En materia de consumo per cápita, está calculado que el argentino ingiere en promedio 3 kilos de chocolate por año, medida que abre una perspectiva de crecimiento, frente a los 10 kilos por habitante de Suiza o Gran Bretaña. Mientras tanto, Chile y Brasil lideran el consumo en Latinoamérica.
En el mercado argentino de consumo del chocolate, los consumidores comenzaron a volcarse a productos más selectivos con mayor valor agregado y lo sorprendente es que la gente compra en toda época del año, quizá impulsada por la idea de que el chocolate hace bien o como un fiel exponente del “Emotional Food”.
El Estudio Canudas – Consultores en Franchising – investigó sobre las chocolaterías argentinas en el afán de conocer sus métodos de expansión comercial y con el objetivo de mostrar la tendencia de estos ricos negocios.
La pesquisa muestra que son al menos 30 las chocolaterías reconocidas en la Argentina. Sólo 4 son las que otorgan franquicias de su marca, y de ellas 2 podrían ser consideradas “cadenas”, con más de 10 locales: La Abuela Goye (17) y La Casita del Bosque (10). Este panorama refleja un mercado potencial para las marcas de chocolaterías que todavía no han tomado la decisión de expandirse de la mano de capital y gestión de terceros. Al igual que en otros países, desde la famosa Chocolat Factory en Barcelona hasta la empresa Manjar de Oro en Santa Cruz, Bolivia.
Alrededor de 100 son los locales que suman estas marcas, y en su mayoría están concentrados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Gran Buenos Aires (54% del total), en los centros turísticos del sur de país como Río Negro (13%), Neuquén (5%) y Santa Cruz (3%), y en la zona de balnearios de Buenos Aires (14%). Estos números denotan la tendencia que las empresas vienen viviendo un proceso de expansión que se inició en las zonas ligadas al frio y al turismo invernal, pasando a las zona turísticas relacionadas con las la temporada estival (costa atlántica, playas en general) y ahora están incursionando las grandes capitales, independientemente de las que nacieron en Buenos Aires, en muchos casos comandadas por conocidos chocolatiers.
Para quienes piensan que la Estacionalidad es un problema en este tipo de negocios, los investigadores del Estudio Canudas notaron que fueron las mismas marcas las que han incorporado otros productos complementarios y estos fueron muy bien aceptados por el público, como por ejemplo Cauca o Rapa Nui que han incursionado en el helado a su oferta, o aquellos que transformaron su chocolaterías en una oferta más gastronómica con mesas y sillas, al estilo cafeterías.
Tiendas de alto impacto, consumo impulsivo, venta de buenos momentos…las chocolaterías se irán convirtiendo en una opción más para los inversores que quieran incursionar en el negocio del “oro oscuro”, bajo la modalidad de franquicia.
