“Con la crisis internacional, proliferarán los emprendedores. Veremos muchas personas sin empleo que buscarán una alternativa con el proyecto propio. Serán indispensables para generar los puestos de trabajo que se están destruyendo con el cierre de empresas, pero enfrentarán un escenario muy duro, sin capital y sin mercado”, dice Eugenia Bieto, subdirectora general corporativa de Esade, la escuela de negocios española calificada por The Wall Street Journal como una de las mejores del mundo.
Bieto se especializa en actividad emprendedora y es consultora de empresas en la implantación de proyectos de entrepreneurship corporativo. Visitó la Argentina para exponer sobre la actividad en el país y en Uruguay, y antes de sus clases dialogó con LA NACION.
Según señaló, en situaciones de crisis como la actual “emerge la actividad emprendedora, y tanto el Estado como el sector privado tienen que ayudarlos para que reabran las posiciones que desaparecen con los cierres y quiebras de empresas”.
“Históricamente, uno de cada tres emprendedores abre su empresa por necesidad. Veremos más proyectos de subsistencia por la coyuntura. Pero eso no importa, lo que importa es que el emprendedor haga bien su trabajo, sea por la razón que sea”, destacó.
En la visión de Bieto, “lo importante es poner herramientas a disposición de los emprendedores, pero no sólo financieras. La educación resulta esencial, y no sólo en el nivel universitario, sino también en los niveles iniciales”.
“En la escuela no se enseña a ser empresario, y esto es vital. Hay muy buenas experiencias en España e Irlanda sobre esto”, afirmó.
La crisis traerá dos grandes desafíos para los nuevos emprendedores: encontrar capital (tanto de riesgo como el conocido como semilla, para poner en marcha los proyectos) y encontrar mercado.
“En épocas de bonanza cualquier cosa se puede vender, pero en recesión la situación cambia. Los emprendedores deben buscar y definir bien dónde quieren desarrollarse. Será un gran desafío encontrar mercados”, dijo la académica, que asesoró en su país a diputados, senadores, el Consejo Económico y Social y el Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial español (Cidem).
En este contexto, el emprendedor latinoamericano deberá reforzar la lucha con su principal falencia, según la especialista: la poca planificación. “El latino hace, ejecuta, pero planifica poco y no cree en la importancia de crear un proyecto global desde el inicio. El europeo, en cambio, tiende a planificar demasiado”, detalló.
Oportunidades
Al momento de identificar sectores con oportunidades para nuevos proyectos, Bieto mencionó “los servicios para empresas y todo lo que esté orientado a nichos específicos”.
“Hay que buscar grupos particulares en todas las áreas. Por ejemplo, incluso con las agencias de viaje, que sufren estas situaciones, se puede ser exitoso con una propuesta dirigida específicamente a mujeres que viajan solas”, afirmó.
Justamente, en lo que hace a las mujeres y la actividad emprendedora, Bieto reconoció que aún no se salvaron las diferencias culturales y las mujeres enfrentan más obstáculos que los hombres.
“Para la mujer es más difícil conseguir capital y relacionarse, cuando al mismo tiempo tiene que cuidar de sus hijos”, concluyó.
