Inicio Empresas y Negocios La relacion dólar-euro busca un nuevo equilibrio mientras se revitalizan otras monedas

La relacion dólar-euro busca un nuevo equilibrio mientras se revitalizan otras monedas

El Banco Central Europeo (BCE) adoptó en su última reunión del miércoles pasado medidas no convencionales para apoyar a la economía que, en principio, perjudicarían al euro en su carrera contra el dólar y otras monedas.

La duda que se plantean los analistas es si este tipo de políticas se mantendrá en el tiempo, ya que todo indicaría que la entidad recurrió a las denominadas “medidas de flexibilización cuantitativa”, cuyo efecto no sería otro que presionar a la divisa a la baja.

Pese a que los últimos datos económicos conocidos de la eurozona sorprendieron por su tendencia menos negativa, tanto el Banco Central Europeo (BCE) como el Banco de Inglaterra (BOE) han decidido anunciar la compra de bonos para incrementar la liquidez de sus zonas de influencia.

Esta es la primera vez que el BCE se decide por este tipo de medidas, pero no así el BOE, que amplía así su programa de 75.000 millones de libras hasta un total de 125.000 millones.

Por otro lado, se suma el anuncio de las medidas “no convencionales” enfocadas a lograr abrir la canilla del crédito por parte de las entidades financieras europeas. La medida concreta que respalda este anuncio es la decisión de aumentar el período de refinanciaciones a 12 meses.

No hay duda de que se trata de acciones sin precedentes del BCE. Si bien el mercado descontaba esa rebaja del cuarto punto en las tasas oficiales, para dejarlas en el 1%, la incógnita en este punto será si bajarán de este nivel.

Apenas conocida la decisión, tanto el euro como la libra británica cayeron en sus cotizaciones frente a otras divisas, pero luego el euro se recuperó y tiró con fuerza durante y con posterioridad a la conferencia de prensa del presidente del BCE, Jean Claude Trichet.

¿Golpe al euro?
El tipo de medidas implementadas por Trichet suponen un impacto muy negativo para las monedas de los países que las adoptan, por el efecto tremendamente inflacionario a largo plazo y la consecuente pérdida de poder adquisitivo.

Esta es la forma en que el mercado lo ha venido interpretando, tras conocerse acciones de este tipo tanto en EE.UU. como en el Reino Unido. Pero, en este caso, en lugar de castigar al euro los inversores aplaudieron la actitud del BCE por su flexibilidad y por la asunción de políticas más “agresivas” para intentar impulsar la economía europea.

Sin embargo, lo más importante fue que Trichet indicó sus pretensiones de esterilizar el impacto de las compras de bonos en su vertiente de financiación, lo que limitaría la presión sobre el euro. De todos modos, éste fue sólo un primer anuncio dado que en junio se concretarán los detalles.

La puesta en funcionamiento de esta herramienta supone la emisión de una cantidad mayor de dinero con el objetivo de adquirir bonos garantizados, cuya principal característica respecto a los préstamos hipotecarios o cualquier tipo de títulos respaldados por activos, es que la contrapartida de los préstamos del bono permanecerá en el balance del banco emisor.

Dólar, euro y un nuevo punto de equilibrio
El euro subía el viernes al máximo en un mes, por encima de los 1,35 dólares, tras haberse conocido los datos que mostraron que Estados Unidos perdió menos empleos de lo previsto el mes pasado, reforzando las esperanzas de recuperación y frenando la salida de fondos hacia los refugios considerados más seguros.

“En general, podemos decir que el cuadro del empleo probablemente ha tocado fondo, en términos de aceleración de pérdidas de puestos de trabajo”, dijo Ron Simpson, director de cambios de Action Economics en Tampa, Florida.

En días previos, diversos analistas afirmaron que una serie de recientes datos económicos -que anticipaban incipientes mejorías en todo el mundo- hizo que los inversores se muestren más optimistas y asuman mayores riesgos, lo que explicaría el rally bursátil de las últimas ruedas y la desaceleración en la búsqueda del dólar como refugio -el billete verde tiende a caer cuando baja la demanda-.

“Esto probablemente sea positivo para los mercados de acciones, lo que argumentaría a favor de un debilitamiento del dólar”, dijo George Davis, un analista de RBC Capital Markets en Toronto.

Por otra parte, un sondeo efectuado por la agencia Reuters entre analistas del mundo reveló que el reciente repunte del euro probablemente no dure mucho más tiempo, ya que su camino sería obstruido por una persistente recesión y un fuerte aumento en la volatilidad.

La suba en los mercados bursátiles, a sus niveles más altos en cuatro meses, ayudó a impulsar a la moneda europea. Pero dichos analistas reconocen que la tendencia podría terminar, ni bien aparezca cualquier dato económico negativo que termine por desinflar el repunte actual.

Otra encuesta, realizada entre 60 especialistas internacionales, arrojó que la moneda de la eurozona retrocedería desde sus niveles actuales para fijarse a 1,30 dólares a fines de mayo, nivel en el que se quedaría durante el resto del año.

El sondeo mostró también que la libra británica era vista como la divisa más vulnerable entre las de las 10 economías más grandes del mundo.

La volatilidad también se estima que será más moderada, de la mano de una economía mundial que parece haber encontrado un piso en su caída.

Canasta de divisas
Ante este panorama, que marca un cambio en el escenario futuro, algunas divisas como el dólar pierden su carácter defensivo y ya no se muestran tan atractivas. Es por ello que muchos economistas afirman que la revolución ha llegado ahora a las cotizaciones relativas entre las distintas las distintas monedas.

A modo de referencia, y según informa la firma especializada en fondos de inversión Morningstar, la rentabilidad acumulada en lo que va del año es la siguiente:

“Con la crisis global en un punto de inflexión, es difícil encontrar una divisa que satisfaga plenamente los deseos de los inversores. Más que buscar una moneda que brille, nos hemos visto forzados a elegir cuál es la ‘menos fea”, sostuvo Paul Brain, responsable de renta fija de Bank of New York Mellon AM.

Y de esta selección por la “menos mala” ya han sido eliminadas el dólar, el yen y el franco suizo. El billete verde se habría sostenido durante la crisis gracias a los flujos de capital que buscaban un activo seguro, pero “a largo plazo, la escalada de los gastos fiscales y la falta de capitales internacionales disponibles para apoyarlo representan una amenaza directa a su fortaleza”, explicó Simon Derrick, estratega jefe de divisas de Bank of New York Mellon.

Por otro lado, la decisión del Banco de Suiza de intervenir para debilitar al franco y los malos datos sobre las exportaciones a partir de las cuales se asienta la economía nipona, y que hacen prever una intervención del Banco de Japón para debilitar su divisa, han eliminado a ambas de esa selección, que ya había obviado antes al euro y a la libra esterlina, porque sus diferenciales de tasas de interés a corto plazo tendían a cero -y con “tasas cero”, sólo quedan ya las “medidas de flexibilización cuantitativa que son muy negativas para las monedas, pues se basan en imprimir más billetes-.

Así, las divisas aspirantes al título procederían de “países que tengan suficiente capacidad fiscal para mantener la demanda local y -quizás- para invertir en el futuro, indicó Brain.

En realidad, se buscan países que no vayan a precisar las tan temidas políticas de relajación monetaria y que tengan superávit en cuenta corriente -países exportadores de materias primas, por ejemplo-. Por último, se mira a naciones cuyas divisas se encuentren entre las más líquidas del mercado. Quedan, por tanto, la corona noruega, el dólar australiano y el dólar canadiense.

Corona noruega
La gran favorita de los analistas y de los inversores, en lo que va del año, es la moneda noruega. Deutsche Bank cree que el país nórdico evolucionará mejor que el resto de países en 2009.

Esa idea es la misma que defendió Brain: “La corona noruega es una de nuestras favoritas pues el enorme Fondo Soberano noruego da un fuerte soporte a la economía y los tipos oficiales están a un elevado 3,5 por ciento”.

Dólar australiano
Para Ricardo Barbieri, responsable de economía internacional de Bank of America – Merrill Lynch “el Banco de Australia (RBA) está ya cerca del final del ciclo de bajas de tasas, que se situaría en torno al 2,5%, con dos descensos de 25 puntos básicos en el tercer trimestre”.

“La previsión de tasas al 2,5% a mediados de 2009 -actualmente en el 3%- deja al dólar australiano muy lejos de las políticas de tasa cero o de relajación monetaria implementadas por otros países desarrollados, con lo que no debería sufrir tanto a corto o medio plazo.

Dólar canadiense
Los analistas de Deutsche Bank consideraron que “el Banco de Canadá mantendrá las tasas de interés sin cambios hasta 2010, ante la debilidad del mercado laboral y una inflación anclada por debajo del 2% que la entidad tiene como objetivo”.

Sin embargo, estimaron que “el Banco aplicará un plan de relajación monetaria en algún momento de la segunda mitad del año”, con lo cual el dólar canadiense perderá su brillo frente a otras divisas.

Monedas duras, monedas fuertes, monedas débiles. Monedas tradicionales o nuevas monedas. La crisis financiera global genera confusión entre los analistas y es muy difícil unificar opiniones. Pero lo que sí está claro es que las posibilidades de obtener buenas rentabilidades están a la mano de cualquiera.