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Por falta de insumos y menor demanda, automotrices bajan producción y suspenden personal

El arranque del año fue sumamente complejo para la industria automotriz, que debió afrontar un “enero negro”, con tasas de variación negativas tanto en producción como en exportaciones y ventas a concesionarios.

Según datos difundidos por la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), en el primer mes del 2014 las terminales nacionales produjeron poco menos de 36.200 unidades, lo que implicó un brusco descenso de casi 20% respecto al mismo período del 2013.

Sin embargo, el dato más preocupante es que se trata del peor registro en cuatro años. En efecto: hay que retrotraerse a enero de 2010 para encontrar un mes más flojo.

A través de un comunicado, desde ADEFA destacaron que “esta baja fundamentalmente está explicada por la caída de los envíos a Brasil, principal destino de las exportaciones de vehículos nacionales”.

Sin embargo, según vienen alertando desde los gremios del sector, a este cuadro se suma también el faltante de autopartes, producto de las crecientes restricciones a las importaciones.

Así las cosas, este bajón general en la producción está pegando de lleno entre las terminales: este viernes Renault suspendió a 1.500 operarios de su planta de Santa Isabel, en Córdoba. El personal afectado pertenece a las áreas de soldaduras, montaje y pintura.

Cabe destacar que, tanto la compañía como los gremios en las últimas horas salieron a aclarar que los mismos se irán reincorporando a lo largo de la próxima semana, al tiempo que destacaron que la decisión responde a un desabastecimiento puntual.

Sin embargo, en los pasillos de la industria automotriz los comentarios son menos optimistas. El temor que hay entre empresarios y gremialistas es que empiece e impactar un escenario que conjuga devaluación, aceleración de la inflación, caída de la demanda en el mercado interno -enero cerró con una caída del 2% en el nivel de patentamientos- y las menores compras por parte de Brasil.

El “caso Renault”
En Córdoba, según indicaron a iProfesional fuentes del sindicato SMATA, la cesantía aplicada por Renault “no tomó a nadie por sorpresa ya que, en enero, la empresa comentó puertas para adentro que tenía complicaciones para ingresar determinadas piezas y eso iba a afectar ciertas actividades”.

Durante el último viernes, los 1.000 empleados restantes que operaron en Santa Isabel apenas se ocuparon de terminar de armar los autos que ya estaban casi listos para salir de la planta.

“Se hacen lo que se conoce como ‘recuperación’ de vehículos. El problema fue con un insumo pero también se está haciendo el acomodo de algunos números de producción”, reconoció ante iProfesional Leonardo Almada, vocero de SMATA en esa provincia.

“Si la semana que viene entran las piezas que faltan, debería empezar a normalizarse la cantidad de puestos de trabajo. Hay que esperar. Hoy no se están haciendo tareas de producción en Renault sino que se están terminando los vehículos ya empezados”, agregó.

El dato del faltante de autopartes para la fabricación de vehículos no es menor, dado que pone de manifiesto las crecientes necesidades que tiene el Gobierno de pisar con más fuerza las importaciones, en un contexto de escasez de divisas.

En buen romance, es otro síntoma de que están faltando dólares para continuar “bancando” el boom de consumo.

Por otra parte, cabe destacar que, además de la situación en Renault, Almada aseguró que otra compañía que enfrenta complicaciones en el ritmo de producción es Fiat.

“En la semana está trabajando con un turno menos. Hasta el personal administrativo se ve afectado por las medidas. La única que hasta ahora se mantiene más o menos normal es Volkswagen”, confió el vocero.

Una producción hacia abajo
El panorama para la industria cordobesa comenzó a complicarse desde fines del año pasado.

Al respecto, los planes de producción que las automotrices enviaron a sus proveedores autopartistas para el primer semestre del año contemplan bajas de entre 20 y 25% en el nivel de fabricación respecto a igual período de 2013.

El dato fue confirmado por el presidente de la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba (CIMCC), Emilio Etchegorry, quien prefirió ser cauto en el análisis y explicó que estos planes son tentativos y modificables.

Sin embargo, no ocultó su preocupación por otro problema que afecta al sector: el caos de precios tras la devaluación.

“La realidad indica que nadie sabe dónde está parado. Estamos desorientados pero debemos ser cautos”, comentó.

“Los proveedores no nos están vendiendo ni entregando mercadería. Incluso no nos están dando precios porque no saben si el día de mañana van a poder reponer el stock”, explicó el dirigente metalúrgico.

Lo cierto es que los volúmenes previstos por las terminales cordobesas, al menos para la primera mitad del año, anticipan una caída considerable en el ritmo de fabricación de automóviles, lo que indudablemente va a impactar no sólo en la actividad fabril local sino también en el nivel de empleo.

Preocupación en Santa Fe
Paralelamente a lo que sucede en Córdoba, en la provincia de Santa Fe también comienza a crecer un alerta entre los trabajadores de General Motors.

“El año pasado teníamos un ritmo de producción de 34 autos por hora y ahora estamos en 29 unidades”, declaró el secretario adjunto de Smata Rosario, Antonio Milici.

Brasil compra habitualmente entre un 70 y un 80 por ciento de la producción de la planta de GM pero “ahora la demanda se ha reducido”, amplió Milici.

La merma en la producción de la planta que la empresa tiene en Alvear generó alarma en los operarios, aunque se descartó que esto pueda, por el momento, derivar en suspensiones de personal.

“Por ahora no peligro de que haya despidos, aunque sí se han suspendido todas las horas extras y desde el gremio estamos en alerta esperando ver qué sucede en los meses de marzo y abril, que es cuando la empresa funciona en un ciento por ciento”, aseveró el dirigente.

Mala perspectiva en el frente interno y externo
En el último comunicado presentado por ADEFA, las autoridades advirtieron que “el año inicia con nuevos desafíos para la industria automotriz. El contexto actual de caída de la demanda externa de nuestra producción a Brasil, principal destino de nuestros envíos, como así también la caída de la demanda local generan incertidumbre respecto de la futura evolución del nivel de actividad tanto en producción y exportaciones como en ventas en el mercado local”.

La mala noticia para la industria local es que desde el país vecino, que adquiere más del 80% de los vehículos exportados desde la Argentina, ya “avisaron” que 2014 será un año difícil en cuanto a ventas.

“Vamos a tener más dificultades para la comercialización de automóviles y camiones ligeros”, consideró Alaric de Asunción Junior, director general de la Federación Nacional de Vehículos Motorizados (Fenabrave).

Proyecciones de la entidad estiman que la demanda de automóviles en el país vecino no se recuperará después de la baja de 3,5% que tuvo en 2013.

En el plano interno, el panorama no es más alentador: antes de la devaluación, desde consultoras como Abeceb, pronosticaban que el mercado se achicaría cerca de un 10%, hasta las 860.000 unidades.

Sin embargo, la contracción podría revisarse al alza, dado el salto que vienen experimentando los valores de los 0Km luego del abrupto movimiento del dólar.

En este contexto, el “efecto devaluación” ya se hace sentir, de la mano de fuertes aumentos en los precios de lista.

El problema es que estas alzas no serán definitivas, sino que en la industria ya está trabajando con pautas de ajuste mensual que se ubican por encima de las que regían hasta 2013.

De acuerdo con el listado que la Asociación de Concesionarios (ACARA), en apenas una semana los valores de algunos vehículos de marcas generalistas se dispararon hasta un 27%.

Así las cosas, para los empresarios del sector se terminó el ciclo de “crecimiento virtuoso” dado por precios de 0Km que crecían por debajo de las remuneraciones.

Y sin ese incentivo, y con un Brasil menos dinámico, está claro que 2014 será el año en el que las automotrices deberán despedirse de los récords.