El presidente honorario de la Asociación de Pequeñas y Micro Empresas, Francisco Dos Reis, destacó la aprobación por unanimidad en la Cámara de Diputados del proyecto que ratifica el convenio constitutivo del Banco del Sur, al considerar que “constituye un avance fundamental en la independencia económica del bloque a nivel mundial”.
“Nos alegra el gesto político de la oposición, que ha tenido una actitud constructiva al probar este proyecto que implica un verdadero avance para el país. Se trata de una señal de madurez, lejana al tradicional mecanismo de obstrucción y palos en la rueda que suelen ser moneda común en los sectores contrarios a los oficialismos”, manifestó.
El Banco del Sur nació tras el acuerdo firmado en 2007 por los ex presidentes Néstor Kirchner, Luiz Inacio Lula Da Silva, Nicanor Duarte Frutos y Tabaré Vázquez, y los presidentes Rafael Correa, Evo Morales y Hugo Chávez, bajo el amparo de la naciente Unasur.
Dos Reis recalcó que “no se trata de una mera herramienta económica”, sino que la entidad “tiene que ver con un fenómeno aún más profundo”. “Es un paso en estos 200 años de luchas por la independencia de nuestras naciones”, indicó.
El dirigente pyme sostuvo también que “en momentos donde la crisis financiera empuja a los países centrales a tomar decisiones erróneas de ajuste y recorte presupuestario, la región avanza en la financiación de la actividad productiva”.
De acuerdo con el documento aprobado ayer, el organismo tiene por objeto “financiar el desarrollo económico, social y ambiental de los países miembros en forma equilibrada y estable, haciendo uso del ahorro intra y extra regional: fortalecer la integración, reducir las asimetrías y promover la equitativa distribución de las inversiones entre los países miembros”.
La entidad, que tendrá un capital inicial de u$s20.000 millones, se ocupará del financiamiento de proyectos productivos en sectores clave, y para incrementar la competitividad de la región respecto de los países líderes. Otro de los objetivos será combatir la pobreza y la exclusión social, uno de los puntos que lo distanciará enormemente de las grandes instituciones crediticias.
La Argentina, Brasil y Venezuela, como miembros fundadores de peso, suscribirán acciones Clase A por u$s6.000 millones de dólares, en una proporción de u$s2.000 millones cada uno, que deberán ser aportados en un plazo de cinco años, con un equivalente a u$s400 millones por año.
