Finalmente, la Reserva Federal prenderá los motores para imprimir dinero a una velocidad sin precedentes.
La promesa alcanzará comprar una combinación de Bonos del Tesoro estadounidense y Títulos Hipotecarios (Mortgage-Backed Securities). ¿Por qué monto? No se estableció un m! onto, sino que se dijo que se hará hasta que “mejoren sustancialmente las perspectivas del mercado laboral”.
La pregunta pasa a ser: ¿cuánta plata significará esto? La Fed irá comprando $40B de títulos por mes (40 mil millones de dólares), hasta que considere que el programa tiene que frenarse. Se encuestó a los 13 principales distribuidores de bonos y ellos estimaron que la inyección total será de $750B, lo que se traduce en imprimir dinero por un año y medio.
Dato curioso a tener en cuenta. Solamente 6 de 58 economistas consultados cambiaron sus perspect! ivas para el mercado laboral con el anuncio de la Fed (el denominado Q E 3). ¿Por qué? Porque consideran que esta política será inefectiva. ¿Por qué lo hace Bernanke de todos modos? Probablemente porque no tenga nada mucho mejor que intentar y porque el lobby financiero le exige seguir inflando.
¿Quiénes son los ganadores de esta política? El oro, la plata y la bolsa. Con lo cual, más allá de que creamos que esta política pueda funcionar o no, tenemos que subirnos a la ola y comprar la tendencia:
No es tarde para comprar oro. Si aún no lo hizo, compre. El nivel de 2000 dólares por onza puede darse cómodamente antes de fin de año.
