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Pequeño dique escondido

El río de los Sauces es el más importante de la región de Traslasierra. Tiene una extensión de 12 kilómetros y está formado por la confluencia de los ríos Panaholma y Mina Clavero que se unen en la población de este último nombre en el lugar conocido como El Cajón.

Desde allí, corre por la llanura rumbo al sur y cumple la función de colectar todas las aguas de la región del valle de Traslasierra siempre al costado de la ruta provincial 14. Con sus hermosas y extensas playas de arena dorada pasa por las inmediaciones de la localidad de Nono donde aumenta su caudal y recibe al río Chico y posteriormente a otros pequeños arroyos para ingresar finalmente al dique La Viña.

Pocos conocen que luego el río Los Sauces continúa su curso esta vez rumbo al oeste, hacia Villa Dolores, y cruza esta ciudad, la única de Traslasierra, para desaparecer más adelante disgregándose en una zona de bañados. Pero antes, sus aguas son nuevamente embalsadas para formar un azud nivelador llamado Boca del Río (compensador de La Viña).

Espejo de agua
Boca del Río se encuentra a una distancia de aproximadamente 186 kilómetros de Córdoba.

Es un lugar conocido casi únicamente por los lugareños que aprovechan la tranquilidad que impera para disfrutar de sus frescas aguas.

Cuenta con un paisaje donde domina la flora autóctona, como el espinillo, la tusca, brea, tala y otros, que forma bosques naturales que pueden observarse a lo largo de su camino de acceso.

El acceso es por un sinuoso camino de tierra en buenas condiciones que parte de Las Tapias, pequeño pueblo ubicado sobre la ruta provincial 14 y a 40 kilómetros de Mina Clavero.

Las Tapias fue durante el siglo XIX uno de los escenarios en donde unitarios y federales libraron batalla. Actualmente, es un sitio apacible, que invita al descanso.

Tiene una parte de pavimento que llega a cinco kilómetros del embalse de agua que entre verdes relieves muestra el fantástico dique nivelador y compensador cuyas aguas de profundo azul constituyen el ambiente ideal para la práctica de los más variados deportes náuticos sin motor. Allí, rodeado de verdes prados y hermosos árboles ofrece al visitante durante todo el año una fresca sombra y amplios espacios para recrearse.

El lugar cuenta con un camping que lleva el mismo nombre (Boca del Río) con asadores en sus orillas, proveeduría, un amplio quincho, sector para carpas, y botes a pedal y a remo para disfrutar de un paseo por sus aguas (equipados con los correspondientes chalecos salvavidas).

Para quienes deseen caminar y explorar, pueden ascender la montaña cercana por senderos bien identificados que conducen a minas abandonadas.

Del mismo modo se puede llegar también a un mirador donde se puede observar hacia el este el río de los Sauces que avanza por una profunda quebrada en búsqueda del dique nivelador. Mientras, a lo lejos la Sierra de Comechingones asoma y enmarca el paisaje.

Hacia el poniente la sierra va desapareciendo suavemente mientras se extiende la llanura y la ciudad de Villa Dolores.

Al pie del paredón de este pequeño embalse se puede observar un criadero de truchas, con sus típicos piletones de agua. De allí se proveen los restaurantes de Traslasierra para el deleite de los comensales.

De regreso al pueblo, un complejo con un minizoológico, un jardín botánico y una granja abren las puertas a los viajeros.

En la zona, también pueden encontrarse testimonios de los pobladores originales del lugar: los comechingones quienes dejaron sus huellas a través de morteros utilizados para la molienda del maíz o algarroba.

A la hora del regreso el aire impregnado del rebrote de la naturaleza, con la primavera en ciernes, invita a disfrutar del cielo límpido de Traslasierra que comienza a mostrar sus primeras estrellas.