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Los errores más comunes que cometen las empresas al contratar soluciones de seguridad

Hay una serie de errores que todas las empresas comenten a la hora de contratar soluciones de seguridad. La realidad es que cuando se piensa una estrategia para proteger a nuestra compañía, no se evalúan todos los factores que involucran a esta decisión. A veces, pareciera que la gente olvida que lo que está en juego es la seguridad de la empresa. A continuación, algunos de los errores más frecuentes que aparecen a la hora de decidirse por una solución:

Seleccionar por nombre: Sucede en la mayoría de las grandes empresas. Quienes toman las decisiones no se animan a jugarse por una empresa que funciona bien dentro del mercado, pero que no tiene el renombre de las grandes empresas. Así, la mayoría de las compañías grandes terminan eligiendo empresas de seguridad también grandes sin evaluar realmente si son buenas compañías. El miedo más importante es el de quemarse. Lamentablemente, así no solo se eligen compañías de seguridad, también se compran equipos, softwares, etc. Se va a lo seguro sin evaluar realmente cuál es la mejor prestación para el negocio.

No profundizar sobre los beneficios: Son pocas las empresas que llegan a una profundidad en la selección del proveedor, en el tipo de servicio, en llamar a otros clientes de ese proveedor para chequear como es el servicio que presta X compañía. No hay que quedarse leyendo solo las referencias, creyendo lo que dice una carpeta de presentación y el sitio web. Hay que indagar más.

Fijarse en el producto y olvidarse del servicio: Cuando uno adquiere un producto. Por ejemplo, la más avanzada tecnología en una cámara de seguridad- esa cámara tiene que ser bien configurada, bien instalada, tengo que finalmente ver bien. Si un banco quiere controlar a la cajera o un cajero en la manipulación de los billetes, pero la súper cámara que compré está mal instalada, veré con detalle como charla la gente en la fila del banco, pero nunca lo que hace el cajero.

Comprar lo mejor y no realizar mantenimiento: se compra el mejor equipo pero luego no se hace el mantenimiento técnico preventivo. Esto es algo que sucede, con frecuencia, en las PyMes: compran un producto que quieren que se instale una vez y duren 100 años, sin ningún tipo de atención. Esto es imposible.

No evaluar toda la cadena: El sistema es tan bueno como el eslabón más débil de toda la cadena, una cadena puede ser muy fuerte pero, ¿dónde se rompe cuando uno tira? En el eslabón más débil. Ejemplo; si tengo un camión con un buen motor pero pongo malas gomas, ahí es donde va a fallar. De nada sirve la mejor cámara si el motor que le da movimiento no es de tan buena calidad.

Buscar la perfección: Ninguna empresa es a prueba de fallas. La clave está en cómo reacciona ante el error. ¿Da la cara?, ¿resuelve? La pregunta que hay que hacer a otros clientes de ese posible proveedor es ¿Cómo reacciona la empresa ante el error?, ¿se hace cargo? ¿siguen el problema? ¿Dan solución pronto?

Pensar solo en los costos: de qué sirve un proveedor que me cobre menos si a la hora de actuar no resuelve. El costo debe estar asociado a un servicio. Se debe elegir a un proveedor evitando cometer los errores que figuran en este artículo. Una vez pasado ese filtro, recién ahí se deben comparar costos.