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Las ganancias de las empresas tras la devaluación

En la pelea por la puja distributiva, no necesariamente todo aumento de los salarios reales vino acompañado de reducciones en las ganancias de las firmas. Estudios oficiales y privados dan cuenta de que hubo mejoras en la rentabilidad empresaria de los últimos años, de la mano de la suba de la producción y las ventas, y del incremento de la competitividad. No obstante, los datos disponibles dicen que, pese a las mayores ganancias, el 2005 marcó el pico de mayor crecimiento, que se viene desacelerando.

Calcular las ganancias del conjunto de las empresas la economía argentina no es tarea fácil. Existen estadísticas sólo para algunos segmentos. Sin embargo, algunos se animan más que otros a jugar con los números y sacan sus resultados.

Secretaria de Industria
El CEP, Centro de Estudios para la Producción, dependiente de la Secretaría de Industria, revela en su último informe que casi 60% del universo de grandes empresas industriales dice haber mejorado su rentabilidad en 2007 respecto de 2006, según la única encuesta elaborada para grandes industrias, que se realiza sólo a nivel cualitativo. Ello, pese al aumento significativo registrado en los salarios, que alcanzó en promedio 22,7%, según las cifras provistas por el INDEC. Consultados por iEco, desde la Secretaría de Industria indicaron no existen mayores datos al respecto para contrastar.

Entre los factores que mejoraron la rentabilidad, 45% asegura que fue por la suba en las ventas, y 22% por incrementos en la competitividad, así como la suba de los precios internacionales del producto, para el caso de las exportadoras.

El economista de FIEL, Abel Viglione, remarca “la importante recuperación de la rentabilidad en la industria tras la devaluación y la desaceleración a partir de 2005”, a través de esta encuesta oficial, pero advierte que “hay pocos elementos para calcular las ganancias de las empresas, al margen de las cotizantes en Bolsa, que son las que están obligadas a presentar balances”.

Merval
Por su parte, el Instituto IAMC del Merval, que computa las ganancias de las empresas que cotizan el Bolsa, da cuenta del aumento de la rentabilidad, que se mantiene en niveles altos. Los últimos datos disponibles de 2007 (al 3er trimestre) muestran que las firmas registraron en total ganancias por $ 8,724 millones, si bien significa un 15,6% menos que durante 2006.

Como la Bolsa nuclea empresas de distintos tamaños y sectores, una “proxy” que utiliza el IAMC para comparar las ganancias es el ROE (Retorno sobre el Patrimonio). Durante todo el 2006 –las firmas aun no presentaron los balances pendientes de 2007-, el ROE promedio fue de 14,4%, 2 puntos porcentuales menor que durante 2005. Sin embargo, destaca que “existió mayor cantidad de sectores con ROE positivo”, si se analiza este indicador desde el 2000.

Los que más vieron incrementar su ROE en año último fueron la industria textil, metalúrgica, automotriz, los bancos y los grupos concesionarios.

CENDA
Un estudio realizado por los investigadores del Cenda, un think tank del que participan profesores de las universidades de la UBA, Quilmes y Sarmiento, e Investigadores del Conicet, estimó que, desde 2001 hasta el 2006, la masa de ganancias del conjunto de la economía creció 30%, gracias al crecimiento de la producción y al nuevo modelo económico. En cambio, el incremento de la masa salarial fue de sólo 18%.

Asimismo, se produjo un proceso de concentración donde las 500 empresas más importantes del país explican hoy 26% del PBI, mientras que previo a la devaluación producían 16% del valor agregado total de la economía local, indica el texto.

El informe concluye que “el sector empresario goza en la actualidad de elevados niveles de ganancia, lo que habilita a la posibilidad de un mayor crecimiento de los salarios”.

Así, sostiene que, pese a que el costo laboral creció 20% entre 2003 y 2006, el costo por unidad de producto disminuyó 14% durante el mismo período: “ello no significó ningún estrangulamiento”. De hecho, agrega el texto, la rentabilidad se ubico por encima de 2001 y fue mayor a la de la década de los ’90.

Cecilia Nahón , del Cenda, indicó a iEco que “si bien es difícil estimar con precisión como evolucionan las variables del 2007 por dificultades con las estadísticas públicas, se puede suponer que se mantuvo la tendencia verificada en 2006: un crecimiento de la masa salarial, de ganancias y sostenimiento de la rentabilidad promedio por encima de la vigente en la década del ’90 y colapso de la convertibilidad”.

Las vedettes
Los sectores más privilegiados por el nuevo modelo económico fueron el agro y la industria manufacturera, ya que sufrieron “un verdadero desplome en el costo laboral”, aún considerando la recomposición salarial que se inició desde 2004. Lo contrario ocurrió en sectores regulados como los servicios públicos.

En tanto, la industria tuvo el privilegio de ser la rama donde el crecimiento del costo laboral desde 2004 fue “sumamente moderado debido al importante aumento de la productividad sectorial”. Así, la rentabilidad fabril se mantiene en sus récord históricos es 21% por encima de 2001 y 28% sobre 1997, el año previo al comienzo de la recesión.

Esta información contrasta con la que brindó el último martes la UIA, entidad que manifestó que los salarios se incrementaron en más de 200% tras la convertibilidad, y que busca poner un tope de 12% a los incrementos salariales de 2008.

Hubo sectores fabriles que incluso ganaron 128%, apunta el texto del Cenda, como los fabricantes de maquinarias y aparatos eléctricos, contra otros que tuvieron cierta caída en la rentabilidad, como los productores de muebles y pieles.

Por último, dentro del universo de las 500 empresas privilegiadas, el costo laboral descendió sin pausa desde 1993. Con esta evidencia, el trabajo concluye que “pese a la preocupación expresada por los grandes capitales, los aumentos salariales de los últimos años están muy lejos de poner en peligro la rentabilidad empresaria, que supera holgadamente a los niveles de la convertibilidad”.