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Más del 54% de los argentinos hace actividad física

El 54,7% de los argentinos afirmó practicar actividad física o deporte de forma regular y el porcentaje sube a un 77 entre quienes tienen un alto nivel de preocupación por su salud y bienestar, los cuales argumentan que lo hacen para estar más saludables, sentirse mejor mentalmente y controlar su peso, según se desprende del estudio “Concern Monitor” realizado por Kantar Worldpanel en conjunto con The Futures Company.

Estos hogares además declaran tomar suplementos vitamínicos y se monitorean a través de dispositivos pues estar saludable está asociado a mantenerse en forma, lucir atractivo, sentirse joven y evitar la decadencia.

A los hogares con mediana preocupación por su salud, les importa contar con atención médica de calidad para estar protegidos contra eventuales enfermedades. Los recursos cotidianos que ponen en práctica para evitar enfermarse son: tener una alimentación balanceada, hidratarse lo suficiente e ingerir frutas y verduras.

Por el contrario, los hogares con bajo nivel de preocupación en su salud no realizan actividad física ni cuentan con un estilo de alimentación balanceado. Acuden al médico en casos puntuales porque no ven la necesidad de ir por malestares menores.

Alimentación y nutrición

El 31% de los hogares tienen una alta preocupación en su alimentación y se caracterizan por ser de niveles socio económicos altos y medios, están integrados hasta por dos personas, con amas de casa mayores de 50 años. Mientras que los que poseen un bajo nivel de preocupación por su alimentación son de niveles bajos, familias numerosas, amas de casa jóvenes con hijos chicos.

El 90% de los hogares -dentro de los que tienen un alto nivel de preocupación por su alimentación-, afirmaron leer en las etiquetas la “cantidad de grasas y calorías” para tener un mejor “cuidado de su salud”. Además, los hogares con un alto nivel y medio de preocupación en su alimentación disminuyeron en el último año su consumo de grasas, sodio e hidratos de carbono (harinas y azúcares), mientras que los de baja preocupación no modificaron nada en su dieta.

“Vemos entonces que lo que diferencia a estos segmentos de preocupación –alto, medio o bajo-, es la disposición a modificar sus hábitos alimenticios”, afirmó Renata Segovia, Solutions Manager de Kantar Worldpanel al explicar el estudio que permite contrastar las tendencias de opinión con el consumo en el hogar.

Medio ambiente:

A mayor nivel socioeconómico, existe un mayor nivel de conciencia y preocupación por el medio ambiente. Los hogares con un alto nivel de preocupación por el medio ambiente llevan a cabo acciones que implican cambios en su estilo de vida pues lo sienten como un deber y una responsabilidad como ciudadanos del mundo.

Los de nivel medio tienen cierta preocupación, pero no creen que su acción individual tenga un impacto significativo en el medio ambiente. Están más dispuestos a sacrificar estándares de consumo por un bien mayor: preservar el mundo para futuras generaciones.

Mientras que los hogares de baja preocupación, tienen hábitos que no contemplan el cuidado del medio ambiente. Sin embargo, llevan adelante algunas acciones como ahorrar energía y no desperdiciar agua potable, siempre y cuando no impliquen un sacrificio para su vida diaria.

Sin importar el nivel de preocupación por el medio ambiente, todos los encuestados estuvieron de acuerdo en que las empresas deberían trabajar el tema de sustentabilidad y ahorro de recursos, pero también mostrar un mayor compromiso social: generar puestos de trabajo y abrir oportunidades para los jóvenes.

Estudio

El estudio “Concern Monitor”, de Kantar Worldpanel y The Futures Company, permite comprender cómo las preocupaciones sobre la salud, la alimentación y el medio ambiente influyen en las decisiones de compra de los hogares y permite identificar si tienen un impacto en el gasto del hogar o si solo se queda en eso, en una simple “preocupación”.

“Lo interesante de este estudio es que nos permite comparar lo declarativo con el consumo real y ver efectivamente si las personas son consecuentes entre lo que dicen que hacen y lo que realmente hacen”, explica Segovia.