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Microfinanzas: en los próximos 5 años, 500.000 clientes demandarán 700 millones de pesos

En las primeras jornadas anuales de Microfinanzas, la Fundación Andares presentó un estudio realizado por el Licenciado Javier Martinez Larrea que reflejaba que en los próximos 5 años, con un mercado de 500 mil potenciales clientes, habrá una demanda de alrededor de 700 millones de pesos para microcréditos.

Durante el año 2005 se otorgaron microcréditos por 21 millones de pesos a 15 mil personas. A fines de 2006 en la Argentina operaban 100 instituciones de microfinanzas que entregaron 40 millones de pesos a 30 mil microempresarios. Pero en los primeros meses del corriente año aparecieron nuevos jugadores que incrementaron las operaciones que nos permiten calcular que a fines de 2007 tendremos entregados 79 millones de pesos a más de 60 mil microempresarios. Esta situación permite proyectar que en los próximos 5 años se podrán entregar 700 millones de pesos a más de 500 mil microempresarios. También, El Ministerio de Desarrollo Social entregó 11 millones de pesos de un plan de 100 millones programado, mientras que el Bapro, por su programa Fuerza Solidaria, entregó otros 6 millones de pesos.

De todas formas el volumen de las operaciones en nuestro país equivale a la operación de solo una de las 4.000 sucursales de los bancos locales. Y apenas significa un monto similar a la de 2 instituciones medianas de Latinoamérica.

En cambio, el panorama de cómo conseguir los fondos para que la actividad crezca, no parece ser tan acelerado en este sentido. La cartera de créditos de los fondeadores a las Instituciones de microfinanzas (IMFs) podría pasar de $43 millones en 2006 a $350 millones en 2012 debido a que los fondeadores son más cautelosos respecto al crecimiento de las IMFs además de que consideran a nuestro país como un mercado pequeño y con variadas regulaciones que dificultan las operaciones. La principal limitante es la falta de capacidad de gestión de las IMFs para llevar adelante sus planes de crecimiento.

El gran potencial de fondeo internacional hace que el sector pueda crecer, a partir de la capacidad de gestión que ofrezcan para calificar los empresarios y las instituciones de microfinanzas de la Argentina. Para eso será imprescindible el desarrollo de los planes de negocios.

La oferta de microcrédito por parte de las IMFs está muy concentrada: las 5 IMFs más grandes representaban el 71% de los créditos del sector. Producto de la baja escala las IMFs perdieron el 45% de su patrimonio en 2006 (12% de la cartera) antes de computar las donaciones. La disponibilidad de fondeo para las IMFs difiere según su tamaño: en un extremo están las IMFs grandes que cuentan con fondeo suficiente para financiar sus planes de crecimiento. En el otro extremo, las pequeñas tampoco presentan problemas porque sus planes de crecimiento son más conservadores y además planean financiarlos con donaciones. En cambio, las IMFs medianas son las que más dificultades enfrentan para fondearse.
En el mercado internacional, existen 100 fondos privados e instituciones financieras internacionales de promoción que manejan fondos por U$S 4200 millones, pero aquí sólo operan activamente unas pocas.

En la medida que las IMFs demuestren ser tan exitosas como sus planes lo indican, seguramente obtendrán el financiamiento necesario para el crecimiento.

El cierre de la primer Jornada lo realizó Alfonso Prat Gay, Presidente de la Fundación Andares, organizadora del evento junto con La Red Argentina de Instituciones de Microfinanzas (RADIM). Prat Gay dijo: “cada día hay que trabajar más para incluir a los pobres. No nos podemos acostumbrar a vivir con este nivel de pobreza, si bien hemos avanzado en el tema, y la gran concurrencia a la jornada es una muestra del interés que el tema va generando, tenemos que tener en cuenta que cuando otorgamos un micro crédito a una persona, hay entre 10 y 15 a las que no estamos llegando, por lo que hay una tarea que nos obliga a redoblar nuestros esfuerzos. El tema no es sencillo por la diversidad de actores y sectores a los que tenemos que unir pero el desafío es poder hacer un servicio de calidad que incluya ir al encuentro y buscar a los clientes. Debemos aunar los esfuerzos entre el sector público, el privado y el tercer sector. Hace un tiempo veíamos como una utopía llegar a 500.000 personas con micro créditos, hoy podemos pensar que esto es posible. Es más, es nuestra obligación”.

Durante toda la jornada se escucharon testimonio de las diversas instituciones de microfinanzas y prácticamente hubo una coincidencia generalizada sobre los problemas que enfrenta el sector y las oportunidades que se avecinan. La gran mayoría se refirió a la falta de los recursos humanos adecuados como el principal déficit por el esfuerzo que significa ir a buscar a los potenciales clientes y es este uno de los principales argumento de las tasas que se cobran ya que es mucho más caro ir en busca de ellos a que ellos se acerquen como ocurre con los bancos. El otro gran tema fue el de plantear el camino que permita un crecimiento en escala de la actividad y en este sentido hubo críticas al marco jurídico e impositivo que suele ser ambiguo ya que por un lado el Estado manifiesta su voluntad de impulsar las micro finanzas pero por el otro no se hacen las adaptaciones necesarias para que la actividad se desarrolle. Muchas de las instituciones plantearon, también, el desafío de la sostenibilidad de las organizaciones y para ello resaltaron la importancia de la eficiencia, la transparencia y la austeridad de los gastos para poder llegar al cliente con la tasa más baja posible. Al respecto, Gregorio Goity, presidente de Banco Columbia sostuvo que es imposible realizar operaciones rentables con una tasa menor al 5%. A la hora de resaltar aspectos positivos hubo también coincidencia en observar a los países exitosos de la región como Bolivia y Perú así como también mostrar profesionalidad, sensibilidad y adaptación a los clientes para que las diferentes instituciones puedan crecer de manera sostenida. También se resaltó como positivo el interés que distintas entidades vienen demostrando por el tema con aportes de fondos tales como el BID, Banco Rio, Banco Provincia, Banco Ciudad y FONCAP. SA, entre otros.

Una de los puntos más atractivos de la tarde fue la presencia de Francisco “Pancho” Otero, personalidad reconocida en el mundo entero como una de las principales autoridades en materia de microcrédito. Otero fundó en 1989 el Banco Sol que desarrolló una cartera de clientes por un valor de 42 millones de dólares y es hoy la entidad más rentable de Bolivia. Ya en los años 80 Otero había puesto en marcha la fundación Prodem, pionera de microfinanzas urbanas de Bolivia y con la cual llevó a cabo la primera transición institucional de una microfinanciera sin fines de lucro para convertirla en una sociedad anónima. Al respecto sostuvo “hoy en día se ha cambiado de paradigma y el concepto de desarrollo no implica solamente la presencia de fábricas y aumentar el índice de la construcción sino que ahora se piensa en desarrollo a que la gente, aún la más humilde, pueda tener oportunidades. Veíamos como las sociedades crecían pero también crecían el número de la pobreza hasta que se pensó que hacer con esta gente que quedaba al margen. La primera reacción fue la de asistencia directa a estos sectores pero luego se dieron cuenta esto no mejoraba la dignidad de las personas. El proceso de instauración de las microfinanzas fue muy lento y progresivo. Frecuentemente escucho decir que nuestra tarea es difícil porque se trata de recorrer zonas marginales, indígenas, lejanas, con gente que no tiene garantías y encima lidiar contra la burocracia. Pero debemos entender que la calidad es lo que va a permitir que nuestra actividad crezca y se desarrolle a gran escala. No por el hecho de creer que somos buenos porque trabajamos en una ONG no debemos buscar la excelencia en la atención de nuestros clientes, ese es una gran error, cuando nos creemos buenos dejamos de aprender y en esta profesión debemos aprender todo el tiempo para llegar de mejor manera a nuestros clientes. Cuando hay mora en nuestros clientes debemos culparnos a nosotros porque de alguna u otra manera no hemos sabido llegar al cliente”.