El libro como objeto no puede ni debe ser reemplazado por la pantalla, así como la pantalla no puede ser reemplazada por el libro. El libro sigue siendo clave, es un objeto indispensable para la alfabetización temprana e inicial. Es el medio de lectura y transmisión de la cultura que se ha forjado un lugar fundamental desde el momento de su creación y acompaña la historia de la humanidad desde ese entonces. Es un objeto que podemos llevar a todas partes y leer en cualquier lado, dejar y retomar su lectura en un abrir y cerrar de hojas y disfrutar una y otra vez.
El cuento a la hora de dormir es irremplazable, hojear, mirar, leer un libro es realmente diferente a estar sentado frente a la pantalla.
Los chicos necesitan el contacto directo con los libros, les permite desarrollar no solo sus habilidades de lectura sino también beneficia el desarrollo motriz, la imaginación, la creatividad, aspectos esenciales con relación a la atención, al lenguaje, a la comunicación…
El contacto con el libro es imprescindible para los niños y forma parte del mundo lúdico que los rodea. Además permite un encuentro de afecto con el otro, compartir una lectura es una experiencia inolvidable. La computadora nos brinda la posibilidad de leer de una forma diferente a la que ofrece el libro. Son lecturas por lo general más cortas, nuevos formatos de texto, nuevas maneras de interactuar con el contenido, nuevas propuestas, diferentes formas de acceder a la información.
Internet ofrece un amplio y atractivo mundo para un lector, es una herramienta de comunicación y brinda la posibilidad de escribir y de ser leído, de escribir textos propios y reescribir las ideas de otros, estimula la lectura y la escritura en un formato que no es el clásico, ya que la lectura plana permite leer simultáneamente, incorpora el hipertexto, la posibilidad de navegar por la red…
No es lo mismo leer una obra literaria en Internet que leerla en papel a través del tradicional formato del libro. Internet brinda oportunidades para buscar información, como medio de comunicación pero nunca reemplazará a ese objeto preciado. Los límites siempre son necesarios, no solo con relación al uso de internet sino para acompañar el sano desarrollo de los niños. Poner un límite es contenerlos, orientarlos frente a diferentes opciones, es brindarles seguridad y afecto.
