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La confusión y sus oportunidades

La confusión y sus oportunidadesCuando ciertos operadores juegan a la ruleta rusa con el dinero de otros, siempre hay terceros que pagan las consecuencias. En el sector de las TIC las empresas ganan menos, pero no pierden.

En el mundo de los negocios hay ciertas leyes no escritas que todos parecen respetar. Una de ellas es la que dice que cuando los operadores –y sus consultoras de riesgo- apuestan fuerte, pueden ganar mucho dinero para sus arcas o perder mucho dinero de los demás. Lo saben los cientos de miles de despedidos de todo el mundo que lo pasan bastante peor que los ejecutivos de Lehman Brothers, del Citibank o de cualquiera de las operadoras lobbistas designadas habitualmente con un eufemismo simpático: “consultoras de riesgo”.

En el mercado de la tecnología las consecuencias fueron hasta ahora una cadena de decenas de miles de despidos en casi todas las empresas multinacionales del sector, a pesar de que también la mayoría de ellas no tuvo pérdidas ni espera tenerlas, sino que van a ganar menos. “No prevemos ninguna mejora en la demanda respecto al primer trimestre. De momento, no se aprecia ningún catalizador para que esto se produzca”, fue la frase elegida por Mark Hurd, el número uno de HP para explicar cómo puede el año en curso para su empresa y para el sector. Lo dijo frente a consultores de Morgan Stanley y sus palabras, en medio de las opiniones que llegan desde otros sectores -como el automotriz o el bancario- suena casi como un bálsamo.

Un dato que aportamos en la sección “Lo que quedó en el teclado” de hoy alcanza: Dell acusa el impacto de la crisis porque facturó menos y ganó menos. No perdió, sino que ganó menos (perdón por la reiteración, pero es muy gráfica). Se paralizaron las ventas de servidores, las de sus computadoras de mesa cayeron un 27 por ciento y las de portátiles bajaron un 17 por ciento. Seguramente las cifras se repiten más o menos en todo el sector, que sin embargo no deja de despedir empleados con la excusa de “dar señales al mercado”. Señales que implican la destrucción de empleo, pero en el caso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) significa además desarmar una maquinaria de producir bienes y servicios de alto nivel tecnológico que resultará complicado reconstruir.

No en vano en los Estados Unidos están comenzando a sufrir una consecuencia poco imaginable hasta hace poco: Los técnicos y científicos importados durante años desde La India, China y otras regiones del resto del mundo han comenzado a volver a sus países de origen, tal vez cansados de luchar para tener una visa que nunca llega y vivir bien pero casi al margen de la sociedad. No es un dato menor, allí se abre una gran oportunidad para el sector de las TIC en la Argentina, si las empresas y el Gobierno –o los Gobiernos- saben aprovecharla.