Algo más de cinco de cada diez hogares con teléfono de línea estarían dispuestos a contratar un solo proveedor para los servicios de telefonía fija, Internet y TV por cable -triple play- por el precio y la posibilidad de tener una factura única. En otras palabras, más de 3 millones de familias (54%) contratarían ese servicio, que enfrenta a las telefónicas con las distribuidoras de TV por cable y abre un negocio de $ 8800 millones a proveedores de infraestructura, Internet y contenidos.
Los consumidores más interesados en la propuesta del triple play, que hoy lo ofrecen cooperativas y firmas pequeñas, son aquellos que cuentan con los tres servicios. ¿Cuáles son las principales ventajas que ven en la novedad?
«El precio, la comodidad y la factura única», según el último informe sobre triple play de Prince & Cooke. Según los datos, el precio es «el motivador más importante para elegir un paquete. Ante la consulta de cuánto estarían dispuestos a pagar, el 46% de los hogares pagaría entre 100 y 150 pesos».
«Esto arroja un promedio de 141 pesos, o sea, un 20 por ciento menos de lo que gastan actualmente con impuestos. Los hogares de mayores ingresos pagarían 147 pesos, lo mismo que abonan hoy por los tres servicios», expresó Pablo Tedesco, analista de la consultora. La contracara de la visión optimista de algunos consumidores la ofrece el 46% de los hogares que resisten la migración por «la imposibilidad de elegir al mejor proveedor en cada servicio y la dependencia de un único prestador».
Bandos y limitaciones
El negocio del triple play hoy está limitado a cooperativas y firmas chicas. Las telefónicas no pueden explotarlo por cuestiones regulatorias, que buscan eludir sin éxito hasta el momento por la presión que ejercen las empresas de cable. Estas últimas esquivan los servicios de telefonía por las altas barreras de ingreso que acarrean.
Ambos sectores están enfrentados y ofrecen 3 de los 2 servicios que incluye el paquete. Las cableras brindan Internet y TV paga, y las telefónicas ofrecen telefonía e Internet. Hasta que alguno de los dos bandos complete el paquete, el desarrollo de la tecnología estará limitado. Basta ver que, de abrirse el juego, el negocio movería hasta 8800 millones de pesos.
Las proveedoras del cable y de telefonía no son las únicas interesadas. En el sector están atentos a los pasos que seguirán las empresas que ofrecen exclusivamente Internet y el transporte de voz y datos sobre la Red, como UOL Sinectis o Sion. Estas últimas no tienen impedimentos regulatorios para avanzar con el servicio, más allá de la licencia de telefonía que deben obtener de la Secretaría de Comunicaciones.
Ese organismo reactivó la entrega de licencias y fue justamente Sion la que recibió una hace pocos días. Igual suerte corrió Mera Latina, que ya proveía servicio de voz sobre protocolo de Internet y telefonía pública.
Quienes también merodean el negocio, con incipientes incursiones en la oferta de los jugadores más chicos, son los fabricantes de hardware y software que proveen la infraestructura para centralizar la tecnología y permiten, por caso, que un televisor pueda conectarse a un módem.
En este ring, los grandes contrincantes son firmas internacionales como Cisco, por lo cual «no se espera un desarrollo de la industria local». En cambio, sí tendrán una oportunidad los generadores de contenidos nacionales. «Tienen mucho que ganar, porque encuentran una nueva vía para hacer llegar su producto», señaló Diego Anesini, analista de la consultora de tecnología IDC.
En el sector insisten en que la verdadera explosión del triple play llegará cuando ingresen los grandes jugadores, hoy enfrentados. Las telefónicas están a la espera del cambio regulatorio que, según dicen, no llegará hasta después de las elecciones. Mientras tanto, seguirán con las pruebas de campo iniciadas hace varios meses.







