Hace menos de diez años, los industriales argentinos se quejaban de que el 1 a 1 estaba haciendo que cada vez más fábricas dejaran el país para instalarse en Brasil, que acababa de devaluar su moneda. Hoy, la situación es completamente diferente, y la apreciación del real brasileño frente al dólar y el resto de las monedas impulsa la llegada de nuevas inversiones al mercado local, no sólo para reemplazar la importación de productos desde Brasil, sino también para conquistar nuevos mercados regionales en los que los fabricantes del socio mayor del Mercosur perdieron competitividad.
Los beneficios del efecto que produce el llamado “superreal” -que el viernes último cerró a una cotización de 2,06 reales por dólar- los están cosechando empresas argentinas de una amplia variedad de rubros, que incluye desde fabricantes de electrodomésticos hasta autopartistas, pasando por textiles y bodegas.
En todos los casos, las firmas locales destacan que la primera ventaja de la revaluación del real es que hoy ya no enfrentan una competencia tan agresiva de la producción brasileña en el mercado doméstico. “A partir de 2004 se produjo un ingreso masivo de televisores brasileños, que en 2005 llegaron a representar el 15% del mercado local, pero a medida que la cotización del real fue subiendo frente al dólar, la incidencia de los productos de ese país empezó a caer y hoy está claramente por debajo del 10%”, explicó Enrique Jurkowski, presidente de la Asociación de Fábricas Argentinas de Terminales de Electrónica (Afarte) y vicepresidente de Radio Victoria, que acaba de concretar una inversión de $ 35 millones para comenzar a fabricar televisores de LCD con la marca Hitachi en Tierra del Fuego.
Los fabricantes de heladeras también están cosechando los beneficios de la apreciación del real, no tanto porque los productos locales hayan podido hacerse un lugar en Brasil, sino más bien porque las heladeras argentinas están desplazando a la competencia brasileña en mercados vecinos. “Ya entramos en Bolivia, Paraguay y Uruguay, lo que, sumado a la mayor demanda local y la baja en el ingreso de productos brasileños, nos llevó a ampliar nuestra planta en Rosario con una inversión de 1 millón de dólares”, explica Roberto Lenzi, presidente de la Cámara Argentina de Industrias de Refrigeración (Cairaa) y de la firma rosarina Briket.
Lenzi destaca que con la recuperación del mercado se están beneficiando no sólo las empresas nacionales, como Briket, Kohinoor, Helametal, Neva o Bambi, sino también las multinacionales instaladas aquí. “Hoy, Gafa y Mabe ya dejaron de importar de otras fábricas que tienen en el mundo y están abasteciendo el mercado local íntegramente con la producción de sus plantas”, explicó Lenzi.
El efecto del “superreal” también se empezó a sentir en el mercado de lavarropas, que de a poco va recuperando inversiones. “El tipo de cambio juega un papel importante en nuestro negocio y, de hecho, hoy un lavarropas en nuestro país es un 30% más barato que lo que le cuesta a un consumidor brasileño comprar el mismo producto fabricado en su país”, reconoció José Robem, gerente general de José Alladio e Hijos, una empresa cordobesa que acaba de anunciar una inversión de US$ 10 millones en una nueva línea de lavarropas en su planta de Luque.
Dominio nacional
Las bodegas argentinas también se encuentran entre las más beneficiadas por la revaluación del real, ya que los vinos mendocinos están empezando a dejar de ser un lujo para los consumidores brasileños. En este sentido, los grandes perdedores son los productos chilenos, que hasta el año pasado dominaban este mercado. “El año pasado el vino argentino ya había desplazado a los chilenos en varios Estados, y ahora el dominio se extendió a todo Brasil”, explicó Marcelo Burgos, director comercial de la bodega Barale Biurrun, que este año venderá más de un 80% de su producción en el mercado brasileño.
Igualmente, Burgos explica que los importadores brasileños están buscando renegociar los acuerdos de manera de poder compartir algunos de los beneficios provocados por la apreciación de su moneda. “Nos piden compartir las ventajas de la revaluación del real, aceptando alguna baja en los precios”, explica Burgos.
El economista Dante Sica destaca que, históricamente, las exportaciones argentinas a Brasil fueron más sensibles a una mejora en el ingreso de la población de ese país que a un diferencial en el tipo de cambio, lo que no quita que las firmas locales no puedan cosechar los beneficios de esta revaluación del real. “Se trata de una noticia muy buena, tanto para las pymes de origen industrial, que tienen un mercado muy interesante en Brasil, como para sectores como el calzado o el textil, que en los 90 habían sufrido por el ingreso de productos importados”, explicó.
80% Es el porcentaje de la producción que una bodega venderá en Brasil este año
30% Es lo que paga de más un brasileño por un lavarropas fabricado en su país
15% Es la participación que llegaron a tener los TV de Brasil; hoy es inferior al 10%
