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Industria vino neocelandesa optimista cambio climático

El calentamiento global, que está amenazando la viabilidad de la industria del vino asolada por la sequía en Australia, podría ser de gran ayuda para la vecina Nueva Zelanda, que ha estado gozando de una creciente reputacin por sus vinos de calidad.

Los vinos sutilmente saborizados de Nueva Zelanda, en su mayoría blancos como el Sauvignon Blanc, pero también tintos como el Pinot Noir, están apareciendo en las mesas de refinados restaurantes de Londres a Los Angeles y están ganado medallas en prestigiosas exposiciones internacionales.

Pese al éxito en la producción de vinos de calidad, hace mucho que Nueva Zelanda tiene problemas para producir en cantidades significativas para la exportación, debido a su clima.

Nueva Zelanda es uno de los países ubicado más al sur del mundo y los cortantes vientos de la Antártida hacen que sea difícil cultivar las uvas apropiadas para el vino

Pero puede que eso cambie.

Se espera que las temperaturas más elevadas, debido al calentamiento global, hagan que zonas frías de Nueva Zelanda sean más templadas y más adecuadas para el cultivo de la uva.

De modo que no sorprende que los cultivadores de uva de Nueva Zelanda estén optimistas por un futuro con cambio climático.

“La situación global para el vino de Nueva Zelanda es muy, muy buena,” dijo Philip Gregan, director ejecutivo del organismo de la industria de viticultores de Nueva Zelanda.

El vino sólo se produce en las zonas más cálidas y secas del país, principalmente Gisborne y la bahía de Hawke, sobre la costa este de la Isla Norte, así como en Marlborough en la parte superior de la Isla Sur.

Pero si las temperaturas en Nueva Zelanda subieran uno o dos grados como se predice, entonces el cultivo de la vid podría extenderse a otras regiones del país, que actualmente son demasiado frías o húmedas para contener a las uvas, dijo Gregan.

“Eso ampliará el rango de oportunidades de las que disponemos y, de algún modo, eso podría ser positivo para nosotros,” dijo Gregan. “Podríamos extender nuestro rango de estilos de vinos o podríamos lograr cultivar uvas más arriba de las laderas.”

Mientras tanto Australia, el mayor competidor de Nueva Zelanda en el mercado internacional de exportación de vinos, está enfrentándose a disminuciones en la producción y una caída en la calidad de sus vinos reconocidos internacionalmente, debido al calentamiento global.

Ello, porque el cambio climático ha ayudado a traer la peor sequía del país en un siglo y que podría hacer que algunas zonas sean demasiado cálidas y secas para el cultivo de la uva.

VINOS FINOS
A medida que el sol de verano cae sobre su viñedo bordeado por árboles, el vinicultor neozelands Clive Paton cree que el prospecto para la pujante industria luce mejor que nunca, mientras crece rápidamente la demanda global.

“Las cosechas año tras año y con eso los vinicultores tambin estn mejorando con el tiempo,” dijo Paton, quien compró una manzana árida de 5 hectáreas y fundó la etiqueta Ata Rangi hace 27 años.

Ata Rangi está ubicada en Martinborough, una región vinicultora a sólo una hora de auto de la capital Wellington. La pequeña ciudad, enclavada en un valle, cuenta con su propio microclima que es más cálido y seco que las regiones circundantes.

Pero el clima está cambiando lentamente. Paton dijo haber notado un número cada vez más grande de escarchas primaverales.

Las bajas temperaturas nocturnas pueden tener consecuencias desastrosas para la joven fruta de la parra si esta queda recubierta por hielo, ya que esto mataría a la fruta.

Pero estas heladas son un arma de doble filo, porque las grandes variaciones entre las temperaturas del día y la noche también ayudan a desarrollar los compuestos dentro de las uvas que producen sabores más ricos.

A medida que los vinicultores naveguen por los patrones climáticos para producir uvas de alta calidad, el vino neocelandés está ganando una reputacin internacional por su alta calidad.

Los bajos volúmenes hacen que los viticultores tengan que concentrarse en producir vinos de alta calidad para obtener buenas ganancias.

Un estudio del 2005 llevado a cabo por Rabobank, el banco con sede en Holanda que se especializa en el negocio alimenticio y agrícola, encontró que los vinos neocelandeses alcanzaban el precio más alto de aquellos del “Nuevo Mundo,” con un promedio de 5,25 dólares por litro, seguidos por los vinos australianos a 2,92 dólares y los de Estados Unidos a 2,17 dólares.

La cantidad de vino que el país puede producir siempre será limitada, un factor que contribuye a su imagen de alta calidad. Los vinos de Nueva Zelanda representan aproximadamente el 1,0 por ciento de las exportaciones de vino mundiales.

Pero si las uvas pueden ser cultivadas en más zonas del país montañoso y volcánico, entonces Nueva Zelanda podría aprovechar su nueva reputación como productor de uno de los vinos blancos más finos del mundo.

El Sauvignon Blanc de la región Marlborough ha sido clave en el posicionamiento de Nueva Zelanda. Marcas como Montana y Kim Crawford y Tohu, que han recogido medallas en International Wine Challenge de Londres, han ayudado a reforzar la imagen.

CRECIENTES EXPORTACIONES
La viticultura en Nueva Zelanda es casi tan antigua como el asentamiento de europeos y las primeras uvas fueron cultivadas por misionarios franceses en la región de la Bahía de Hawke, en la Isla Norte a mediados del siglo XIX.

La influencia de los inmigrantes europeos fue fuerte en los primeros días y colonos como Josep Babich de Dalmacia y Nikola Delegat de Croacia plantaron viñedos y fundaron etiquetas que todavía llevan sus nombres.

Durante más de un siglo, el vino sólo era bebido localmente y las exportaciones comenzaron en las décadas de 1970 y 1980 del siglo XX.

En los últimos 10 años, el valor del vino que estaba siendo exportado creció de 75,9 millones a 698,3 millones de dólares neocelandeses y la industria predice que para el 2010 alcanzará a770 millones de dólares.

El número de bodegas en Nueva Zelanda también se ha expandido de 90, cuando Paton comenzó en 1990, a casi 600.