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Hay que pasar el verano: se desploman las exportaciones y se frena la lluvia de dólares

Cuando recientemente desde el Gobierno resaltaron el récord exportador logrado por la Argentina a lo largo de 2008, se apeló a la vieja fórmula de aprovechar los tiempos de vacas gordas y viento de cola para “camuflar” la última parte de la película: la del campo seco y una industria con los motores cansados que prometen un menor caudal de divisas.

En otras palabras, los especialistas destacan que parte del fin del período de crecimiento virtuoso estará sustentado en menos buques portacontenedores, graneleros y petroleros saliendo de las terminales argentinas.

De hecho, según datos oficiales a los que accedió en exclusiva iProfesional.com y que dará a conocer el INDEC el miércoles de esta semana, las ventas al exterior alcanzaron el mes pasado los u$s4.238 M, un 21% por debajo de los u$s5.685 M del mismo período del año pasado.

Esta cifra es preocupante, teniendo en cuenta que ya en noviembre las exportaciones habían registrado la primera caída en 75 meses, luego de exhibir tasas importantes de crecimiento “chinas” mayores al 50%, como en julio y agosto.

Desde la consultora Abeceb.com, el economista Horacio Lazarte sostuvo que estas dos bajas consecutivas se están transformando en una tendencia de lo que va a ser el resto de 2009.

“Además del campo, los sectores más golpeados por la crisis este año van a ser, sin dudas, la industria automotriz, las autopartistas y una muy amplia gama de complejos exportadores que antes tenían en los mercados externos una buena oportunidad si se les caía el consumo a nivel local. Sin embargo, esta ecuación cambió y hoy el golpe lo están recibiendo en ambas direcciones”, explicó.

En la misma línea, Lorenzo Pablo Sigaut, economista de Ecolatina, afirmó que “el panorama no es alentador” para las exportaciones argentinas para este año. Al respecto, estimó que las mismas se desplomarán hasta los u$s60.000 M, una caída del 15,5% frente a los niveles de 2008.

Por su parte, desde la Fundación Standard Bank, estiman una caída del 20%, de los cuales un 12% será por cantidades y un 8% por precios.

Según Raúl Ochoa, miembro del comité académico de la Fundación, “2008 fue excepcional, este año vamos a regresar a los valores de 2007 porque aparte de la sequía, también vamos a sufrir una contracción de la demanda internacional”.

Para el especialista, en 2009 las ventas al exterior de los seis grandes complejos exportadores van a contraerse notoriamente: “Tenemos un panorama complicado, para algunos sectores la situación es absolutamente irrecuperable, como en el caso de cereales, donde no hay defensa de precios, y en petróleo y gas”.

Siin embargo, en el sector privado hay estimaciones aún más pesimistas, como las de Econométrica o las de Orlando Ferreres y Asociados, donde especulan con una baja del 26% y del 29%, respectivamente.

Estas proyecciones ponen en evidencia que, para los consultores, el Banco Central (BCRA) está subestimando el impacto de la crisis internacional y la sequía.

Sucede que el Programa Monetario 2009 -que recientemente el titular de la entidad, Martín Redrado, envió a los senadores- estima un crecimiento de la economía del 4%, mientras que prevé un nivel de exportaciones de u$s69.000 M para todo el año.

De este modo, el BCRA estaría calculando una caída por debajo del 3% con respecto a 2008.

Luz amarilla para la producción
En este contexto, Abeceb.com determinó que, por el tsunami internacional, son cada vez menos los productos que el país vende al exterior que muestran tendencia positiva.

En efecto, mientras que hace dos años las partidas arancelarias con caídas en sus envíos al exterior eran 431 –casi 41% del total-, en el último período este número se amplió hasta las 484 –cerca del 47% de la canasta exportadora-.

Entre los sectores que más vienen de perder posiciones está el de manufacturas de cuero, que pasó de exportar u$s78 M a tan sólo u$s28 M, un desplome del 64%, básicamente por la menor demanda de la industria automotriz de tapizados a nivel global.

La industria minera también padeció la caída de la actividad y los precios más bajos: las ventas al exterior de zinc bajaron 38%. El mineral de cobre, en tanto, generó u$s500 M menos que en 2007.

El abanico es muy amplio y abarca a todo tipo de sectores: neumáticos, motores, envases, aceites, madera e hidrocarburos.

Se contrae la actividad a nivel general
En este contexto, como una suerte de termómetro de lo que viene, desde distintas cámaras vinculadas con el comercio exterior confirmaron que están en alerta ante la caída generalizada de la actividad.

“Estamos sufriendo un parate en lo que es la emisión de los certificados de origen de exportación. En los dos últimos meses registramos caídas del 15% con respecto a los mismos meses del año anterior”, explicó a iProfesional.com Adriano de Fina, gerente de la Asociación de Importadores y Exportadores (AIERA).

“La caída se dio principalmente en certificaciones preferenciales, es decir, para productos que se dirigen a mercados regionales, donde la Argentina exporta con valor agregado”, agregó el directivo.

En la misma línea, Andrés Traverso, del departamento de Comercio Exterior de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), confirmó una merma similar.

“Nosotros movemos commodities, granos y derivados de la industria petrolera y por la falta de cotizaciones por la altísima volatilidad del mercado hay muchas complicaciones”, recalcó.

Un complejo panorama para la industria en 2009
En diálogo con iProfesional.com, Sigaut explicó que “las manufacturas industriales no tiene perspectivas favorables. En la medida que la demanda externa y brasileña no repunte, estas exportaciones van a caer, principalmente por menor volumen. El problema es que el contexto externo adverso y el freno de la economía brasileña no se revertirían este año”.

La evolución de Brasil es clave: el 20% de lo que la Argentina le vende al mundo va a ese mercado. En el caso de la industria automotriz, por ejemplo, la “brasildependencia” es aún superior: 70 por ciento.

El problema radica en que, el mercado financiero de ese país redujo su previsión para la expansión de la economía a un 2%, según la encuesta Focus que se realiza entre un centenar de consultoras.

Esto se va a traducir, indefectiblemente, en menos importaciones de productos argentinos: de acuerdo a proyecciones de la Asociación de Comercio Exterior de Brasil (AEB), las compras externas caerán casi 16% desde los históricos u$s173.207 M alcanzados en 2008.

“Además del freno externo, este sector enfrenta una paulatina apreciación real del peso, que afecta la competitividad del sector , especialmente la depreciación del real pues es el principal destino de las manufacturas industriales”, agregó Sigaut.

El complejo metalúrgico, en crisis
Se trata de uno de los principales actores de la actividad productiva, ya que, se estima, es responsable del 35% de las exportaciones globales de la industria.

De este modo, el año pasado se encargaron de generar ventas al exterior por u$s7.700 M a partir de un amplio abanico de productos: equipos de GNC, remolques, autopartes, maquinaria agrícola y tubos de acero.

El problema de esta rama industrial es que el 70% de estas exportaciones se concentran en cuatro países: Brasil, Chile, EE.UU. y Venezuela.

“Todos estos mercados han o sufrido una merma importante de su mercado interno o devaluaron. Por eso es que insistimos en un tipo de cambio competitivo”, explicó a este medio Sergio Vacca, en ejercicio de la presidencia de la Asociación de Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) en reemplazo de Juan Carlos Lascurain.

Por otra parte, el directivo aseguró que la caída de las ventas que tuvieron en los últimos meses empeorará.

“La industria metalúrgica se maneja con contratos a mediano plazo. Por lo tanto la baja de exportaciones que estamos teniendo ahora no es reflejo de la crisis internacional, es la consecuencia de la falta de competitividad que tenemos desde hace meses”, explicó Vacca.

De este modo, “las expectativas que tenemos para el primer trimestre es que los valores van a caer mucho más, porque ahora sí hay que sumarle la crisis”, alertó.

En este contexto, Vacca pidió medidas concretas para hacer frente a la crisis sectorial: “El Gobierno puede darnos créditos con una tasa al cero por ciento, e incluso con tasa negativa, pero si no tengo mercados en el exterior, ¿para qué queremos el financiamiento?”

“Los retoques económicos no pueden ser cosméticos, se necesitan políticas macro. Es como si a un paciente en terapia intensiva le pintáramos las uñas pero el corazón le está dejando de funcionar”, graficó el directivo, quien el miércoles pasado se reunió con la titular del Ministerio de Producción, Débora Giorgi, para pedirle una batería de medidas para sostener la actividad.

En este sentido, destacó que “la reunión fue positiva. Tratamos un amplio espectro de temas como administración del comercio, competitividad y plantes para incentivar la producción”.

Menos autos argentinos para el mundo
En esta línea, otro de los complejos industriales con un 2009 duro es el automotriz.

Según el director de Abeceb.com, Dante Sica, “si hoy se quiere ser extremadamente optimista, habría que pensar en repetir los mismos niveles de producción de 2008, algo que considero imposible. Por eso, lo ideal sería no perforar el piso de las 500.000 unidades”.

De darse este nivel de producción, implicaría una baja del 16% con respecto a los valores del año pasado.

Ahora, teniendo en cuenta que se exporta el 60% de la producción, en el mejor de los escenarios, la Argentina vendería al mundo 51.000 autos menos.

Renegociación de contratos
Para Diego Pérez Santisteban, directivo de la Cámara de Importadores (CIRA), un punto clave que hay que considerar es que el menor ingreso de divisas por exportaciones de productos industriales va a estar muy influenciado por la merma de los precios internacionales, principalmente del petróleo y derivados.

Es decir, que, además de la contracción de la demanda, ya se están viendo renegociaciones de contratos a la baja.

“El precio del petróleo y el de los minerales no se recuperan. Esto es lo que todo el mundo ve. Lo que nadie ve es que todos los productos en la cadena de valor también están bajando los precios”, explicó.

“Tanto los compradores argentinos como los extranjeros de bienes de consumo e intermedios, están esperando y viendo hasta dónde llega esa tendencia a la baja. En la cadena de valor, si una commoditie baja un 50%, el producto semielaborado va a bajar el 30% y el elaborado el 15%, por la menor incidencia de la materia prima”, sostuvo Santisteban, también director del departamento de Comercio Exterior de Deloitte.

Para ratificar la tendencia, explicó que “tenemos casos de exportadores argentinos del sector petroquímico y del plástico que están llegando al exterior, con operaciones concertadas con anterioridad, y apenas llega la mercadería al puerto los llaman para renegociar los contratos con quitas del 15 al 30 por ciento”.

Según el experto, las empresas argentinas podrían verse perjudicadas en renegociaciones de precios en un amplio abanico de sectores como autopartes, textiles y calzado. Y si bien las bajas de materias primas compensan, a partir de este año los fabricantes locales deberán enfrentar aumentos de servicios, como el de la energía.

La sequía histórica no da tregua al campo
Con respecto al sector agropecuario, Sigaut no ve un panorama alentador: “Tras el fuerte desplome de los precios de las commodities en el segundo semestre de 2008, se suma ahora problemas en la producción nacional por la fuerte sequía que afecta a nuestro país”.

El problema es que “si bien las cotizaciones de la soja y los granos recuperaron algo de terreno en los últimos días, el movimiento se debe mayormente al recorte de la estimación de la cosecha que sufre la Argentina y parte de Brasil”.

En la misma línea, Gustavo López, director de la consultora Agritrend, confirmó que las mejoras de precios no van a alcanzar para compensar la caída en volúmenes. En otras palabras, el alivio fiscal por una soja que de a poco vuelve a los $900 la tonelada en Rosario no es posible.

Sucede que, en el mejor de los escenarios, según el experto, esta campaña va a culminar con una producción de 78 M de toneladas, 20 M menos que el ciclo anterior.

En lo que respecta a la soja, el cultivo estrella de la Argentina, con viento a favor y lluvias a tiempo, la cosecha será de 45 M, unos 5 M menos que el récord proyectado el año pasado.

Sin embargo, todavía hay tiempo para que el panorama sojero empeore: según César Gagliardo, director de la consultora Artegran, “todos los días somos cada vez más pesimistas. Si no mejora el clima la campaña podría retroceder hasta los 37 M, con lo cual, nos estaríamos yendo al nivel de cinco años atrás”.

Al trazar una radiografía de la sequía, Gagliardo sostuvo que “el sudoeste de Córdoba es el único lugar donde el panorama es bueno. El resto es un desastre. Con suerte, los medios de comunicación están mostrando el 60% del problema”.

“Hay molinos que se están quedando sin agua, el tema de la hacienda es gravísimo y los tambos bajaron su producción en un 40 a 50%, la problemática es grande”, agregó.

A modo de síntesis, sostuvo que los piquetes de la abundancia ya son cosa del pasado y cambiaron las reglas de juego: “Parte de los productores que han invertido para esta campaña van a enfrentar un quebranto. Además, antes el propietario del campo ponía su precio y listo. Ahora el que va a poner las reglas de juego es el que va a arrendar”.

Caída de retenciones y movimiento del dólar
Ante este complejo panorama, según estimaciones de la consultora Econométrica, los recursos tributarios vía retenciones se desplomarían un 50% en dólares.

Esto implica que de los u$s11.000 M que recaudó el Estado en 2008 se pasaría a unos magros u$s5.500 M, equivalente a una pérdida de recursos del 1,7% del Producto Bruto Interno (PBI).

En diálogo con iProfesional.com, Ramiro Castiñeira, economista de la consultora explicó que la mayor parte de la caída va a estar dada por los menores precios del petróleo, el verdadero talón de Aquiles de la recaudación fiscal.

Sucede que el Gobierno sólo se queda con lo que supere los u$s42 el barril, “por lo tanto, aún cuando el crudo llegue a los u$s60, la pérdida va a ser de u$s4.000 M”.

En este contexto, Castiñeira sostuvo que “como el desplome de ingresos por retenciones va a ser importante, si bien el Gobierno cuenta con recursos para 2009, sí o sí va a haber una devaluación”.

Esto se debe a que la baja del 50% por derechos de exportación en dólares, con una devaluación del 20% pasaría a ser una caída del 30%, debido a que por cada dólar que entra habría más pesos para gastar.

Para Osvaldo Cado, economista de Prefinex, “en marzo se va a notar que la Argentina está entrando en un proceso fuertemente contractivo y va a comenzar a deslizarse el tipo de cambio. Desde el punto de vista económico no va a tener otra salida”.

En tanto, Castiñeira agregó que “el Gobierno todavía tiene oxígeno para decidir el ritmo de deslizamiento del tipo de cambio. Sin embargo hay una luz de alerta porque si volvemos a ver la fuga de capitales del año pasado ahí va a mandar el mercado”.