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Más trabajo, menos sueño

La revista de negocios The Economist promueve una serie de debates entre especialistas, mediante preguntas y consignas que los lectores responden con comentarios y emitiendo su voto. En una de las últimas discusiones se plantearon los efectos de la crisis económica sobre las horas de sueño de los empleados de cualquier nivel, y se mencionó que en la actualidad no son suficientes. El resultado de la compulsa fue contundente. Un 75% confirmó que las horas de sueño son cada vez más escasas, como producto de las preocupaciones que circulan por todas las áreas de negocios.

Aunque parece una verdad de Perogrullo, no por eso deja de merecer atención. Dormir menos por motivos de trabajo no es una buena señal, tanto desde el punto de vista individual como social. Es un síntoma que denuncia una seria irregularidad, sólo que aparece con mayor claridad en los momentos de crisis. La cantidad de horas dedicadas al trabajo no tiene mucho que ver con la realidad. La invasión de los temas laborales sobre la vida personal nunca podrá ser debidamente cuantificada, porque depende de la situación y del individuo de que se trate.

Vayamos a algunos ejemplos. Una decisión importante, como una reestructuración, el lanzamiento de un nuevo producto o el establecimiento de políticas, generalmente no ocupa un tiempo exclusivo, como por ejemplo de 8 a 17 entre lunes y viernes. Es altamente probable que aparezca durante la ducha matinal, en el viaje cotidiano o en un plácido desayuno de un fin de semana. Así, nace una idea o una preocupación que después se traslada a las horas establecidas como laborales, y se convierte en acciones visibles. Si se tuviera a mano un cronómetro, habría que incluir el tiempo dedicado a esta gestación previa.

Más evidente aún es en aquellos puestos que demandan creatividad, como los ligados a la producción publicitaria o al periodismo. La fuente proviene de todo estímulo, provocado por el solo hecho de vivir en sociedad, donde se despliegan los acontecimientos, visuales, intelectuales o emotivos, que rescatan lo que tiene relevancia para los contemporáneos. Nacen de este modo las propuestas de jingles , frases o temas de investigación. Podría decirse que es trabajo a tiempo completo.

Por último, los miedos. Cuando las situaciones son inestables dentro de la empresa, se hace presente la incertidumbre, mediante preguntas tales como ¿qué va a ser de mí? , que rozan cuestiones existenciales, y aparecen justo en aquel momento de soledad profunda que antecede al sueño.

Entonces, el trabajo es una actividad que se instala más allá de los horarios estipulados. Por eso, su importancia, el entrelazamiento con la vida de cualquier mortal y la posibilidad de quitar u otorgar tanto el sueño como los sueños.