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Los bodegueros esperan la peor cosecha en 10 años

Mendoza seguirá siendo la tierra del sol y del vino, pero no siempre el clima (sobre todo meteorológico, pero también político y económico) le juega una buena pasada. Y a la vista están las cifras de lo que ocurrirá en esta temporada no sólo aquí, sino en todo el país: e l pronóstico de cosecha 2014 será el peor de la última década . Ahora, a este panorama se suman -aun con el beneficio del dólar alto- el problema inflacionario y la especulación, lo que ha puesto en alerta al sector ante los significativos aumentos que dispusieron sus proveedores.

El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) dio a conocer la estimación de producción de uvas para la vendimia de este año, y los resultados son negativos: esperan una baja de 19% en relación con la temporada 2013. Y, en Mendoza, que abarca el 60% de los viñedos de la Argentina, la caída será de 17%. Para el Gobierno se explica en el clima: heladas tardías, vientos cálidos en floración, olas de calor, granizo y déficit hídrico.

El titular del organismo, Guillermo García, dijo a LA NACION que era una de las cosechas “más bajas de los último 12 años”, aunque agregó que para el resto del año hay stock vínico que, sumado a la cosecha en puerta, podrá abastecer las ventas internas y externas hasta 2015. “Será una de las vendimias más chicas, en volumen, por las inclemencias climáticas, sobre todo una helada tardía, pero el estado del viñedo es bueno. Esto no tiene una afectación fuerte ahora, lo que nos preocupa es el aumento y la especulación de los proveedores”, expresó Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina (BA), entidad que representa a 265 bodegas de todo el país.

“La baja en la cosecha puede afectar a futuro, pero hoy tenemos el stock en equilibrio. Lo que nos preocupa es la especulación y la inflación; el productor es el más afectado”, dijo José A. Zuccardi, bodeguero mendocino y titular de la Unión Vitivinícola Argentina (UVA).

El país es el quinto productor de vinos del mundo. El 75% de la elaboración es para el mercado interno y el 25%, para el externo. El consumo experimentó el año pasado un aumento de 3,75%, mientras que las exportaciones, de a poco, comienzan a repuntar: el primer semestre de 2013 cerró con una caída de 30%, mientras que el año terminó con una baja de 13 por ciento.

Los empresarios señalan que durante tres años perdieron una franja del mercado que quedó en manos de España y Chile, sobre todo en vinos fraccionados -a menos de US$ 30 la caja- y en vinos a granel. Pina dice que con la “adecuación cambiaria” esperan poder recuperar ese negocio y mejorar la competitividad, aunque el comportamiento de los proveedores puede jugarles en contra. “Hicimos un relevamiento que ya está en manos de Augusto Costa [secretario de Comercio, con quien se reunieron el martes] en el que se observan subas de entre 15 y 20% en los insumos en una semana”, contó el titular de BA, que agregó que Costa los convocaría para analizar la situación. “El crecimiento en el consumo se da con los vinos de mayor valor. Se está tomando más vino y de mejor calidad, pero tenemos que recuperar el mercado que se perdió con el segmento de menos de 30 dólares”, añadió Zuccardi.

Para el sector, los incrementos de productos e insumos agrícolas, de elaboración, de fraccionamiento, repuestos y servicios son la mayor preocupación. “En algunos rubros nos elevan los precios, y esto no es razonable. Estamos a la espera oficial para evitar aumentos excesivos”, dijo Zuccardi sobre las subas en cartón, vidrio, cajas y cápsulas. “Hay incertidumbre en la provisión, con precios abiertos. Así, el esfuerzo se diluye”, acotó Pina, y agregó: “No estamos en mercado de demanda, sino de oferta. Y es muy difícil competir si los costos aumentan. Sabemos que no podemos trasladar esto a las góndolas porque el vino no es de primera necesidad”.

Los empresarios dicen que el pequeño productor es el que más pierde en momentos de devaluación e inflación. Esta semana el gobierno provincial confirmó que no habrá límites para la compra de vino que hará el Estado a los productores ($ 2,70 el litro de contado, y $ 3, financiado). Podrá adquirir más de 50.000 litros por productor. “Queremos una medida que tenga efecto y llegar a la mayor cantidad de productores y tenedores de vinos”, señaló el ministro de Agroindustria, Marcelo Barg. Los pequeños viñateros ya expresaron sus reparos a la iniciativa porque una gran porción ya vendió su producción y a un precio menor.