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Las mujeres son más importantes en las empresas familiares

No, no es verdad que un negocio familiar gerenciado por una mujer sea una segura catástrofe. Cada día se observan mayor número de casos de negocios llevados por el binomio padre-hija. Las mujeres hoy día son fundadoras-propietarias de negocios familiares y las hijas llegan a ocupar la gerencia de muchos de ellos. He tenido recientemente una alumna que ya es ejecutiva de los negocios del padre. Estas mujeres traen aire fresco a la empresa además de las perspectivas propias de su género. Inclusive el entorno familiar no coloca las expectativas sobre ella en el ciclo, como se suele hacer cuando de un varón se trata.

¿Cómo afecta la gerencia femenina de un negocio familiar a la dinámica interna del mismo y a sus relaciones comerciales?. Pues todo depende de cómo el resto de los componentes de la familia la conciban y la traten en sus relaciones no comerciales. Cuando la familia se descuelga del enfoque tradicional, aceptan que la madre o la hija lideren la compañía; cuando la familia considera que tanto los varones como las hembras pueden perseguir sus propios sueños y alcanzar lo que desean, a las mujeres se les exige igual que a los hombres: cualificación y compromiso. Las mujeres que tienen éxito llevando la gestión de una empresa familiar no son muy conscientes de la singularidad que todavía ello representa.

El mundo de los negocios todavía está dominado por el hombre; muchos varones tienen problemas en sus relaciones con las mujeres, cuando estas ocupan puestos de dirección. Y en las reuniones algunos varones no suelen tomar en consideración las propuestas de las ejecutivas. Por eso debemos preguntarnos si dejar al frente de un negocio familiar a una mujer no será una desventaja competitiva añadida.

Yo creo que no. Conozco a mujeres, pocas desgraciadamente, llevando los negocios familiares y algunas ocupando ya puestos representativos. Algunas de ellas han sido la última apuesta del padre. En lugar de continuar con su trabajo profesional han asumido el riesgo de llevar el negocio. Otras han ocupado el negocio que el padre dejó al morir prematuramente o tuvieron que asumir cuando el mando falleció. No son muchos los casos, pero si usted da un vistazo los encontrará a su alrededor.

En muchos casos los padres pusieron los ojos en los varones, que luego no tuvieron agallas para responsabilizarse de la gerencia y le correspondió a la hija hacerse cargo de dicho reto. Estas mujeres son capaces de asimilar rapidísimamente toda clase de información relativa a la compañía y al mercado, de analizar a los competidores y de tomar decisiones acertadas.

Las mujeres en el mundo de los negocios familiares van a ser de ahora en adelante más importantes de lo que cupiera pensar. Con estudios superiores muchas de ellas, con esa responsabilidad y minuciosidad con que vienen armadas, van a llevar el triunfo a muchas empresas de carácter familiar.

Estarán compitiendo con el varón a la hora de hacer planes sucesorios. Son una verdadera alternativa a los varones. Los padres deberán contar con ellas, porque muchas veces su grado de compromiso es superior al de los hermanos. Si hasta ahora han entrado en el negocio por necesidad familiar pronto estarán demandando la gerencia y lo harán bien. Mi experiencia con alumnas en el mundo de la dirección de empresas me lo permite pronosticar.