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La oficina virtual, más cerca

¿Tenés acceso a Internet de alta velocidad en tu casa? Con esta pregunta cerraba la entrevista el referente de Recursos Humanos de una importante empresa. La razón, muchas compañías están comenzando a utilizar la modalidad de teletrabajo con diferentes aplicaciones.

El teletrabajo reviste diferentes formas y conlleva beneficios tanto para el empleador como para el empleado. Pero también existen algunas barreras que es bueno tener en cuenta en el momento de tomar la decisión de establecer esta modalidad.

Para Alvaro Vigliola, presidente de Buxis, empresa latinoamericana que ofrece soluciones tecnológicas y de conocimiento de gestión de capital humano, “el teletrabajo no es en sí mismo un cambio de paradigma, sino un instrumento nuevo posibilitado por las comunicaciones y las herramientas de trabajo colaborativo”.

Pero de nada sirve contar con la última tecnología si ésta no se adecua a los costos esperados por la empresa y el empleado o, lo que es aún más significativo, si la compañía no esta culturalmente preparada para esta forma de contratación.

El trabajo a distancia se puede poner en práctica a través de diferentes modalidades. Una de ellas es el esquema mediante el cual el empleado elige un día de la semana para trabajar desde su casa, o bien brinda servicios en las instalaciones de un cliente. Otra es la del profesional independiente que presta servicios a una empresa. Por último, está el empleado que forma parte de la planta permanente de la compañía, pero sin embargo no posee un escritorio o lugar físico propio.

Rocío Maissonnave, de Human Capital de Deloitte, lo define como espacio de trabajo virtual. “Lo entendemos como el concepto de trabajar en cualquier lugar, en cualquier momento gracias a herramientas provistas por la empresa.”

El trabajo a distancia ofrece ventajas para las dos partes, la empresa y el empleado. Para Osvaldo Izraelson, profesor de la UCES y director de Total Quality Consulting Group, una de las principales ventajas “es la flexibilización, siguiendo las tendencias sociales. Las personas cada vez tienen más requerimientos que contemplen su vida familiar”.

Hoy, el balance entre el tiempo libre y el laboral es uno de los aspectos que los postulantes a ocupar un puesto tienen en cuenta en el momento de decidir, aunque se esté en una época de crisis. Javier Doschyk, de Human Capital de Deloitte, asegura: “Muchas veces el teletrabajo se utiliza para retener a un empleado, o bien captar al mejor candidato a través de la flexibilidad del horario”.

Reducir costos
Además, las empresas pueden optimizar sus costos y hasta llegar a reducirlos. Si bien en muchos casos los costos tecnológicos que implica esta forma de contratación son asumidos por el empleador, como contrapartida, los beneficios asociados a la remuneración de un empleado no son brindados. Seguros, guardería, comedor, capacitación extracurricular, gimnasio, entre otros, son algunos estímulos que hoy gozan los empleados de las compañías que trabajan in situ, pero no los trabajadores a distancia. Incluso en algunas ocasiones se pauta un salario menor.

Por otra parte, al reducir la cantidad de personas presentes en las instalaciones de una compañía no es necesario contar con grandes oficinas y escritorios equipados para todos los trabajadores. Esta reducción va a depender de la cantidad de personas adscriptas a esta forma de trabajo.

También, por su carácter descentralizado, es una manera de potenciar el desarrollo económico de diferentes áreas geográficas. Lo explica la licenciada Angélica Abdallah, directora de la Asociación Argentina de Teletrabajo: “Posibilita el desarrollo de otros lugares y no solamente las grandes ciudades. Pero se necesita una política pública de gobierno para mejorar la infraestructura de comunicación y que sea contemplada como una opción de empleabilidad”.

Competencias
Desde esta asociación ayudan a profesionales independientes y a pequeñas empresas a incorporar esta modalidad de trabajo. Para su titular, se necesita una “muy buena organización del tiempo. Además, manejo y actualización de herramientas tecnológicas”. El teletrabajo se inserta en la vida cotidiana de los integrantes de la familia y, por ende, invade este tiempo. Saber separar los diferentes momentos es una de las claves para comenzar a organizarse.

El teletrabajador tiene que tener en cuenta cuáles son sus objetivos. A diferencia de la contratación tradicional, aquí no se trata de cantidad de horas, sino de objetivos por cumplir. Tal vez éste sea el rasgo diferenciador respecto de otras formas de contratación. Pasar de una cultura de trabajo horario a una por objetivos representa, hoy, un cambio de paradigma tanto para las empresas como para las personas.

El trabajo a distancia produce modificaciones culturales. Lo detalla Vigliola: “Como cualquier relación laboral, funcionará si trabajador y organización ven el valor agregado de esta modalidad, y el cambio cultural se dará por sí solo”. No se puede forzar a la organización y a sus empleados a entrar en esta forma de trabajo si todavía no están preparados para ella.

Al respecto, Doschyk señala: “También tiene que ver con la edad del management. Si está dentro de los llamados baby boomers, que tienen el concepto de trabajo por la cantidad de horas que se está en la empresa, se hará difícil. Si la edad de los gerentes se encuentra dentro de la llamada Generación X, donde ya está incorporada la tecnología y se concibe el trabajo por objetivos, será algo común”.

Los especialistas consultados coinciden en que la gerencia de Recursos Humanos no puede estar ajena a este proceso y tiene que acompañar los cambios, al tiempo que se debe adaptar a ellos. Según Vigliola, “esto no cambia el rol de RR.HH., sino que se modifican los medios de llegar a los teletrabajadores y sus supervisores. Se deberá poner más el foco en temas como comunicación interpersonal, sentido de pertenencia, alineación cultural y formación de equipos de trabajo”. Por su parte, Maissonnave destaca: “Es importante la participación de esta gerencia en la formulación de la estrategia para poder asesorar sobre las ventajas y desventajas del trabajo a distancia”.

Si bien los consultados coinciden en que esta modalidad no es aplicable en todos los puestos y las tareas, hay un segmento que se presenta como el más atractivo: el profesional.

Las posibilidades que hoy ofrece la tecnología, que parecen sorprendentes y al poco tiempo pasan a ser arcaicas; las modificaciones en las necesidades sociales, y una optimización de los costos laborales parecen ser los faros que guiarán la expansión del teletrabajo, siempre de la mano de decisiones libres en este aspecto, tanto por parte de los trabajadores como de la empresa.