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La crisis pisó el pedal del freno de exportadores y hay sectores en alerta por baja de contratos

La incertidumbre y el temor de los empresarios argentinos finalmente comienza a cristalizarse en la realidad. A la caída de la producción y de la demanda interna y la consecuente pérdida de puestos de trabajo, se suma una variable que pone en juego una de las patas fundamentales del modelo K: el agrietamiento del negocio exportador.

Durante el fin de semana pasado, de hecho, el propio presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, alertó que en el 2009 habrá una “retracción del comercio”, una situación que no ocurre desde hace casi tres décadas.

Lo más preocupante, según explicó el directivo en San Pablo, durante la reunión de ministros y presidentes de bancos centrales del G-20, es que son los países en desarrollo los que más “están siendo impactados por una situación poco común”.

Y la Argentina, abandonada la teoría del desacople, es uno de los mercados afectados por el tsunami. En este sentido, el mes de octubre marcó, según los expertos, un punto de inflexión en la dinámica exportadora, considerada la llave que garantiza el superávit comercial y el sostenimiento de las cuentas fiscales.

Según datos oficiales a los que accedió iProfesional.com, previos a los que publicará el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) a fines de noviembre, las ventas al exterior durante mes de octubre muestran una importante desaceleración tras exhibir tasas de crecimiento “chinas”.

En concreto, mientras que en agosto y septiembre de este año, las exportaciones experimentaron importantes alzas del 49% y 46%, respectivamente, en relación a los mismos meses del año anterior, octubre arrojó una muy floja performance: apenas 7,8% de crecimiento.

“Lo que estamos comenzando a observar es la primera fase de lo que nos espera en el 2009, un año sumamente complejo”, sintetizó Raúl Ochoa, ex subsecretario de Comercio Internacional y miembro de la Fundación Standard Bank.

Preocupación empresaria
En diálogo con iProfesional.com, Mauricio Claverí, economista de la consultora Abeceb.com, sostuvo que “las exportaciones del sector industrial venían creciendo muy fuerte, pero en este contexto de desaceleración de la demanda mundial se espera una merma”.

Si bien la crisis está comenzando a golpear en aquellos sectores donde existe una competitividad fuerte a nivel mundial –como el textil, calzado, autopartes, o bienes de capital-, tarde o temprano, la onda expansiva termina llegando a la puerta de la gran mayoría de las industrias.

Sucede que, al no haber una merma de la demanda y con stocks sobrantes en los mercados mundiales y que presionen los precios hacia abajo, son pocos los sectores a salvo.

En la misma línea, Adriano de Fina, gerente de la Asociación de Importadores y Exportadores de la República Argentina (AIERA), alertó que “entre los empresarios que exportan hay un clima muy poco alentador porque están viendo día a día cómo se deprime el mercado de exportación”.

“Todos los días tenemos casos concretos, comentarios o rumores de que se están cayendo contratos o posponiendo pedidos. La pérdida de mercados en el exterior es el tema del momento”, agregó.

De Fina afirmó que la caída de contratos o disminución de los pedidos desde el exterior “es un problema multisectorial. Tenemos todo tipo de casos de empresarios con problemas de demanda: desde un exportador de miel o de subproductos elaborados en base a carne bovina y aviar, hasta exportadores de productos de más alto valor agregado, como nebulizadores o productos eléctricos”.

“Este es el prólogo de tiempos duros”, disparó desde AIERA.

El campo espera sentado sobre la cosecha
Por otra parte, más allá del sector industrial, la importante desaceleración de las exportaciones el mes pasado tiene su principal causa en los efectos que la crisis provocó en el sector agropecuario.

De hecho, los u$s5.984 M exportados durante octubre, apenas u$s400 M por encima del mismo mes del año pasado, evidencian el impacto de lleno de la baja en el precio de las commodities, que fueron arrastrados por la crisis financiera.

En otras palabras, las astronómicas tasas de crecimiento de las exportaciones de los meses anteriores estuvieron sustentadas en los excelentes precios de las materias primas. Sin embargo, la historia actual es sumamente distinta: el precio promedio de la tonelada de soja durante el mes pasado fue de $741 en Rosario, un 31% por debajo de los $1.085 del mes de febrero.

“La crisis impactó de lleno en los precios y esto provocó un freno en las exportaciones, ya que los productores optaron por sentarse encima de los stocks que aún quedan en los silos. Por eso ya se nota una importantísima baja de los envíos al exterior”, explicó Ochoa.

En la misma línea, Gustavo López, de la consultora en agronegocios Agritrend, “debido a la crisis internacional el productor no quiere vender porque considera malos los precios y la industria no quiere pagar un precio más alto porque no quiere resignar margen”.

De este modo, según el experto, la economía es testigo de una importante caída de la molienda, lo que llevó a que se retrajeran las ventas al exterior.

“En síntesis, los malos precios generaron que no se pudiera moler todo lo que hay y esto repercutió en una importante caída en los volúmenes de productos derivados”, agregó.

De hecho, en el “granero del mundo” y a pesar de una demanda global de alimentos sostenida, los volúmenes exportados de los verdaderos caballitos de batalla de la Argentina muestran tasas negativas durante los diez primeros meses del año en comparación con el mismo período de 2007: así, las ventas de pellets de soja, principal producto vendido al exterior, cayeron 9%, mientras que las de aceite de soja se desplomaron casi 20 por ciento.

A esto hay que sumarle la caída del 35% de las exportaciones de carne bovina, medida en volúmenes.

“En el sector cárnico y lácteo hay una situación crítica, ya que por un lado se sufrieron las restricciones que impuso el Gobierno mientras que, por otro, hay problemas en los mercados de destino, con contracciones de la demanda y una drástica disminución de los precios internacionales”.

Vale recordar que actualmente el precio promedio que tiene la tonelada de leche en polvo en el mercado internacional es de u$s2.500. Como contrapartida, hace tres meses, superaba los 4.500 dólares.

Magros números para 2009
A pesar de la crisis, los números de 2008 están jugados. Desde la Fundación Standard Bank, proyectan exportaciones totales por u$s73.000 M, un 30% más que el año pasado.

Sin embargo, según Ochoa, “el problema es lo que viene, ya que si los precios son los que estamos viendo ahora, sumado a una caída de saldos netos exportables de trigo y maíz y con precios en baja para carne y lácteos, ahí podemos esperar una caída del 16% con respecto a 2008”.

Es decir que buena parte de la suba de este año va a ser la caída del año siguiente.

Radiografía de la industria argentina
iProfesional.com realizó un exhaustivo relevamiento entre un gran abanico de sectores industriales y analizó el impacto de la crisis internacional en el negocio exportador.

Tal como señalaron desde AIERA, los resultados muestran, o que el tsunami ya impactó con caídas de contratos y mermas en los volúmenes demandados desde el exterior, o que los coletazos se esperan de un momento a otro.

De hecho, según se informó recientemente, siete de cada diez industrias bonaerenses sufrieron caídas en su producción en lo que va del año, según un análisis de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA).

Del mismo modo, en Santa Fe, otro polo industrial clave del país, el 80 por ciento de las pequeñas y medias industrias reconocieron verse afectadas por la crisis financiera internacional, mientras que el 40 por ciento de ellas estudia suspender personal, a raíz de la situación económica.

En este contexto, este es el cuadro de situación de los siguientes sectores:

Industria metalúrgica: contratos caídos y reclamos por el tipo de cambio
En diálogo con iProfesional.com, Sergio Vacca, en ejercicio de la presidencia de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), aseguró que “en las últimas semanas hubo empresas que exportan ferroaleaciones a las que se les han caído contratos en el exterior”.

“Se pararon pedidos que ya prácticamente estaban embarcados”, agregó.

Paralelamente, alertó que en el mercado interno se multiplican las anulaciones de órdenes de compra.

“En medio de una crisis como esta es muy difícil marcar tendencias”, sostuvo, para luego dar el caso de la industria naval, “que el año pasado se decía que no iban a dar abasto con los pedidos, que tenían las líneas de producción ocupadas hasta 2020 y exactamente un año después se terminó el furor. Los precios de los fletes marítimos se derrumbaron y esto obviamente repercute en la industria”.

En este contexto, Vacca, quien interinamente ocupa la titularidad en lugar de Juan Carlos Lascurain, sostuvo que “antes de esta crisis internacional teníamos problemas de competitividad, pero ahora la situación es más grave teniendo en cuenta que Brasil, nuestro mayor socio, devaluó un 40%”. Frente a esto, el directivo se mostró partidario a que el peso “copie” el movimiento del real.

Por otra parte, Vacca alertó que “el mercado interno brasileño era una aspiradora que se chupaba todo lo que se producía e importaba. Ahora, con la perspectiva del tipo de cambio por un lado y los excedentes de producción por otro, el tema se nos complica tanto a la hora de exportar como al defender nuestras industrias”.

Industria textil: menos ventas al exterior e incertidumbre
Según Pedro Bergaglio, presidente de la Fundación Pro Tejer, “hay empresas que estaban exportando pero que en las últimas semanas muestran muchas dificultades para sostener los envíos por los problemas de la crisis internacional”.

Según Bergaglio a la suspensión de algunas órdenes de compra se suma “que los volúmenes que están requiriendo, en muchos casos, han disminuido”.

En este sentido, el directivo hizo hincapié en Brasil, “uno de los principales mercados para nosotros que está restringiendo las compras”.

“Lo que estamos viviendo es una crisis de expectativa, la sensación de que hay una paranoia. Con el paso de los meses esto puede tranquilizarse pero nadie serio puede vaticinar qué va a pasar en los próximos meses. Tenemos que ser muy cautelosos, sin embargo sí debemos alertar que han bajado las exportaciones”, concluyó.

Autopartes: caída de exportaciones y pérdida de puestos de trabajo
La desaceleración de la economía impactó de lleno en las automotrices, uno de los motores de la economía argentina. Y como un efecto dominó, las empresas autopartistas, en su mayoría Pyme, no salen indemnes.

Los números para el sector no son alentadores: desde la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC) prevén un déficit de la balanza comercial del orden de los u$s5.400 M para este año, un 31% más que en 2007.

Sin embargo, el rojo no es lo que más preocupa al sector: los industriales están en alerta por la caída de las ventas tanto en el mercado interno como en el externo.

Así, mientras terminales como Volkswagen, Renault e Iveco recortan personal, las perspectivas para la industria autopartista también empeoran.

“Todavía no se puede cuantificar el impacto, pero sí se sabe que todo el impacto va a ser negativo. Todo hace prever un desplome porque se está cayendo toda la demanda agregada a nivel mundial”, sostuvo el gerente de la entidad, Juan Cantarella, a iProfesional.com.

El problema radica en que los principales clientes de las autopartistas argentinas, están en países como Brasil y México, que están en el ojo de la tormenta.

“Hay mucha preocupación, sobre todo por el estrangulamiento financiero que genera a fin de año”, sostuvo Cantarella.

Frente a esta crisis, las autopartistas no pueden escapar a una práctica que se difunde entre las automotrices: “Hay cancelaciones de contratados, de horas extras y en algunos casos hay suspensiones y adelantamiento de vacaciones”.

Industria del cuero: pierden curtidoras y frigoríficos
Desde la Federación de Industrias Frigoríficas (FIFRA) advirtieron que las curtiembres les comunicaron que van a dejar de retirar los cueros frescos de los establecimientos faenadores por motivo de las repercusiones de la crisis internacional.

“El cuero es el principal subproducto de la faena bovina y se utiliza, mediante su comercialización, para compensar el costo del servicio de faena y ante la pérdida casi total de su valor comercial implica un cambio radical en la metodología comercial”, indicaron desde la entidad.

Desde FIFRA explicaron que “el sector curtidor argumenta que la crisis financiera internacional frenó la comercialización del producto y existen importantes stocks de cuero para procesar, motivo por el cual no pueden asumir el compromiso de continuar comprando”.

Concluyó que “analistas especializados estiman que este mercado necesitará de al menos un par de años para retomar su actividad normal y por dicho motivo el cuero hoy no tendría estimación de valor”.

Marroquinería: caída del 20% de las exportaciones
En diálogo con iProfesional.com, el presidente de la Cámara de Manufacturas del Cuero, Raúl Zylberstein, alertó que “las exportaciones están cayendo” por la menor demanda internacional.

Así, de exportaciones por u$s100 M en 2007, el sector pasaría a exportar en 2008 unos u$s20 M menos.

“tenemos empresas que son netamente exportadoras que están muy preocupadas porque ya están teniendo problemas para colocar productos. Lo que sucede es que se redujeron los volúmenes, no hay tantos contratos caídos”, explicó Zylberstein.

La razón de esta caída está dada, fundamentalmente, en que alrededor del 40% de las ventas están concentradas en el epicentro de la crisis: EE.UU. Luego le siguen la Unión Europea y países de América latina.

Paralelamente, la gran preocupación de la industria local es qué sucederá con el turismo: “El primer gasto que hace el turista es en cuero, por lo tanto es una forma de exportación indirecta. A fin de año vamos a saber qué compraron y por qué volúmenes”.

En este contexto, el directivo se quejó sobre la volatilidad del tipo de cambio: “Es pésimo para el negocio. El tipo de cambio tendría que ser más alto porque hoy no traería más inflación. El enfriamiento de la economía lo limitaría”.

Industria del calzado: la amenaza del stock
Según Laura Barbero, gerente de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), “entre los empresarios hay un ambiente de preocupación. Los números de las exportaciones van a empezar a decrecer en los próximos meses”.

“En el sector del calzado estamos viendo que hay una sobreoferta mundial sin precedentes, se está fabricando mucho más de lo que se consume. Años anteriores teníamos problemas en competir con productos baratos de origen asiático y luchábamos contra contenedores que daban vueltas en el mundo viendo dónde podían ingresar. Con la crisis este fenómeno se va a multiplicar”, alertó Barbero.

“Por una cuestión de estacionalidad, las órdenes están hechas, pero claramente se puede prever una baja en los próximos meses”, recalcó la directiva.

Sucede que “los mayores consumidores son los países desarrollados. Con una caída en esos mercados la sobreoferta va a impactar en todo nivel”, agregó.

Desde la CIC ya habían alertado que sólo con una baja del consumo en los EE.UU. del 20% van a quedar 2.000 millones de pares que van a tratar de colocarse a precio vil en cualquier otro mercado.

Exportadores de manufacturas piden fin de retenciones
En este contexto, De Fina sostuvo que “este es el momento de corregir los problemas para tratar de sostener el crecimiento que se ganó para la industria nacional. No hay que tirar por la borda los éxitos producidos por el crecimiento endógeno y que nos permitieron recuperar la industria y los puestos de trabajo”.

Mediante un comunicado, AIERA reclamó que “se debe buscar la mejora de nuestra producción y nuestras exportaciones sin afectar la competitividad de las mismas. Exportar impuestos a la industria es perder competitividad, e implica a la larga, deprimir la producción y el empleo que tanto se necesita cuidar. En esta materia necesitamos copiar el modelo de las grandes economías exportadoras de productos industriales, especialmente las asiáticas: ellos no exportan impuestos”.

Así, pidieron la intervención del Gobierno Nacional “para eliminar los derechos de exportación a los productos industriales y la elevación de los reintegros a los mismos, ya que esta medida va a devolverle competitividad a las empresas Pyme industriales y no traerá efectos inflacionarios sobre el mercado interno”.

La región también siente el impacto
Por último, los problemas que se abren en el frente exportador no son patrimonio único de la Argentina. Octubre también fue un mes negativo para numerosos países de la región:

* Paraguay: los efectos de la crisis financiera comenzaron a afectar a las ventas en el exterior. El mes pasado, los ingresos de divisas cayeron 45% en comparación al mismo mes del año pasado.

Desde el diario La Nación de Paraguay destacaron que “analistas económicos ya habían pronosticado que los ingresos de divisas en el país caerían como consecuencia de los efectos de la crisis financiera internacional. Esta perspectiva ahora cuenta con una aval empírico, pues según los registros del Departamento de Economía Internacional, en octubre último ingresaron al país u$s87 M menos que en el mismo mes del año pasado”.

* Brasil: según Reuters, el superávit comercial de Brasil cayó el mes pasado a u$s1.207 M de dólares, un 65% menos que en el mismo período de 2007.

En este contexto, el mercado financiero de Brasil espera que el superávit comercial del país cierre el año en u$s24.000 M, lo que implicaría un desplome del 40% en relación al año pasado, cuando la balanza arrojó un saldo positivo de u$s40.000 M.

* Chile: el país trasandino vivió un octubre para el olvido, ya que el superávit fue de apenas u$s150 M, es decir, un 92% más bajo que el mismo mes de 2007, según el Banco Central.

En el décimo mes del 2008, Chile alcanzó exportaciones por u$s5.525 M, un 12% menos que en octubre del año pasado, mientras que las importaciones crecieron un 22 por ciento.

* Uruguay: según el diario El País, desde agosto se registra una leve pero continua baja de las colocaciones de productos uruguayos en el exterior. Así, medidas en dólares, las exportaciones de septiembre bajaron 6,20% frente a las de agosto y las de octubre se retrajeron 6,18% al compararlas con las del mes previo.

De acuerdo a ese matutino uruguayo, varios sectores de actividad anunciaron que perdieron algunas ventas pactadas de antemano por la desaparición del crédito a nivel internacional por la crisis financiera. Asimismo, diversas empresas aseguraron que la concreción de nuevos negocios se paralizó por la incertidumbre.