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Las marcas argentinas que se animan a jugar de visitantes

Venderles aceite de oliva a los españoles no es una misión imposible. Al menos eso es lo que piensan en varias empresas argentinas de alimentos y bebidas que están incursionando con sus productos en mercados que cuentan con una larga trayectoria en el rubro. Desde los vinos mendocinos que se exportan a Francia hasta el té o la cerveza made in Argentina que buscan seducir a los exigentes paladares ingleses, cada vez son más las marcas nacionales que se animan a jugar de visitantes para dar pelea a algunas de las empresas más emblemáticas del mundo.

En todos los casos, las empresas coinciden en que el negocio no pasa tanto por los ingresos específicos que se pueden obtener ingresando en estos mercados supercompetitivos, sino más bien por la chapa que significa para una marca argentina llegar a la meca de su rubro. “Haber podido entrar en Harrod s es la mejor prueba de que estamos haciendo las cosas bien y, lo que es más importante, nos abrió la puerta de ingreso en otros mercados, porque una vez que podés demostrar que sos proveedor de Harrod s, se multiplica el interés en otras tiendas y en otros países”, explicó Pablo Pinkus, director general de la marca de té e infusiones José.

En la firma argentina, que comenzó a operar en 2002 y hoy exporta el 70% de su producción, destacan que otros de sus principales destinos es el demandante mercado japonés. “A diferencia de lo que podría pensarse, ingresar en Inglaterra o Japón con un té argentino no es tan difícil, porque al tener un hábito de consumo muy desarrollado también son más abiertos a la hora de probar nuevas variedades o productos”, explicó Pinkus.

La idea de que para ingresar en estos mercados hay que contar con un producto diferenciado también es compartida por la empresa mendocina Familia Zuccardi, que acaba de exportar las primeras partidas de su marca de aceite de oliva a España e Italia. “España es el primer productor mundial de aceite de oliva, con 2 millones de hectáreas de producción, contra las 100.000 que hay en la Argentina, con lo cual nunca se va a convertir en un gran comprador de producto argentino, pero la clave pasa por encontrar algunos nichos. La gran ventaja que tiene nuestro país es la diversidad de varietales. De hecho, nosotros estamos exportando al mercado español varietales que allá no se consiguen, como frantoio y arauco, mientras que en Italia estamos haciendo lo mismo con la manzanilla”, explicó Miguel Zuccardi, uno de los dueños de la compañía.

El empresario mendocino igualmente reconoce que el objetivo de su empresa no es competir contra los gigantes europeos del rubro. “Hoy exportamos el 30% de nuestra producción, con el foco puesto en América del Sur y más precisamente en el mercado brasileño”, explicó.

En otros casos, la principal ventaja que tiene la Argentina para incursionar en mercados más fuertes es el precio, especialmente a partir de la revalorización del euro.

Celosos, pero abiertos
“El consumidor francés es muy celoso, pero en el último tiempo se está mostrando más abierto a probar productos de otros países, y ahí aparece la oportunidad para nosotros. El vino argentino tiene una relación precio/calidad que es muy buena, en especial cuando compite contra los productos de la zona del euro”, señaló Juan Pablo Angelillo, gerente general de Lagarde, la bodega de la familia Pescarmona que desde hace diez años está presente en Francia y España. “En España la situación es diferente, a lo que apunta el vino argentino es al mercado de la nostalgia y los miles de compatriotas que están viviendo en Madrid o Barcelona”, explicó Angelillo.

Quilmes también está probando suerte en mercados del Primer Mundo, con la ventaja de contar con el respaldo de una multinacional como el grupo InBev. Desde hace tres años la marca Quilmes Cristal se exporta al Reino Unido y hace dos puso un pie en Australia, dos países con una larga tradición cervecera.

“Nuestros volúmenes de venta en el Reino Unido subieron un 78% respecto del 2007 y arrastran un crecimiento del 270% sobre 2006. El ingreso en cadenas como Oddbins -con más de 130 sucursales en las ciudades más importantes de Inglaterra e Irlanda- fue clave”, dijo Javier Santiago Nougués, jefe de exportaciones de Cervecería y Maltería Quilmes.

En la empresa además destacan que la marca argentina no compite por precio y está posicionada en un segmento medio para el mercado inglés, aunque muy alto para la Argentina. De hecho, el tradicional six pack (seis botellas de 330 cm3) en un supermercado de Londres o Manchester se vende a 6,5 libras, lo que significa seis pesos por porrón.