El volumen comercializado en los mercados creció un 4% en el primer trimestre y alcanzó los US$ 1,7 billones; se intercambiaron US$ 74.000 millones en papeles argentinos
El volumen comercializado en el mercado de deuda emergente subió un 4% en el primer trimestre de este año respecto del mismo período de 2006, hasta alcanzar los 1,697 billones de dólares, su nivel más alto desde que en 1997 comenzaron a llevarse registros, según un informe privado.
El apetito por los papeles de las economías emergentes ha crecido en los últimos años debido a un escenario económico sólido y a las tentadoras tasas de interés. México y Brasil son los países que reciben la mayor cantidad de los flujos de capital.
“El alza en el volumen del primer trimestre de 2007 muestra el constante apetito por deuda de mercados emergentes”, dijo David Spegel, jefe de estrategia de mercados emergentes de ING Financial Markets, según fue citado en el informe de Asociación de Comercio para la Deuda Emergente (EMTA, según sus siglas en inglés).
El volumen comercializado en instrumentos locales ascendió a 1,025 billones de dólares, lo que representa un alza del 30% frente al primer trimestre del año pasado y equivale al 60% del total negociado, precisó la EMTA.
La Argentina, entre los cinco primeros. “Los instrumentos locales que se comercializaron con más frecuencia, según los participantes del sondeo, fueron los de México (336.000 millones de dólares), Brasil (111.000 millones de dólares), Sudáfrica (101.000 millones), Turquía (95.000 millones) y Argentina (74.000 millones)”, indicó el informe.
La deuda de México fue la más negociada durante el primer trimestre, con el 24% del total —407.000 millones de dólares—, lo que equivale a un aumento del 33% respecto del mismo lapso de 2006.
En contraste, el volumen transado con papeles brasileños cayó un 37% frente al primer trimestre de 2006, hasta alcanzar los 227.000 millones de dólares, con un 16% del total de la actividad de los mercados emergentes.
En 2006, el volumen comercializado en instrumentos del mercado emergente tocó un récord de 6,5 billones de dólares, un 19 por ciento más que el año anterior.
Muchos bolsas, monedas y bonos latinoamericanos rondan niveles máximos actualmente por el apetito por activos de riesgo entre los inversores
