Un nuevo banco provincial toma cuerpo en Mendoza y está en terreno de definiciones, al punto que su perfil ya tiene el visto bueno del Banco Central argentino. Al menos en una primera etapa, la nueva entidad será comercial y orientada al crédito para empresas.
El vicepresidente del Banco Central, Miguel Pesce, indicó al diario Los Andes que “el gobierno viene adelantando documentación que el área de autorizaciones está analizando. Todo está bastante avanzado y lo concreto es que está encaminado a ser un banco comercial”.
Descartado que inicialmente se aboque a la banca individual, ya se manejan cifras sobre su potencial crediticio. Una primer proyección sostiene que en cinco años podría llegar a otorgar hasta $ 600 millones en préstamos al sector empresarial.
Otros aspectos, como su estructura financiera, también empiezan a despejarse. La cuenta regresiva hacia la definición del texto fundamental comenzó el 20 de marzo, cuando una sociedad de consultoras porteñas se hizo cargo de la auditoría para definir perfil operativo, mercado potencial, organización y productos. La semana pasada hubo una reunión clave en Buenos Aires para terminar de pulir varios ítems. Según Pesce, “el proyecto deberá asegurar un mecanismo de diversificación del riesgo financiero. Nos preocupa que tenga un adecuado nivel de fraccionamiento entre los pasivos (depósitos) y activos (préstamos)”, advirtió.
La ley que propicia la creación del banco estipula que la mayoría accionaria será de la Provincia (51%). El o los socios privados detentarán el 49% restante, un porcentaje cuya mayor parte está reservada a la incorporación de un banco privado (33%), y un socio no financiero (16%).
