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Negocios: Cómo sobrevivir al cambio de época

El conocimiento es un activo que se renueva cada día más rápido por cuenta del desarrollo vertiginoso de los medios de comunicación. Antes, muchos antes, se necesitaban varias décadas para que el conocimiento se renovara. Ahora es muy probable que el conocimiento mundial se esté renovando en menos de un año. Las consecuencias de eso es que si usted (negocio) no sabe como renovarse es muy probable que perezca.

Esto lo digo porque me encontré una interesante nota en el diario Clarín de Argentina acerca de la sobrevivencia de los videos clubes.

Argentina llegó a tener 10 mil locales en todo el país, hoy por cuenta de la piratería, las descargas directas, el cable y los cambios de formato han desaparecido casi todos.

Sin embargo los que quedan luchan desesperadamente por mantenerse en un negocio que está condenado a morir.

La cadena transnacional Blockbuster prácticamente ha cerrado sus operaciones a nivel mundial y dejó de cotizar en la bolsa de valores recién el 1 de julio pues cada una de sus acciones se cotizaban a menos de un dólar.

Sin embargo esta situación trae lecciones interesantes, sobre todo de parte de quienes han quedado vivos para contarlo.

Los videos clubes que sobreviven lo hacen mediante la especialización, de esta manera compiten con la piratería pues esta está dedicada a los últimos estrenos, en cambio los videos clubes se han especializados en cine autor, de terror, de aventuras, etc.

Han decidido trabajar por nichos apuntando al amor de sus clientes por el cine. Han reconvertido los locales haciéndolos más pequeños y más amigables, han diferenciado la atención al cliente y han pasado a ofrecer promociones, golosinas e información.

De hecho la nota trae el ejemplo de cómo un pequeño video club de barrio se las vio negras cuando al lado se instaló un Blockbuster y el dueño en vez de lamentar su suerte se dedicó a ofrecer lo que la cadena no podía ofrecer: desde atención personalizada, películas de autor o que la tienda de al lado no tenía, sobre todo europeas, mejor precio y fidelización de la clientela.

Al final la cadena transnacional atraía a los clientes que terminaban quedándose en el pequeño local. Hoy el Blockbuster cerró y el video club se mantiene invicto.

Cabe destacar que los consumidores son personas que de alguna manera el club educó y obtenían allí productos y servicios que en otros lados no era posible conseguir. Interesante.