La venta de manufacturas textiles, uno de los sectores que mayor valor agregado genera en la industria, cerrará este año con un aporte de 13.800 millones de pesos al PBI, de los cuales unos 2.000 millones corresponderán a exportaciones con destino hacia algunos de los 127 países que eligen los artículos argentinos por su calidad y diseño.
El gremio, que nuclea a los trabajadores del sector textil, conmemorará este lunes su día y no son pocas las razones para festejar, ya que en los últimos cuatro años el sector creció exponencialmente impulsado por un fuerte aumento de la demanda, sumando nuevos mercados para sus exportaciones y generando empleos cuyos salarios ascienden actualmente hasta los 4.000 pesos mensuales.
Según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la industria textil había crecido en septiembre último 10% respecto de igual mes de 2006, y acumulaba una suba total de 4,7% en lo que va del año.
“La producción ha tenido un enorme crecimiento tras haber quedado aniquilada en los ´90”, celebró el vicepresidente de la Cámara Industrial de la Indumentaria, José Ignacio de Mendiguren, quien aseguró que la industria textil ya superó la etapa de sustitución de importaciones y ahora lidera en marcas e impone sus diseños en el mundo de la moda.
Favorecidos por una gran receptividad en Brasil, Italia y varios países de Oriente, los diseños ’made in Argentina’ se convirtieron en uno de los productos exportados con mayor valor agregado de la actividad industrial.
“Mientras que el valor promedio de la tonelada exportada de soja ronda los 400 dólares, el mismo peso en indumentaria se estima en 33.000 dólares; y eso es todo valor agregado”, comparó De Mendiguren, presidente además de la Federación Argentina de la Industria de la Indumentaria y Afines.
Dentro del rubro textil, se prevé que sólo la confección de indumentaria generará 4.500 millones de dólares de valor bruto de producción, con un nivel de exportaciones directas e indirectas (se registra en la Aduana por los turistas que salen del país) de 200 millones.
Lejos de focalizarse en el tipo de cambio alto como elemento competitivo, en el sector afirman que es la calidad de los insumos y de los recursos humanos -esto último plasmado en los diseños y en las confecciones- lo que colocó a la Argentina en la escena de la moda internacional. Por ello, no es casual que la influyente revista británica Vogue le haya dedicado 18 páginas al “fenómeno de la moda en la Argentina”.
El presidente de la Fundación Pro Tejer, Aldo Karagozian, por su parte, aseguró que, a pesar del crecimiento de la producción, la capacidad instalada no se ha modificado en torno al 80%, debido a “las crecientes inversiones que se están llevando a cabo en el sector”.
Karagozian aseguró a Télam que durante la ronda organizada por la entidad en Alemania, de cuya comitiva participaron unas mil empresas, se realizaron compras de maquinaria por un total de 300 millones de dólares.
Y confirmó que el crecimiento de la inversión este año será del orden de entre 15 y 20%. “Lo que hace distintivo a la Argentina del resto de los países de la región es que tiene toda la cadena integrada: desde el agro, con la producción de algodón, hasta la confección de marcas”, explicó el titular de la Fundación que aglutina a todos los rubros del sector.
Por otro lado, la expansión de la cadena de valor textil y de indumentaria, que duplicó su nivel de actividad en los últimos casi cinco años, está registrando una escasez de demanda, en la contratación de profesionales para sus empresas.
“Hoy la carrera de diseño de indumentaria es la que más ha crecido en el ámbito universitario”, dijo a modo de ejemplo De Mendiguren.
Un sondeo realizado por la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) revela que ante esta dificultad, las firmas del rubro -para cubrir los puestos de ingenieros textiles necesarios en sus fábricas- están ofreciendo salarios a estudiantes de cuarto y quinto año de esa carrera que van desde 2.500 hasta 4.000 pesos.
