Es la evolución de la primera clase o el retorno a la época cuando volar era “glamuroso”: un número creciente de aerolíneas está ofreciendo sillones cama para pasajeros internacionales de primera clase o clase de negocios.
Al contrario de los asientos cama que mantienen un ángulo, o sea, parcialmente reclinables, los sillones cama se reclinan 180 grados. Las dimensiones de las camas varían según la aerolínea: las de Virgin Atlantic son de 2,02 metros; las de British Airways son de 1,98 metros en primera clase y de 1,83 metros en clase de negocios.
“Puedo dormir sin tener que encoger los pies ni doblar las rodillas -dijo Andy Abramson, director de una compañía internacional-. Cada vez que abordo un vuelo de la Costa Oeste a Londres, paso durmiendo de la mitad a dos tercios del vuelo, más que lo que duermo en casa. Facilita mucho las cosas bajar del avión y funcionar bien.”
A consecuencia de la desregulación y la creciente competencia, la dinámica económica de la industria aeronáutica ha cambiado, dijo Dan Petree, decano de Negocios en la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle. “Estamos presenciando intentos de las aerolíneas de diferenciar sus marcas, por tratar de crear un valor adicional.”
British Airways fue la primera, en 1996, en colocar asientos cama completamente reclinables para pasajeros de primera clase. Otras aerolíneas siguieron su ejemplo, incluyendo South African Airways, Virgin Atlantic, Air Canada, Cathay Pacific y Singapore Airlines. Las aerolíneas estadounidenses, afectadas por problemas financieros, están tratando de ponerse a la par. United fue la primera estadounidense en ofrecer, el mes pasado, camas completamente reclinables en la sección de negocios en vuelos internacionales. Delta planea hacerlo en clase de negocios a partir del año próximo. Y American sigue reemplazando algunos de sus asientos de la clase de negocios con asientos parcialmente reclinables.
