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¿Los teléfonos celulares son un lujo en la Argentina?

Cámara de Informática y Comunicaciones de la República Argentina – expresa su total desacuerdo con el proyecto de ley que, impulsado por el Poder Ejecutivo Nacional, busca aplicar un nuevo impuesto a los teléfonos celulares y otros productos tecnológicos.

El avance de este proyecto, que ya logró media sanción en la Cámara de Diputados y está próximo a discutirse en el Senado, provocaría un aumento en los precios de los productos tecnológicos de hasta un 34%, ya que duplica en algunos de ellos la alícuota del IVA que se les aplica, además de fijar impuestos internos por considerarlos “bienes suntuarios”. Debemos preguntarnos ¿Es un lujo tener celular en la Argentina?.

El esquema impositivo que se pretende aplicar a los teléfonos celulares, monitores LCD y otros productos tecnológicos, es el mismo que se aplica a productos de lujo, tales como yates, barcos, aviones y perfumes importados. De esa manera, lo propuesto se convierte en un impuestazo absolutamente regresivo que afectará a los que menos tienen.

Los productos informáticos y de telecomunicaciones constituyen hoy herramientas fundamentales para todos los sectores de la economía y de la sociedad. Los usan las pymes, los estudiantes, los trabajadores, los emprendedores, los jóvenes, las familias de todo nivel social. Permiten comunicarse fluidamente, establecer redes sociales y de seguridad, incrementar la productividad, la competitividad.

El Gobierno ha interpretado esta influencia positiva de las tecnologías informáticas y de telecomunicaciones en la sociedad y ha encarado numerosos programas para alentar y difundir el uso. Por ejemplo: Planes Mi PC, Una computadora por alumno, Agenda Digital, Mi PC para jubilados, Becas y Capacitación de Recursos Humanos. Por ello, sorprende que se impulse esta medida, que plantearía un retroceso en el avance logrado.

CICOMRA confía en que sean consideradas estas consecuencias, que el proyecto no prospere y alienta que se analicen alternativas que tengan en cuenta los efectos positivos del uso intensivo de la tecnología en la economía del país. Para estimular un debate sobre este tema, que permita a todos los argentinos participar y generar consensos, CICOMRA ha habilitado un blog, al que puede accederse a través de la siguiente dirección: http://mi-celu-no-es-lujo.blogspot.com

Las 10 verdades sobre el “impuestazo tecnológico”

1) Fuerte incremento de precios. La medida incrementaría casi un 30% el precio de los productos tecnológicos que usa la población argentina, de todo nivel social, como son los teléfonos celulares, monitores LCD y otros productos tecnológicos.

2) Suntuosidad de los productos. Los productos orientados a facilitar la comunicación no pueden ser considerados bajo ningún concepto como “suntuarios” o “de lujo”. La penetración de telefonía móvil en la Argentina ha superado la barrera de 100%, estimándose que 47% de los abonados pertenece a nivel socioeconómico de bajos recursos.

3) Generación de un mercado informal. El aumento de la carga impositiva incrementará el incentivo a la piratería y el contrabando. También se generará un mercado interno de equipos de segunda mano, que posiblemente no contribuyan con la recaudación de IVA.

4) Impacto negativo en la macroeconomía. Las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) constituyen herramientas fundamentales para todos los sectores de la economía y de la sociedad. Los usan las pymes, los estudiantes, los trabajadores, los emprendedores, los jóvenes, las familias de todo nivel social, para comunicarse fluidamente, establecer redes sociales y de seguridad, incrementar la productividad, la competitividad. La suba de impuestos perjudicará no solo al sector tecnológico si no también a todos los sectores que utilizan sus productos en la actividad diaria.

5) Reducción de empleo. El sector tecnológico es un fuerte generador de empleo y aporta más de 180.000 puestos de trabajo directo, cuya demanda de capital humano calificado ha crecido al 9% anual en los últimos años.

6) Sustitución de importaciones. La intención de sustituir importaciones para provocar un efecto positivo en la balanza comercial no es así porque ensamblar aquí tiene el mismo valor que el producto terminado que se importa y que posee poco valor agregado a nivel local. En consecuencia, los consumidores deberán pagar precios más altos por los equipos. En el caso de la telefonía móvil no solo no mejora la balanza comercial del país sino que la empeora, ya que generalmente el costo del kit de partes con el cual se ensamblaría el producto en el país, se importaría a valores mayores a los que hoy se importa el producto terminado.

7) Impuesto regresivo. La medida generará una barrera para los sectores con menos recursos quienes deberán destinar mayor parte de su ingreso para mantenerse comunicados o acceder a la información.

8) Consumo energético. El proyecto se fundamenta en que estos productos consumen mucha energía eléctrica y por ello debe limitarse su uso. La realidad demuestra que el avance de nuevas tecnologías está logrando productos de mayor eficiencia en el consumo.

9) Efecto neto negativo en la recaudación. Al aplicarse este aumento impositivo a bienes durables, su efecto sobre la demanda será determinante. Por un lado, se reducirá la demanda de equipamiento, resultando en una menor recaudación de IVA e impuestos internos. Por otro lado, el elevado costo del equipamiento será la principal barrera para acceder o conservar servicios de comunicaciones móviles, con lo cual se reducirá el consumo de estos servicios. El doble efecto negativo en la economía y en la recaudación, será superior al incremento en ingresos esperado por el incremento impositivo.

10) Retroceso en los avances tecnológicos. El Gobierno ha interpretado la influencia positiva de las tecnologías informáticas y de telecomunicaciones en la sociedad y ha encarado numerosos programas para alentar y difundir su uso. Por ejemplo, los planes Mi PC, Una computadora por alumno, Agenda Digital, Mi PC para jubilados, Becas y Capacitación de Recursos Humanos. El proyecto oficial plantearía un retroceso en dichos avances.