de servicios. Desde panadería o un mercado hasta gimnasio, sauna o jardín maternal, por ejemplo”, contó Juan Manuel Giménez Rilli, quien agregó que la idea es terminar todo a fines de 2013 ya que, aunque podrían hacerlo antes, prefieren primero priorizar el barrio.
Por último, en los terrenos donde antiguamente funcionaba el balneario Acuapark, La Barraca Mall también avanza en la zona de Las Cañas. El proyecto pertenece al grupo Cioffi y se destaca del resto por ser a cielo abierto. Éste también está asociado a un barrio que tiene el mismo nombre y está al este de la calle Las Cañas. Aunque para esta nota no se pudo contactar a los responsables de este megaemprendimiento, en su momento Adolfo Cioffi confiaba en que “cada emprendimiento comercial lograría diferenciarse y encontrar su público”.
A cinco minutos del Centro
“Guaymallén tiene algo que es espectacular y son tanto sus accesos directos hacia la ciudad y otros puntos del Gran Mendoza como el crecimiento de barrios y centros comerciales que se están dando en la zona”, definió Giménez Rilli, quien también contó que por este motivo cada vez más gente elige este departamento para vivir.
En este sentido, Aleman coincidió y agregó que la conexión que tiene Dorrego con otros departamentos es “inmejorable”. Del mismo modo, para Lago se trata de un departamento atractivo por su gran densidad poblacional y porque es de fácil acceso. “Lo atraviesan las tres grandes arterias de Mendoza”, sostuvo.
Al respecto, Gerardo Montaruli, presidente de la Federación Argentina de Arquitectos, coincidió con las mencionadas características de Guaymallén, pero lamentó la escasa planificación por parte del municipio a la hora de otorgar la habilitación a este tipo de espacios que -según su visión- cierran la traza urbana del mismo modo que lo hacen los barrios privados.
Los posibles clientes
Los responsables de los proyectos aseguran que han realizado sus análisis y proyecciones económicas, y aunque prefieren no explicitarlas, dicen que las personas desean -cada vez más- comprar en sitios que les queden cómodos, que posean estacionamiento y, si es posible, que estén cerca de su casa.
Las variables hacia futuro son numerosas y el panorama aún no está muy claro sobre lo que sucederá, aunque las perspectivas no son las más alentadoras en el corto y mediano plazo. Para el economista Daniel Garro, es posible que los nuevos proyectos hayan sobreestimado la demanda futura en base a datos de dudosa procedencia sobre el crecimiento de la economía del país.
“Hay varios aspectos del mercado que esa gente debe haber estado mirando. El principal está relacionado con el tema turístico”, agregó el experto. Una apuesta posible, para él, podría estar en una devaluación de la moneda algo más rápida que la que se está dando en la actualidad, con lo que el país, y por tanto Mendoza, volvería a estar barato para los turistas extranjeros, aunque las compras serían más caras para quienes ganan en pesos.
Sin embargo, la última es una apuesta que se corroborará con el tiempo. Mientras tanto, lo concreto es que ni el crecimiento vegetativo de la población mendocina ni las perspectivas económicas indicarían que los nuevos negocios tendrán importantes réditos al menos hasta que la economía salga del actual cepo en que está metida, con restricciones cambiarias y de importaciones de por medio.
“Hay que observar qué porcentaje de la población local puede hacer sus compras en sitios como los shoppings, que apuntan a un alto poder adquisitivo”, agregó Sergio Papi, especialista en temas económicos. Según su visión, más allá del crecimiento económico de los últimos años, no se ha observado una real movilidad social ascendente que pueda indicar que más mendocinos tendrán capacidad para proveerse en estos centros comerciales, que por otra parte están teniendo problemas para mantener sus marcas de lujo, altamente complicadas con las trabas a las importaciones.
En este sentido, Roberto Melimaci, responsable de Blas Shopping, expresó que el freno al consumo verificado en el primer semestre de este año complicó un poco los planes del centro comercial.
