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Las cadenas se suben a la fiebre del LCD

Después de un año en el que hubo más cierres de locales que aperturas, las casas de electrodomésticos retomaron sus planes de crecimiento. Las grandes cadenas del rubro se sumaron a la fiebre del LCD y se preparan para inaugurar más de 50 sucursales este año, con una inversión superior a US$ 150 millones.

En el sector explican que la demanda, que había sufrido una estrepitosa caída en los primeros meses de 2009, a partir del último trimestre del año empezó a dar las primeras señales de recuperación. Sin embargo, el gran impulso llegó en 2010 de la mano de las cuotas sin interés y las ventas de televisores. Y es que a la hora de seducir a los argentinos que buscan ver el Mundial en una nueva pantalla, las cuotas sin interés en una economía con una inflación en torno al 20% anual se tornan un anzuelo aún más atractivo que los goles de Lionel Messi.

“Está claro que la venta de televisores de LCD reactivó toda la categoría, pero el mercado ya venía respondiendo mucho mejor desde fines de 2009, impulsado por celulares, notebooks e informática”, señaló Guillermo Olsen, gerente de la cadena Frávega, que para los próximos meses ya tiene confirmadas dos aperturas -una será en la ciudad rionegrina de General Roca-, con lo cual pasará a contar con 83 sucursales.

En su competidor Ribeiro también se muestran activos -en el primer trimestre de 2010 inauguraron dos tiendas, en Santa Rosa y en el barrio porteño de Caballito, y en lo que resta del año sumarán otras seis- y explican las aperturas en el marco de un proceso de concentración del mercado. “Es un proceso que ya lleva varios años y que creemos que a futuro se va a acentuar por una cuestión de escala”, sostienen en la firma.

La ola de aperturas también es impulsada por las cadenas del interior, que están retomando los planes de expansión que habían quedado en suspenso con la crisis de 2009. La firma Lucaioli -que tiene su sede central en Bahía Blanca y desde esa ciudad atiende a toda la Patagonia, incluyendo Tierra del Fuego- acaba de abrir su tienda número 41 en la ciudad rionegrina de Catriel y este año planea sumar otras cuatro.

Por su parte, Cetrogar, que es uno de los principales jugadores en el noroeste y nordeste del país, tiene programadas cinco inauguraciones en 2010. “Abrir nuevas tiendas es casi una obligación, porque es la única forma que tiene una empresa del interior para mantener su posición competitiva ante el avance de las grandes cadenas nacionales, pero además estamos descubriendo que hay oportunidades muy interesantes en algunas plazas del interior”, sostiene Pablo Cetrolo, director de la cadena chaqueña Cetrogar, que tiene 43 sucursales en el norte del país y factura $ 600 millones.

Cambio de tendencia
Los planes de expansión para este año contrastan con lo que sucedía doce meses atrás. Las casas de electrodomésticos estuvieron entre las principales víctimas de la crisis financiera de 2009. La sucesión de noticias negativas que vivió el sector había comenzado unos meses antes con el conflicto del campo y se profundizó por el crac financiero internacional y la estatización de las AFJP, provocando no sólo una caída superior al 30% en las ventas de artículos de electrónica y línea blanca en la primera mitad de 2009, sino también el cierre de una docena de sucursales.

La baja en las ventas además provocó que las firmas Saturno Hogar y Bonesi -dos pesos pesados del sector, que juntos suman una facturación superior a los $ 600 millones anuales- se presentaran en concurso de acreedores y tuvieran que reducir su estructura comercial.

Igual suerte corrió Bazar Avenida, uno de los tres socios que conforman la Red Megatone, que para hacer frente a sus deudas tuvo que cerrar varias sucursales, incluyendo las que tenía en Avellaneda y Quilmes. Sus otros dos socios en Megatone, las firmas Electrónica Megatone y Carsa, en cambio, no se vieron afectados y para este año planean concretar entre ambos 22 aperturas, avanzando en algunos casos sobre plazas que hasta ahora eran atendidas por Bazar Avenida.

“El crecimiento en las ventas ya se perfilaba en los últimos meses del año pasado, pero se aceleró en 2010 no sólo por el Mundial, sino también por el plan de asignación universal por hijo, que tiene un impacto en la demanda, especialmente en plazas del interior del país”, explicó Hernán Manfredi, gerente de Marketing de Electrónica Megatone.

La mexicana Elektra es otra de las empresas del rubro que se vieron obligadas en 2009 a recortar gastos por la crisis. El ajuste incluyó el cierre de su principal tienda, que estaba ubicada en la esquina de Corrientes y Callao -hoy su lugar fue ocupado por un café Aroma-, y la mudanza a un local más chico de la sucursal que tenía en el barrio de Liniers, justo enfrente de la estación de tren.

Los problemas de Elektra, sin embargo, no desalentaron a sus compatriotas de Coppel, que se preparan para inaugurar antes de fin de mes sus primeras dos tiendas en la Argentina, ubicadas en Morón y Quilmes. En este caso, la propuesta comercial está focalizada en los electrodomésticos, aunque también incluye otros rubros, como indumentaria, muebles y bazar. “Este año vamos a abrir cinco tiendas en el Gran Buenos Aires, con una inversión de 53 millones de dólares. Y si el negocio funciona, para una segunda etapa tenemos planeadas otras 50 inauguraciones”, explicó Roberto Vigil, un ex director de Rodó que ahora tiene a su cargo la filial de Coppel en la Argentina.