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La inseguridad dejó de ser una “sensación” y deriva en graves trastornos de ansiedad

No sólo las estadísticas demuestran que la inseguridad no es una sensación, también aumentaron considerablemente las consultas de personas que sufren Estrés Postraumático, crisis de pánico y ansiedad social luego de haber sido protagonista o testigo de un hecho delictivo.

Según integrantes del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA), en el último tiempo que aumentaron las consultas debido al incremento de la inseguridad en la provincia de Buenos Aires. Las consultas son en su mayoría por personas que sufren Estrés Postraumático, ataques de pánico y ansiedad social como consecuencia de haber sido protagonista o testigo de un hecho delictivo, los cuales según el Ministerio de Seguridad bonaerense suceden en su mayoría en las viviendas, incrementando las consecuencias psicológicas y físicas. Este tipo de robos aumentó un 125% respecto del mismo período del año anterior.

También los arrebatos en la vía pública aumentaron un 65%. En el período de comparación este ítem pasó de 2750 hechos a 5900.

Los robos en los negocios pasaron de 830 a 1.992. Además se registraron el triple de asesinatos en asaltos a negocios comerciales: de 39 homicidios en la primer quincena de noviembre del año pasado a 118 en la de este.

Las violaciones no se quedaron fuera de esta triste suba: las denuncias de estos hechos crecieron de 24 a 45 en el período tomado.

También los denominados “asaltos comandos” aumentaron. En los últimos meses, varios robos bajo esta modalidad sucedieron en el Conurbano. Se trata de una acción “tipo comando” en la que participan al menos 5 delincuentes que ingresan a las casas por las noches, valiéndose de la quietud de la noche.

Una vez que reducen a los integrantes de la primera casa, saltan los límites hacia las linderas, ampliando el objetivo del robo. Generalmente este tipo de delitos se producen en zonas residenciales donde el paso de una vivienda a otra se ve facilitado por los jardines, patios y medianeras bajas.

Las consecuencias de la inseguridad: los trastornos de ansiedad
El Estrés Postraumático sucede, según explicó la licenciada Gabriela Martínez Castro, Directora del CEETA, “luego de un acontecimiento traumático donde se ha puesto en peligro la vida del individuo o ha presenciado una situación de riesgo que lo lleva a revivir en cualquier momento del día el episodio con todos los sentidos”.

Además, la Directora del CEETA indicó que “la situación traumática de ser robado, tomado como rehén, ver violentada su intimidad, poniendo en peligro la integridad psicofísica propia o la de un ser querido, puede provocar múltiples trastornos en la persona”, hasta el punto de llegar a tener conductas de temor hacia los demás, aplanamiento afectivo, embotamiento y depresión.

Si bien no es malo sentirse ansioso, ya que como aclara la terapeuta “todos tenemos ansiedad, porque es algo corriente en los seres humanos”, la misma debe moverse dentro de determinados parámetros para que sea benévola sino “cuando supera límites normales la ansiedad comienza a ser un problema, porque produce un deterioro en la calidad de vida de la persona, y es ahí cuando estamos frente a un trastorno”.

Para quienes ya padecían alguna de estas enfermedades la situación puede resultar en que se les ve exacerbada la patología, o bien involucionan en el tratamiento.

Respecto de los ataques de pánico, presenta síntomas físicos: “el paciente experimenta la sensación de estar cerca de la muerte, o la locura, sufre taquicardia, falta de respiración, ahogo, entre otros efectos”, dice Martínez Castro. Por lo general el primer episodio de pánico no se olvida jamás, a partir de allí es normal que el que lo ha sufrido tenga la sensación de que pronto volverá a ocurrirle. “Quienes tienen ataques de pánico no pueden quedarse solos, porque a partir de que viven el primer ataque, su conducta cambia completamente; evita lugares donde sufrió la crisis, procura no realizar la acción que realizaba al momento de manifestarse el pánico; en fin, su conducta se ve limitada y la vida del paciente se restringe hasta el aislamiento”, explica Gabriela Martínez. Esta tipología en particular de trastornos de ansiedad, suele avanzar rápidamente y tiene consecuencias graves.

Y por último, el trastorno por ansiedad social que suele desarrollarse por el temor a salir o estar con gente debido al hecho de violencia e invasión a su intimidad que sufrió.

El tratamiento
La directora de CEETA asegura que “todos estos trastornos se recuperan con un tratamiento específico de terapia cognitivo-conductual (TCC) y la posible aplicación de medicación, en caso de ser necesario”.

El tratamiento es breve, conducido por expertos en la materia, de forma tal que el paciente debe estar de alta a los 4/6 meses de haberlo iniciado, habiendo recuperado sus actividades habituales, sin sintomatología física ni emocional.

La licenciada Gabriela Martínez Castro, directora del CEETA, está disponible para consultas o entrevistas sobre el tema. Comunicarse al 011-4110-0183 ó 011-15-6096-4656 para concretarlas o enviar un mail a gabriela@quasarcomunicacion.com.ar

El Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA) está ubicado en el Edificio Concord-Sector los Almendros-piso segundo Oficina 202. Km 50 de la ruta Panamericana ramal Pilar. Teléfono: 02322-667175 www.ceeta.com.ar