Para seducir a un inversor a la hora de poner en marcha un proyecto no vale sólo con tener una buena idea. También hay que saber venderla.
Es así que para encontrar a la “media naranja empresarial” es necesario contar con algunas aptitudes y “saber transmitir pasión real por el proyecto”, asegura Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña, emprendedor y business angel, citado por el diario español Expansión.
Según Mola.com, incubadora y aceleradora de proyectos de Internet, hay diez cualidades que todo emprendedor debería poseer para conseguir financiar su idea:
1. Irradiar energía
Quien tiene un proyecto debe poder demostrar que cuenta con la potencia y la constancia necesarias para llevarlo a cabo.
2. Aprender a vender bien la idea
Practicar en voz alta puede ser muy útil, como también participar en ponencias o ensayar ante los amigos: el empresario tiene que convertirse en el mejor comercial de su firma.
3. Rodearse de un buen equipo
O lo que es lo mismo, atraer talento. Cuanto mejores sean los colaboradores, mayor confianza y credibilidad despertarán.
4. Centrarse en el proyecto
Hay que dedicar todo el tiempo necesario para demostrar que realmente se cree en la idea. Los inversores confían más en aquellos que dirigen todo su esfuerzo a una sola cosa.
5. Alejarse de la zona de confort
Se debe demostrar que se está dispuesto a sacrificarse por el propio negocio. Antes que cualquier inversor, el emprendedor es el primero que debe apostar por sí mismo y, si se requiere, renunciar a las comodidades alcanzadas hasta la fecha.
6. Conocer el sector y tener visión
Es imprescindible dominar el campo en el que se va a abrir el negocio para detectar las buenas oportunidades y rechazar las malas ideas.
7. Mantener el equilibrio entre optimismo y realismo
Es necesario ser positivo para hacer frente al día a día, pero sin levantar los pies del suelo.
8. Hacerse experto de las métricas
El emprendedor debe conocer todas las características de su negocio para demostrar que sabrá gestionar la inversión recibida.
9. Ser ambicioso
Hay que pensar a lo grande y no quedarse en la anécdota.
10. Demostrar experiencia
Hay que transmitirle al posible socio capitalista que se tiene trayectoria en el mundo empresarial, comentándole tanto éxitos como fracasos.
Otros detalles que considerará el inversor
Según la nota de Expansión, estos diez mandamientos suponen una base importante a la hora de convencer a un business angel.
Sin embargo, “es muy raro que una persona cumpla todas estas características. Además, al inversor no le gusta apostar por un one-man-show”, asegura Sébastien Chartier, consejero delegado de Creaventure y fundador del Salón MiEmpresa.
Más allá de las cualidades del nuevo empresario, el financiador prestará especial atención a la necesidad que cubra la propuesta del emprendedor, las ventajas competitivas, la correcta estrategia en su desarrollo y si va a crear valor para el accionista.
No se debe olvidar que, “aunque los business angel cada vez están más colegiados y mejor formados, cada uno arriesga su dinero cómo y dónde quiere y, en ocasiones, de manera poco lógica”, advierte Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña, emprendedor, empresario y CEO del Grupo Publispain, entre otros.
Por esta razón, presentar el proyecto a un inversor requiere pericia y un trabajo de “backoffice”. No basta con saber que se cuenta con una buena idea y lanzarla sin más.
Suárez Sánchez-Ocaña aconseja trabajar muy bien la propuesta y la manera de presentarla; así como señalar ejemplos internacionales que demuestren que el sector es de alto crecimiento y viable y, sobre todo, explicar y demostrar al inversor cuándo, dónde y cómo podrá salirse de la compañía y con qué ganancias.
También es importante saber a quién se le está presentando el proyecto. No todos los inversores valen para todas las ideas de negocio.
Chartier recomienda buscar al financiador ideal, conocer su perfil: “Es un error presentar una iniciativa empresarial a un inversor que ya está metido en un proyecto similar, ya que sería competencia directa”.
Contar con la psicología necesaria para saber tratar con el inversor que evaluará la idea y decidirá si invertir en ella es también importante. Al igual que lo es sentir pasión por el proyecto y disponer de la formación adecuada.
En el fondo, y como bien recuerda Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña, “somos personas y cada uno responde a motivaciones diferentes”.
