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La industria argentina deja de hacer “fierros” por la crisis y la histórica sequía

Dos semanas atrás, como parte de un paquete de medidas para impulsar la actividad agroindustrial, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció facilidades para la compra de maquinaria agrícola.

La iniciativa consiste en créditos otorgados por el Banco Nación (BNA), a cinco años y a una tasa fija anual en pesos de 8%, subsidiada por la Secretaría de Agricultura.

Además, el Gobierno dispuso que quienes adquieran bienes de capital producidos por las empresas que integran la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA), tendrán una bonificación adicional de 5% del valor del producto o del monto del crédito que otorgue la entidad.

Como contrapartida, las fábricas que quieran acceder al plan de financiamiento deberán comprometerse a no despedir personal.

La medida, si bien recibió el visto bueno de los industriales, dejó un sabor amargo en la boca, ya que todos los presentes en el acto esperaban con ansias la puesta en marcha de un plan canje de soja libre de retenciones por “fierros”, un proyecto que por el momento quedó stand by en el Congreso.

El plan, que algunos califican como “una aspirina para un enfermo terminal” avanza con lentitud. Recién ahora las empresas fabricantes están enviando la documentación necesaria al Nación, como las declaraciones juradas de que no van a prescindir de trabajadores y las listas de precios.

“Hemos recibido información de algunas empresas que ya tuvieron interés por parte de algunos clientes, pero la realidad se ha vuelto muy dura para nosotros por el fenómeno de la sequía. En las zonas donde se ha decretado la emergencia agropecuaria no tenemos ninguna chance de vender equipos, es imposible que compren con o sin crédito”, se lamentó José María Alustiza, presidente de CAFMA.

“Estamos ´estockeados´ y no tenemos perspectivas de vender y suficiente espalda financiera como para aguantar. Esto a corto plazo va a eclosionar”, recalcó el directivo, en diálogo con iProfesional.com.

Al respecto, agregó que “la situación es muy grave, hay una crisis tremenda. Así no vamos a poder seguir adelante, si no tenemos algún tipo de soluciones lamentablemente a corto plazo va a ser un cóctel explosivo”.

Un sector estratégico
El de la maquinaria agrícola es un complejo clave de la metalmecánica argentina y que está compuesto por unas 720 fábricas.

En 2007, con el boom de precios internacionales en auge, el sector vivió su mejor período, con una facturación estimada en u$s850 millones.

Y si bien 2008 pintaba como otro año récord, la crisis del campo que se desató a mediados de marzo y el fin del boom de las commodities agrícolas, provocó que el panorama terminara siendo desolador, a pesar de que el buen ritmo de ventas del primer cuatrimestre ayudó a “maquillar” el descalabro del último tramo.

Así, según datos de CAFMA, a lo largo del año pasado los fabricantes nacionales cerraron con una caída mínima del 20%, es decir, por debajo de los u$s680 millones.

En el contexto actual, con la crisis entre campo y Gobierno que en febrero amenaza con revitalizarse y un panorama climático que no mejora, las perspectivas para la primera parte de 2009 son totalmente desalentadoras, a tal punto que para el primer cuatrimestre desde el sector estiman una caída de ventas superior al 80% con respecto al mismo período de 2008.

“Hay un desánimo total del productor agropecuario con el que tenemos trato cotidiano. Ni hablan de comprar una maquinaria, se limitan a reparar, reparar y reparar. El productor en épocas de crisis trata de sobrevivir pero nosotros tenemos que vender algo sí o sí. Estamos en un cuello de botella y que lamentablemente va a eclosionar”, disparó Alustiza.

La falta de lluvia impacta en los “fierros”
La sequía es un punto determinante. Sucede que, en el mejor de los escenarios, según la consultora Agritrend, esta campaña va a culminar con una producción de 78 millones de toneladas, 20 millones menos que el ciclo anterior.

En lo que respecta a la soja, el cultivo estrella de la Argentina, con viento a favor y lluvias a tiempo, la cosecha será de 45 M, unos 5 M menos que el récord proyectado el año pasado, tal como publicó recientemente iProfesional.com.

Sin embargo, todavía hay tiempo para que el panorama sojero empeore: según César Gagliardo, director de la consultora Artegran, “todos los días somos cada vez más pesimistas. Si no mejora el clima la campaña podría retroceder hasta los 37 M, con lo cual, nos estaríamos yendo al nivel de cinco años atrás”.

Fábricas y empleos en riesgo
En este contexto, el presidente de CAFMA aseguró que “hay más de 700 fábricas de maquinaria y partes que están en riesgo. Incluso muchos talleres que trabajaban para las empresas que no podían hacer frente a los pedidos por el incremento de la actividad hoy quedaron fuera del mercado. Ya no reciben órdenes y hay mucha gente que aún no fue contabilizada que se ha quedado sin trabajo”.

El tema del empleo es crucial: unas 45.000 personas dependen de manera directa de este complejo.

Según Alustiza, “la mayoría de las empresas están de vacaciones y cuando retornen a la actividad ya planificaron un sistema de jornadas reducidas para tratar de evitar suspensiones y despidos. Pero no se sabe hasta cuándo van a poder seguir aguantando”.

De hecho, el directivo fue más allá y aseguró que “en cualquier momento, las empresas no van a poder hacer frente a los impuestos. La única manera que van a tener para poder pagar es con mercadería. No tienen liquidez financiera y esto también va a ocurrir con los salarios”.

Más medidas
En este contexto, los industriales pelean por más beneficios. “No tenemos una ayuda concreta, sólo son paliativos como los créditos, que son muy buenos desde el aspecto financiero, pero con eso no hacemos nada. Necesitamos apoyo del tipo fiscal para el productor que compre maquinaria argentina y para las fábricas”, sostuvo el titular de CAFMA.