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La tendencia de compartir oficinas se llama Coworking

Con la implementación de las últimas tecnologías muchas personas han apostado al trabajo independiente e individual desde el hogar como medio de vida, sin embargo, trabajar desde casa puede nublar el límite entre la vida privada y la profesional e incluso provocar que el trabajador se sienta aislado y envuelto en la soledad del hogar.

Muchos de estos pequeños emprendedores están recurriendo a un nuevo lugar de trabajo llamado Coworking o CoTrabajo. Estos sitios permiten que la persona trabaje de forma individual pero dentro de un ambiente compartido, donde puede intercambiar ideas con profesionales de diferentes áreas.

El Coworking ofrece a sus usuarios el alquiler de escritorios personales, Wi-Fi, sistema de teléfono voz sobre IP, impresión y proyección inalámbrica, lockers con llave, recepcionista, salas de reuniones con servicio de cafetería, cocina y un living con sillones donde distenderse y charlar hasta volver a trabajar.

Esta iniciativa deja atrás a la tradicional oficina estructurada y presenta construcciones funcionales, flexibles, pintorescas y con mucho diseño para fomentar la total comodidad de aquellos que trabajan freelance. Estos habitantes itinerantes gozan de horarios flexibles y total individualidad para realizar sus tareas.

La tendencia de las oficinas compartidas surgió en Estados Unidos y día a día se está instalando en nuestro país como una alternativa para las personas que no poseen los recursos para alquilar una oficina propia, para los que viajan constantemente y no tienen permanencia fija en la ciudad o para aquellos que necesitan compañía para motivarse y trabajar.

Los que más están haciendo uso de este nuevo recurso son los profesionales extranjeros, que están de paso por la ciudad, y los profesionales argentinos relacionados con áreas tales como: diseñadores, publicistas, productores de música, programadores, escritores, arquitectos, periodistas, entre otros.

El Coworking se caracteriza por brindarle a los inquilinos un ambiente descontracturado para que lleven a cabo sus tareas, sin que esto signifique que disminuya su productividad, sino que por el contrario, resulta tan o más motivador que cualquier otro espacio, ya que es el mismo trabajador quien lo elije.

Esta propuesta fomenta la vida social porque no sólo permite que los trabajadores se relacionen con profesionales de otras áreas, sino que también posibilita que puedan compartir negocios y clientes, además de ahorrar en el alquiler de oficinas.

Por medio del Coworking los trabajadores cuentan con un escenario que les permite otorgar cierta conducta a sus actividades. En este tipo de espacios la mente parece tomar alas, las relaciones con profesionales de diferentes rubros pueden abrir nuevas puertas y las ganas se pueden adueñar de la jornada laboral.

Dentro de este marco descontracturado, el Coworking les permite a los trabajadores ordenar sus actividades dentro un ambiente cálido que se diferencia del cotidiano, para que lo profesional no se mezcle con lo personal.

Trabajar dentro de un clima distendido y sin horarios no sólo ayuda a que las tareas se lleven a cabo más fácilmente sino que también, disminuye el estrés privilegiando a la salud por sobre las obligaciones.