Inicio Marketing La nueva moda entre las grandes empresas y marcas: invertir en datos

La nueva moda entre las grandes empresas y marcas: invertir en datos

Una recompensa mayor al esfuerzo realizado. Eso es lo que el ser humano lleva buscando desde tiempos inmemoriales. Y esto aplica perfectamente a cualquier ámbito de la vida, ya sea dinero, belleza o incluso amor.

El caso es que en esta vida nos mueve el interés, siempre andamos buscando rentabilidad para todo, aunque muchas veces no lo veamos, o no lo queramos ver.

Muchas veces tratamos de darle un valor subjetivo a las cosas y, a partir de ahí, vemos dónde está la rentabilidad, nuestra rentabilidad. De lo que no nos damos cuenta es que tendemos a creernos nuestra propia verdad, que no siempre coincide con la verdad de los demás, lo que significa que alguien se está equivocando. Y he ahí el miedo, muchas veces camuflado bajo la denominación “escepticismo”, de muchas empresas a la hora de invertir.

Por supuesto, ese escepticismo suele aparecer más cuando se trata de una inversión arriesgada, es decir, cuando no conocemos a ciencia cierta el retorno que vamos a recibir a cambio.

Después de lo vivido en la última década con las crisis de las puntocom y subprime, los inversores tienden a buscar cada vez más bases sólidas donde depositar su dinero, huyendo de cualquier tipo de burbuja, esa palabra tan de moda que nos hace un nudo en el estómago cada vez que alguien la nombra.

El poder de los datos

Dicho esto, las compañías andan siempre en la búsqueda de mejorar sus servicios con el fin incrementar sus ventas (y por consiguiente su beneficio), tratando de adaptarse cada vez más a las necesidades del mercado. Muchas veces ofrecen lo que ellas consideran es el mejor producto o servicio para las necesidades de un consumidor al que apenas se han molestado en conocer, y esto suele conducir al fracaso.

Por ello las empresas han decidido desviar el foco de su inversión a algo que realmente les da poder y conocimiento para entrar en el mercado con seguridad: los datos. Las compañías se han dado cuenta de que las tomas de decisiones deben ir acompañadas de datos, no de opiniones, de conocimiento real del mercado, no de estimaciones.

Es fundamental saber por qué y para qué cada uno de los clientes compran nuestro producto, qué les gustaría cambiar o mejorar, etc., y no sólo encerrarnos en cuánto hemos facturado. Ya no es suficiente crear algo, lanzarlo y venderlo, hemos llegado a un punto en el que necesitamos adquirir un mayor conocimiento a través de los datos del cliente para poder seguir avanzando con firmeza y no ponernos techo en lo que nosotros creemos que es el producto perfecto para el mercado.

Vivimos en una evolución mundial constante en todos los aspectos, y esto por supuesto afecta a las necesidades y opiniones de la gente, y para mantenernos fuertes debemos datalizarnos y adaptarnos todo lo que podamos al mercado. Es fundamental para las compañías no tanto crear nuevas necesidades a sus clientes, sino también saber responder y solucionar las ya existentes.

Como dijo W. Edwards Deming, “Sin datos sólo eres una persona más con una opinión.”