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Los productores donan 50 millones de huevos en todo el mundo

La Comisión Internacional del Huevo (International Egg Commission), organización que representa a los productores en el ámbito internacional y colabora activamente con la FAO, ha anunciado que, finalizada la SEMANA MUNDIAL DEL HUEVO, su campaña de donación ha ascendido a 50 millones de huevos, con el fin de para paliar la malnutrición en las poblaciones más necesitadas del planeta. Gracias al generoso aporte de los representantes del sector, miles de personas carenciadas alrededor del mundo hoy tienen acceso a esta excelente fuente de proteína de alta calidad, una cualidad que destacan nutricionistas de todos los países respecto al HUEVO.

En consonancia con esta política mundial, CAPIA (Cámara Argentina de Productores Avícolas) extiende su compromiso solidario, firmando un acuerdo anual con la RED ARGENTINA DE BANCOS DE ALIMENTOS, asociación civil sin fines de lucro integrada por los 14 bancos de alimentos del país (Buenos Aires, La Plata, Mar del Plata, Tandil, Córdoba, Goya y Ombú (Virasoro, Corrientes), Mendoza y Valle de Uco (Mendoza), Neuquén, Salta, Jujuy y Tucumán), para donar anualmente 1.000.000 de huevos, con el objetivo de mejorar la calidad nutricional de las comidas que reciben más de 155.000 personas. Además ha renovado, por cuarto año consecutivo, su donación a la Fundación Margarita Barrientos, que asiste a más de 1.500 personas en el comedor Los Piletones.

La alimentación es un derecho de toda persona de poder acceder regularmente a comida suficiente, nutricionalmente adecuada, inocua y culturalmente aceptable para llevar una vida activa y saludable. La malnutrición constituye un problema de salud que afecta al mundo entero: la FAO estima que existen 1020 millones de personas subnutridas en todo el planeta y no necesariamente en países en desarrollo, ya que puede presentarse tanto como desnutrición crónica, desnutrición aguda e, incluso, como desnutrición oculta. La malnutrición produce deficiencia en las defensas del organismo aumentando el riesgo de mortalidad y, en los niños, también afecta el crecimiento y desarrollo psicomotor, disminuyendo la capacidad intelectual con la consecuente dificultad para el aprendizaje. La desnutrición aguda es temporaria y se denomina emaciación. La desnutrición crónica se origina por imposibilidad de cubrir el déficit de nutrientes a lo largo del tiempo, agravada por los problemas del medio ambiente, una consecuencia importante de la carencia crónica de nutrientes es el acortamiento. Pero la desnutrición oculta, es la deficiencia de nutrientes específicos, especialmente vitaminas y minerales, aún cuando el peso y la talla de la persona puede ser adecuados. Esta afección es consecuencia de la creciente incorporación de alimentos ricos en grasas o en azúcar en la dieta habitual, con elevado contenido calórico y pobre valor nutricional, que hace que se cubran las necesidades calóricas, descuidando el aporte de nutrientes esenciales. Las más importantes y reconocidas son las deficiencias de hierro y de vitamina A, aunque también podrían considerarse otros micronutrientes importantes para el desarrollo infantil, como el zinc, algunas vitaminas del complejo B, tal como la riboflavina, el ácido fólico y los ácidos grasos esenciales. Los desajustes alimentarios son la principal causa del desarrollo precoz de la mayor parte de las enfermedades crónicas o degenerativas como el cáncer, patologías cardíacas, diabetes, obesidad e hipertensión arterial, entre otras. El HUEVO es un alimento protector que protege de enfermedades por carencia como la desnutrición y malnutrición a la vez que promueve la salud disminuyendo el riesgo de padecer enfermedades crónicas futuras.

El HUEVO es un alimento muy práctico y altamente nutritivo que debe formar parte de la dieta habitual, es económico y accesible para toda la población. El huevo proporciona mayor sensación de saciedad, lo que convierte en la mejor opción para comer entre horas. Los nutrientes y proteínas que aporta en sólo 75 calorias, previene de déficit de vitaminas ni minerales, mareos, dolores de cabeza y sensación de vacío en el estómago, comunes durante una dieta hipocalórica, sin que se alteren las cifras de lípidos en sangre (colesterol ‘malo’ (LDL) y triglicéridos). Desde el año 2000 la AHA (American Heart Association) en sus guías alimentarias para la población sana, habla del consumo de un HUEVO por día en el marco de una dieta sana y equilibrada. El huevo es un alimento natural, sin conservantes ni aditivos y “envasado en origen”, una de las creaciones más completas de la naturaleza que aporta la mejor nutrición al menor costo. Todos estos aspectos ya han sido mundialmente reconocidos: Japón, España y Francia (tres de los mayores consumidores de huevos) tienen los menores índices de mortalidad cardiovascular entre todos los países industrializados del mundo. Argentina, como parte de una tendencia en todo América Latina, presenta un alentador crecimiento en el consumo de huevo: en los últimos ocho años el aumento alcanza el 70%, con 126 huevos por persona por año en 2002 a 212 en 2010 (estimado según proyección anual, CAPIA – Cámara Argentina de Productores Avícolas).