Martes 20 de mayo de 2008 | Publicado en la Edición impresa
Las autoridades económicas uruguayas desestimaron ayer la aplicación de medidas restrictivas para los depósitos de argentinos, reclamadas por el sindicato bancario. Ni estimular ni rechazar, es la consigna que manejan en la administración de Tabaré Vázquez y la postura que transmitirán a los gremialistas cuando hablen sobre el tema.
El ingreso de ahorro argentino a bancos locales reavivó la discusión sobre las condiciones de exigencia para colocaciones de no residentes. El poderoso sindicato bancario uruguayo planteó al Gobierno que adopte medidas para evitar volatilidad de capitales en la plaza financiera oriental, debido al ingreso de ahorros de argentinos que en las últimas semanas buscaron refugio en bancos que operan en este país.
El presidente de la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU), Gustavo Pérez, dijo al diario El Observador que ese gremio “observa con preocupación” el aumento de depósitos argentinos y “sigue de cerca” su evolución, y que, informalmente, reclamaron medidas al Gobierno para “premiar los depósitos a largo plazo” y “desincentivar las colocaciones a la vista” de argentinos.
“Queremos que los depósitos de ciudadanos argentinos, que están viniendo en gran medida a nuestra plaza, sean por lo menos a un año”, dijo el sindicalista, con el propósito de impedir “que se trate de capitales volátiles” y procurar que ese ahorro se vuelque para “financiar actividades productivas en el país”.
Justamente eso es lo que llama la atención de analistas bancarios y de las propias autoridades: hay coincidencia en que no se debe asumir el riesgo de que los bancos capten dinero de no residentes para volcar en créditos locales.
Ayer a la tarde, el presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Walter Cancela, repasaba en su despacho los datos más recientes de los depósitos. Consideraba que hay una preocupación que no se fundamenta en las cifras, que el ingreso ha sido por poco volumen y que el mayor flujo de dinero argentino ha sido por inversiones productivas (como la compra de campos) y no por traslado de ahorros. El BCU hace un seguimiento diario y también tiene línea directa con las autoridades bancarias argentinas.
“Las medidas prudenciales sobre depósitos de extranjeros son suficientes”, se limitó a responder a LA NACION sobre el planteo del sindicato bancario. El 1º de junio entrará en vigor un nuevo régimen de encajes bancarios que aumenta las exigencias sobre depósitos, incluso los de “no residentes”, pero no implica cambio alguno para los ahorristas extranjeros.
En esta categoría, lo nuevo es un encaje del 35% sobre los depósitos de extranjeros que no hayan recolocado en el exterior. El presidente del BCU recordó que ese cambio no es por política prudencial, sino para controlar la inflación.
